"Se llama genio a la capacidad de obtener la victoria cambiando y adaptándose al enemigo". Sun Tzu
Bakú, la capital de Azerbaiyán, albergó los primeros Juegos Europeos de la historia. Una muy buena idea, siempre y cuando los deportes y los países estén representados por sus máximas figuras, algo que no ha ocurrido especialmente con las dos enseñas de todo evento polideportivo, el atletismo –se celebró la Liga Europea de Naciones en su cuarta categoría, que es donde compite Azerbaiyán– y la natación, que en todas sus modalidades se circunscribió a categoría junior.
El evento ha tenido más sombras que luces, y la próxima edición, que iba a celebrarse en 2019 en los Países Bajos, está en el aire. Además, tendrá la competencia de los European Sports Championship, que en el verano de 2018, entre Berlín y Glasgow, agrupará a los campeonatos de Europa de atletismo, natación, ciclismo, remo y triatlón (y quizá algún deporte más).
Medallero
Rusia fue la indiscutible ganadora. Logró 164 medallas (79 oros, 40 platas y 45 bronces) y fue el país con más medallas, más oros, más platas y más bronces en general, en competiciones masculinas (35 oros, 21 platas y 26 bronces) y en competiciones femeninas (39 oros, 18 platas y 16 bronces).
En total, 42 países se subieron al podio y 31 lograron algún título. A quien más se le resistió el oro fue a la República Checa, que logró siete medallas en seis deportes distintos, pero nunca pudo escuchar su himno nacional.
Reyes y reinas
La infinidad de pruebas en la piscina hizo que los nadadores fueran los más laureados en el global de estos Juegos. La que más medallas consiguió fue la rusa Maria Kameneva, con 9, cinco de ellas en relevos (seis oros, una plata y dos bronces). La que más títulos obtuvo fue su compatriota Arina Openysheva, con siete oros, a los que sumó una plata.
Entre los hombres, el más exitoso fue el británico Duncan Scott, con seis preseas (tres oros y tres platas), aunque por número de títulos le superaron los rusos Danil Pakhomov y Anton Chupkov, con cuatro para cada uno.
Fuera de la natación, en deportes donde se competía en categoría absoluta, el récord de oros fue el de la gimnasta rusa Yana Kudryavtseva, campeona en all round, cinta, mazas y pelota en gimnasia rítmica, y el récord de medallas fue cinco, del gimnasta azerbaiyano Oleg Stepko, oro en paralelas, plata en caballo con arcos y concurso completo y bronce por equipos y en salto.
Pleno al ruso
Rusia se llevó todos los oros (mínimo dos) en cuatro deportes distintos. En el baloncesto 3×3 ganó la competición masculina y femenina; en gimnasia rítmica se llevaron la general individual, los cuatro aparatos y las tres pruebas por equipos; en trampolín (donde se disputaban las pruebas individual y sincronizada masculinas y femenina) lograron los cuatro títulos; y también fue de cuatro la cosecha de oros en natación sincronizada.
La primera vez de Suiza
Suiza consiguió 14 medallas, cinco de ellas en el primer día en la disciplina olímpica del mountain bike, el cross country. Jolanda Neff tuvo el honor de ser la primera persona campeona de los Juegos Europeos en cualquier prueba, pues encabezó el el doblete suizo en la carrera femenina, mientras que en la masculina se produjo el único triplete en todos los Juegos con la victoria de Nino Schurter por delante de sus compatriotas Lukas Flückiger y Fabian Giger.
Deportes colectivos
El novedoso baloncesto 3×3, que inexplicablemente es una alternativa seria al baloncesto en futuros Juegos Olímpicos, fue dominado por Rusia tanto en hombres como en mujeres. Los rusos ganaron 13 de sus 14 partidos en ambas competiciones. Cedieron solo ante Rumanía por 16-21 en la fase de grupos femenina. Fue Rusia quien logró las dos victorias más contundentes: 21-5 ante Israel en el torneo femenino y 21-8 ante Eslovenia en el masculino.
El fútbol playa, que no celebró competición femenina, tuvo el honor de clausurar los Juegos con una apasionante final que Rusia ganó a Italia por 3-2 sufriendo hasta la última jugada, vengándose de la derrota por 4-6 ante los transalpinos en la fase de grupos. La competición, entre ocho equipos, estuvo marcada por la igualdad, ya que ningún equipo fue capaz de vencer por más de tres goles, aunque solo el partido inaugural (España-Italia) se tuvo que decidir en penaltis, con triunfo español.
