Integrante de la defensa brasileña campeona mundial en 1970, solo saboreó las mieles del éxito durante un corto espacio de tiempo. Cuatro años después de levantar el trofeo Jules Rimet perdió la vida junto a su mujer e hija en un terrible accidente de tráfico. Nacido el 11 de septiembre de 1944 en Porto Alegre (Brasil), se desempeñaba como lateral izquierdo, aunque también podía jugar en el otro lateral y como medio defensivo. Jugador ambidiestro, polivalente y de juego sencillo y eficaz, destacaba por sus excelentes marcajes. Se le conoció con el apelativo de Estrella Dorada.
Ingresó muy pequeño en la cantera de Gremio, concretamente a los 13 años. Fue pasando por todas las categorías inferiores de la entidad hasta que en 1964 se marchó cedido dos campañas al Juventude. Regresó en 1966 y entonces se hizo con un puesto en el once del conjunto de Porto Alegre.
El cuadro del estado de Río Grande del Sur disponía de un plantel excepcional que llevaba ganando el Campeonato Gaucho de forma consecutiva desde hacía cuatro años, a lo que añadió tres entorchados más con Everaldo en el equipo. Su gran rival, el Internacional de Porto Alegre ,no pudo romper la hegemonía y en 1966, 1967 y 1968 tuvo que conformarse con el segundo puesto. Además de Everaldo, integraban aquel magnífico elenco jugadores como el arquero Arlindo, Ari Ercílio, Paulo Souza, Áureo, Cleo, Babá, Joãozinho o Volmir.
A partir de 1969 las tornas giraron e Internacional se hizo con la supremacía del balompié en el estado. Gremio quiso dar la vuelta a la situación contratando de nuevo al técnico Carlos Froner, que había logrado los Gauchos de 1964, 1965 y 1967, pero esta vez no consiguió repetir éxitos. A continuación pasaron por el banquillo Otto Glória o Daltro Menezes, con idéntico destino. Mientras tanto, Everaldo coleccionaba premios: en 1970 fue galardonado con la Bola de Prata que entrega la revista Placar y estuvo incluido en el mejor once del Brasileirao junto a Picasso, Humberto, Brito, Reyes, Zanata, Dirceu, Samarone, Vaguinho, Penny y Paulo César Caju; y en 1972 obtuvo el Premio Belfort Duarte, una condecoración que otorgaba la Confederación Brasileña de Fútbol a los futbolistas que tras diez años de carrera no habían visto una tarjeta roja.
Curiosamente, tres meses después de recoger el galardón de la CBF cometió el mayor error de su vida en un terreno de juego. Gremio se enfrentaba a Cruzeiro en un choque presenciado por el presidente Emilio Medici Garrastazu cuando el lateral izquierdo, enojado por una decisión arbitral, propinó un puñetazo al colegiado José Neto Faville. El trencilla sufrió una hemorragia nasal e incluso denunció a la policía la agresión. Everaldo fue sancionado un año sin jugar y declaró que renunciaría al premio Belfort Duarte.
Tras cumplir la sanción se enfundó la camiseta de Gremio de nuevo y volvió a la competición, aunque en su cabeza ya rondaba la posibilidad de colgar las botas y meterse en política. El fatal accidente de tráfico sesgó todos sus planes.
Con la selección brasileña fue internacional en 24 ocasiones, sin lograr ningún tanto. Debutó en la edición de la Copa Rio Branco de 1967, concretamente en el primer partido disputado ante Uruguay en Montevideo que finalizó 0-0. También fue de la partida en los dos choques de desempate jugados posteriormente en la capital uruguaya y que también concluyeron en tablas, lo que hizo que ambos combinados compartiesen el trofeo.
Un año más tarde, Aymoré Moreira contó con sus servicios para el encuentro que enfrentó a Brasil y un equipo del resto del mundo en Maracaná. La verdeamarela se llevó el triunfo por 2-1 ante una escuadra donde figuraban entre otros Lev Yashin, Amancio, Beckenbauer, Dzakic, Florian Albert o Wolfgang Overath. En 1969, únicamente participó en el choque ante Venezuela en Caracas de la fase de clasificación para el Mundial de México. La siguiente ocasión en que se enfundó la camiseta brasileña fue en el torneo en tierras aztecas.
Fijo para el nuevo técnico Mario Zagallo, solo se perdió el enfrentamiento ante Perú. Brasil quedó encuadrada en el Grupo 3 con Rumanía, Checoslovaquia e Inglaterram haciendo pleno de victorias. En primer lugar se enfrentaron a los centroeuropeos, que sucumbieron por un claro 1-4. A continuación, en el partido más interesante de la primera fase, vencieron a los ingleses con un solitario gol de Jairzinho. Y en la última jornada ganaron por 2-3 a los rumanos con más problemas de los previstos. En cuartos se enfrentaron al peligroso Perú de Cubillas, Gallardo, Sotil o Chumpitaz. Everaldo, que se tuvo que retirar con problemas físicos en la segunda mitad del choque ante Rumanía, fue sustituido por Marco Antonio. Brasil doblegó a la Blanquirroja por 4-2 y accedió a semifinales. Allí tuvo como rival a Uruguay, que no traía buenos recuerdos de pasados mundiales. Everaldo regresó al once y antiguos fantasmas se presentaron cuando en el minuto 18 Cubilla abrió el marcador. Clodoaldo empató antes del descanso y en la segunda parte Brasil fue superior, logrando dos goles más que le dieron el pase a la final.
El partido contra Italia se celebró en el estadio Azteca de Ciudad de México el 21 de junio de 1970 y con más de 107.000 espectadores en las gradas. Pelé anotó al poco de comenzar, pero un fallo en cadena de la zaga brasileña propició el empate de Boninsegna. En el segundo acto los pupilos de Zagallo destaparon el tarro de la esencias y desbordaron a los italianos. Gerson, Jairzinho y Carlos Alberto, tras una brillante jugada, colocaron el 4-1 definitivo con el que Brasil alzó el título.
La carrera internacional de Everaldo continuó dos años más, en los que disputaría varios partidos amistosos contra México, Chile, Austria o Hungría y la Copa Julio Roca de 1970 frente a Argentina. Los dos choques ante la albiceleste disputados en Buenos Aires se saldaron en empate y el título fue ex aequo para las dos selecciones. Se despidió del equipo nacional pocas fechas después en un amistoso contra Paraguay que vencieron por 3-2 el 26 de abril de 1972.
Falleció con 30 años en un accidente de tráfico el 27 de octubre de 1974, cuando regresaba de Cachoeira do Sul a Porto Alegre junto a su mujer e hija en un Dodge Dart (regalo de un concesionario de Porto Alegre a él y al resto de jugadores tras la consecución del título mundial).
* Alberto Cosín.
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