Francia siempre ha sido un país especial, lleno de glamour, de calles con amor… Allí se encuentra la ciudad de París, una de las más bonitas del mundo y cuyo esplendor brilla por toda Europa. No te puedes morir sin visitar algún día Francia, es una obligación para cualquier amante de la vida.
A unos 600 kilómetros de París se encuentra Gaillard, un lugar con cierta peculiaridad. Sus estrechas calles, formando un arco de medio punto, y su escasa fama europea e internacional le otorgan ser casi un sitio desértico en el país de Normandía. El Évian, el equipo que disputaba sus encuentros aquí, no gozaba de una numerosa afición. Para hacerse una idea de lo diminuto que es Gaillard, el pueblo no supera los 3.000 habitantes. Además de ello, varios aficionados franceses que querían ver jugar al Évian no podían viajar: Gaillard no tiene aeropuerto propio y únicamente posee una pista que conecta con París.
Al estar situado en el sureste de Francia y prácticamente pegada con Suiza, las dificultades para que la gente siguiese a este equipo eran mayores. En 2007, el club dijo basta. Decidió mudarse a Thonon-les-Bains, en la región de Ródano-Alpes (departamento de Alta Saboya), muy cerca también de Suiza. La marca de agua llamada Évian tiene sus cauces en esta región, así que se propuso ser patrocinador del club, un patrocinio que se adaptó de manera salvadora a las necesidades de la entidad, muy necesitada económicamente.
Los Alpes franceses se crearon hace 100 millones de años con el cambio de rocas que creó la belleza tosca y el paraíso rural mineral de la región. Algunos glaciares barrieron y cubrieron las montañas que formaron capas protegidas en los niveles de la morrena. Estos niveles de glaciares formaron un sistema natural de purificación en donde el agua de los picos cubiertos de nieve se cierne a través de las capas de arena de los glaciares y con el tiempo termina en la fuente del manantial Évian. Así se formó el agua más famosa de Francia.
El primer verdadero acercamiento para el Évian se produjo en el 2003. El Football Croix de Savoie 74 y el Gaillard FC consiguieron hacer factible la fusión con el objetivo de llevar al equipo a la gloria lo antes posible. En los encuentros, el actual Évian actuaba con el nombre de Croix de Savoie 74. La fusión no dio sus frutos principalmente porque el escaso dinero del club iba destinado al salario de los jugadores y no a la cantera, como se preveía a principios de la fusión. La media de aficionados que visitaba cada semana el estadio no superaba los mil y su mejor resultado fue un ascenso a National en 2005, descendiendo la siguiente temporada. La situación cambió en 2007.
Ese año el Olympique Thonon Chablais realizó la fusión definitiva con el Croix de Savoie 74. El equipo situado en Thonon-les-Bains encandiló a sus aficionados con el innovador proyecto. Podría resultar utópico que un equipo tan limitado históricamente pudiese lograr en seis años llegar a la gloria. Entre las personas destacables que jugaron a lo largo de la historia del club encontramos a Pascal Dupraz, actual entrenador del club y una figura clave en los posteriores ascensos.
Dupraz fue nombrado director deportivo en 2007; nadie mejor que un jugador de la casa y fiel a los colores podría llevar a cabo semejante tarea en el club. El amor de Dupraz al Évian es máximo: desde que llegase en 1999 al antiguo FC Gaillard, Dupraz no ha abandonado Thonon y, actualmente, no hay una figura tan respetada como él en la comarca. Es evidente que su peso es absoluto.
La temporada 2007/2008 será difícil de repetir para un club con un sólo año de existencia en el fútbol. En aquella temporada, el equipo entrenado por Bernard Casoni conseguía ascender a National logrando la segunda cifra más alta de la historia en la categoría en cuanto a puntos. Fueron 108, lo que le valió para retornar a National tres años después de su única participación en esta categoría. Fue el primer equipo que lograba disputar una categoría tan alta teniendo un único año de vida.
Tras aquella temporada mágica, el Évian volvía a remodelar varios puestos para continuar su ascensión en el fútbol francés. Franck Riboud, dueño del famoso Grupo Danone, fue nombrado presidente de honor del club. Ribou decidió cambiar el nombre del club y lo llamó Évian Thonon Gaillard, mezclando la marca de agua Évian –con origen en los Alpes y fusionada con el grupo Danone– con Thonon y Gaillard, los dos escenarios en los que se había situado el club a lo largo de su historia.
Además de cambiar el nombre, Riboud se encargó de poner el dinero necesario para mejorar las instalaciones internas del club, abonando 20 millones de euros para cantera y modernización de varios aspectos. Riboud continuó logrando méritos para que la ciudad de Thonon-les-Bains le amase de por vida. El 16 de abril de 2010, bajo el mando de Bernard Casoni como entrenador, el Évian conseguía ascender a Ligue 2, apenas tres años después de su creación. De pasar a ser un equipo desértico en las divisiones inferiores de Francia a ser reconocido por los grandes medios en solo veinticuatro meses.