Los campeones en voleibol perdieron su partido inaugural. Alemania cayó en el torneo masculino ante Rusia, a la que derrotaría posteriormente en semifinales, pero no volvió a ceder más de un set en sus siete siguientes partidos. La venganza de Turquía fue con Polonia, ante quien cedió 2-3 en la primera jornada. Luego venció en la final por 3-0.
El waterpolo, de categoría sub-17, tuvo varios marcadores indignos de un evento de este estilo, como el Países Bajos 29-1 Israel en categoría femenina o el Hungría 23-3 Azerbaiyán en la masculina. Las eliminatorias estuvieron mucho más igualadas y los chicos de Serbia y las chicas de Rusia se hicieron con el oro superando una tanda de penaltis (Serbia en semifinales ante Grecia y Rusia en la final) y derrotando ambos a España en el partido por el oro.
Deportes no olímpicos
El aerobic tuvo dos pruebas, la de parejas mixtas, que ganó España (Sara Moreno/Vicente Lli), y la de grupos, que venció Hungría. Solo España, tercera en grupos, se subió al podio de ambas.
Paridad en gimnasia acrobacias. Bélgica ganó tres oros (all round, balance y dynamic en categoría femenina) y superó a Rusia. Y Rusia logró los otros tres títulos (all round, balance y dynamic mixto), superando a Bélgica.
En karate, Turquía dominó por medallas (9) y Azerbaiyán lo hizo por oros (5). Pero fue una ucraniana, Irina Zaretska en 68 kilos, quien consiguió el resultado más abultado en una final: 8-1 ante la austriaca Alisa Buchinger.
Rusia es la gran potencia del sambo y lo demostró participando en cinco de las ocho finales de este deporte de combate. Las ganó todas. Además sumó otros tres bronces. Las 16 medallas masculinas fueron ganadas por países de la antigua Unión Soviética. Entre las mujeres hubo más variedad, e incluso Serbia, con Ivana Jandrić en 68 kilos, consiguió un título.
Judo
El judo celebró dos eventos en Bakú porque la misma competición hizo de Juegos Europeos y de Campeonato de Europa, previsto inicialmente en Glasgow (Reino Unido). Eso posibilitó una participación de lujo y que dos judokas lograsen su tercer oro consecutivo: el georgiano Avtandili Tchrikishvili en peso semimedio (el primer triplete en su categoría desde los cuatro oros seguidos del soviético Bashir Varayev entre 1987 y 1990) y la neerlandesa Kim Polling en peso medio (segundo triplete en su categoría tras el de la francesa Brigitte Deyder en 1986).
En la competición por equipos, Francia se reafirmó como el país dominante al lograr su 19º título masculino (sin Teddy Riner) y también femenino. Pese a esta abrumadora superioridad, fue su primer doblete de oros desde París 2004.
Otros datos
En bádminton cuatro de las cinco finales se resolvieron en dos sets y la única que tuvo que remontar para hacerse con el oro fue la danesa Line Kjærsfeldt ante la belga Lianne Tan.
En ciclismo solo una persona consiguió medalla tanto en fondo en carretera como en contrarreloj y fue el español Luis León Sánchez, primero en fondo y tercero en crono.
En esgrima los triunfos más cómodos se vieron en espada con el francés Iván Trevejo ganando la final individual por 15-8 y Francia la final por equipos ante Rusia por 45-32. Todo lo contrario ocurrió en sable con dos finales resueltas por la mínima, la individual femenina ganada 15-14 por la polaca Angelika Wator y la de equipos donde Italia venció por 45-44 a Rumanía.
En gimnasia artística sobresalieron Alia Mustafina con tres oros (concurso completo, equipos y asimétricas) y el ucraniano Oleg Verniaiev, único hombre que logró dos títulos, el de concurso completo y el de salto.
Entre la lucha libre masculina y la grecorromana Rusia y Azerbaiyán acapararon todos los títulos menos dos ganados por los turcos Kayaalp (superpesado en grecorromana) y Akgül (superpesado en lucha libre).