Durante aquella temporada el club decidió apostar en el banquillo por Bernard Casoni, un entrenador con experiencia y que decidió implantar un estilo valiente y muy ofensivo. Mediante sus ideas demolió la categoría obteniendo 81 puntos, siendo el equipo más goleador y el menos goleado a la vez. Casoni también guió al equipo a los dieciseisavos de la Coupe de France, eliminando a un histórico como el Olympique de Marseille y cayendo ante el PSG en dicha ronda por 3-1. Aquella tarde-noche de 2011 supuso la apertura al mundo definitiva para el club. Durante sesenta minutos, los hombres de Casoni pusieron contra las cuerdas al equipo de la capital y, al día siguiente, los medios destacaban la valentía y el estilo de juego que practicaban aquellos guerreros. No iba a ser una casualidad en apenas dos años.
El Évian decidió cambiar de estadio en aquel momento, ya que el suyo no gozaba de los requisitos obligatorios impuestos por la federación francesa para poder jugar en Ligue 2. Pidió jugar en Ginebra, en Suiza, algo similar a lo que hace el Mónaco, disputando sus partidos fuera de Francia. La federación le negó dicho cambio y el equipo se mudó definitivamente al Parc Des Sports, en la localidad de Annecy.
Y para culminar la mudanza a su nuevo estadio, el Évian volvía a ascender de manera consecutiva y por primera vez en su historia iba a jugar en la Ligue 1. Lo logró siendo el tercer equipo con menos presupuesto de la categoría y sin apenas estrellas. Jugadores que ahora son clave en Ligue 1, como Bérigaud, Khlifa, Laquiait o Rabiu, fueron los pilares de aquella temporada. Nadie pudo imaginar que un equipo con tan poca historia en el fútbol francés pudiese haber ascendido en tres años de National a Ligue 1.
En su primera temporada en en el máximo nivel fichó a jugadores con mucha experiencia y oficio para mantenerse en la primera división francesa. Consiguió la cesión del ex del Sevilla Cristian Poulsen y su fichaje estrella fue el de Sidney Govou, un mito del Lyon que había conseguido siete títulos de liga en Francia. El trío de rockeros lo culminaba el veteranísimo Jerome Leroy, un trotamundos del fútbol que quería dar sus últimas patadas en un proyecto que seducía demasiado.
El comienzo del Évian en Ligue 1 fue muy inferior a las expectativas que se habían creado. No consiguió la victoria en los primeros nueve partidos, pero sí que logró empates valiosos, como en el campo del Lille o el 2-2 ante el PSG en casa. La sorpresa llegaría después de una goleada ante el campeón de la temporada anterior. Tras ganar por 4-2 al Montpellier, Casoni anunciaba mediante un comunicado su dimisión del banquillo. El detonante había sido su renovación. Mientras Casoni quería renovar antes de finalizar la temporada, los directivos le obligaron a asegurar primero la salvación para después sentarse a hablar sobre su futuro. El uruguayo y exjugador del Niza Pablo Correa cogía los mandos.
Si hubiésemos contado únicamente la segunda vuelta de la Ligue 1, el Évian habría terminado en Europa. Su segunda vuelta no pudo ser mejor, aseguró la salvación antes de tiempo y consiguió hacer un equipo sólido desde la base y con apenas altibajos en defensa, un déficit que llevaba arrastrando desde principios de temporada. Con su firme estilo consiguió finalizar la temporada entre los diez primeros, firmando una más que notable campaña en el primer año de su historia en el fútbol francés.
En su segundo año en la élite, las cosas han ido de mal en peor. Las continuas lesiones de Govou y las irregularidades en algunos contratos han afectado a la entidad y al rendimiento de los jugadores. Correa fue el primer entrenador destituido en la Ligue 1 2012/2013 y su testigo lo cogió Pascal Dupraz, el director deportivo que inició el proyecto en 2007. Dupraz cambió radicalmente la situación, sacando del descenso al Évian aunque a día de hoy aún no esté salvado.
Pero no todo eran malas noticias. Tras una Coupe de France maravillosa en la que estaba siendo la revelación del torneo, el Évian logró una gesta histórica en su casa ante el PSG. Teniendo un presupuesto ochenta veces menor que su rival, consiguió batirlo en la tanda de penaltis de los cuartos de la Coupe, clasificándose así por primera vez en su historia para las semifinales del torneo más antiguo de Francia.
Tras ver las gestas del Évian, uno debe imaginarse lo que puede lograr esta entidad. Estando tan cerca del descenso puede ganar un torneo únicamente con seis años de existencia. Muchos aficionados sueñan con el primer título para el club y, por qué no, la clasificación para la Europa League, un torneo que otorgaría ayudas económicas y, sobre todo, más fama de la que ya tiene el equipo de los Alpes.
La historia del Évian es y será una de las más bonitas no sólo del fútbol francés, sino del fútbol mundial.
* Andrés Onrubia.
– Fotos: AFP
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