Seis de las ocho finales del taekwondo se resolvieron por un solo punto. Los luchadores que no sufrieron en la final fueron el azerí Milad Beigi (9-4 ante el ruso Albert Gaun en peso medio masculino) y la británica Jade Jones (12-9 ante la croata Ana Zaninović en peso ligero femenino).
Y además…
Argentina endosó a España una de las peores derrotas de su historia para acabar con su racha de cinco títulos mundiales consecutivos. España ya dio algún síntoma de debilidad en la fase de grupos, cuando necesitó recurrir a los penaltis para doblegar a Angola, y en cuanto se enfrentó a uno de los grandes fue aplastado.
España marcó pronto (Jordi Bargalló se convirtió en el primer jugador de la historia en marcar gol en cuatro finales distintas), pero Argentina protagonizó la primera remontada en el partido por el título gracias, sobre todo, a Lucas Ordóñez, que consiguió el tercer hat-trick en la historia de las finales, tras los de los italianos Enrico Mariotti (1993) y Dario Rigo (1997).
El marcador final, 6-1, y que el más destacado del bando español fuera su portero Aitor Egurrola (que sigue sin proclamarse campeón mundial de selecciones), lo dice todo. Como también que fue la peor derrota del vigente campeón desde la de Argentina en la final de 1997 ante Italia, cuando perdió 0-5 y la peor derrota española en el torneo desde un 1-7 ante Argentina en 1980.
La albiceleste consiguió su quinto título mundial y acabó con una sequía de 16 años, la más amplia desde que lograse el primer oro en 1978.
Tres derrotas, ante Rusia, España y Lituania, no impidieron a Serbia conseguir el primer título de su historia y clasificarse para los próximos Juegos Olímpicos al batir a Francia en la final por 76-68. Es la primera vez en la historia de la competición que el campeón pierde más de dos partidos.
Francia repitió su plata de hace dos años y se convirtió en el primer país en perder la final en ediciones seguidas desde Bulgaria en 1985.
En la ACB, el Real Madrid barrió al F. C. Barcelona en la final y logró el tercer triplete Liga-Copa-Copa de Europa de su historia, tras los de 1965 y 1974. En esta temporada 2014/2015 lo madridistas también ganaron la Supercopa.
En Italia, en la primera final entre equipos sin títulos ligueros anteriores desde 1968, el Dinamo Sassari estrenó su palmarés al batir en el séptimo partido a la Reggiana.
El Limoges ganó el playoff final de la liga francesa al Estrasburgo por 3-1 y revalidó su título del año pasado. Desde el Pau Orthez en 2004 nadie ganaba dos ligas francesas consecutivas. El Limoges no lo conseguía desde 1994.
El Olympiacos de El Pireo conquistó su segunda liga en las 18 últimas temporadas. Esta vez batió en la final al Panathinaikos por 0-3. Es el peor resultado del PAO en la serie por el título desde 1988, cuando también perdió 0-3 ante el Aris Salónica.
En Israel, el Hapoel Eilat remontó un 0-2 en su serie semifinal ante el Maccabi Tel Aviv y dejó a los macabeos sin final de liga por primera vez desde 1993. Pero en la final, a ida y vuelta, el mejor fue el Hapoel Jerusalén, primer club de la ciudad que se proclama campeón de liga.
Derbi de Zagreb en la final croata, con el Cedevita venciendo por 3-1 a la Cibona. Es la primera vez que la Cibona pierde la final en años seguidos y también la primera vez que un club distinto de la Cibona repite título.
Séptima Bundesliga para el Brose Bamberg, esta vez en el quinto partido ante el Bayern Múnich. Los de Bamberg han ganado sus cuatro últimas finales resueltas en el quinto partido (2005, 2010, 2011 y 2015).
Sorpresa histórica en Eslovenia. Entre el Olimpija Liubliana y el KRKA Novo Mesto habían ganado 22 de las 23 ediciones previas, pero esta vez ninguno de ellos llegó a la final y el Šentjur (club de una ciudad de menos de 5000 habitantes) estrenó su palmarés.
Casi igual de sorprendente fue lo de Turquía, donde el Pınar Karşıyaka, cuarto de la liga regular, eliminó en semifinales al Fenerbahçe por 3-1 y en la final al Efes por 4-1 para ganar la segunda liga de su historia, 28 años después de la anterior.
Otros equipos campeones fueron el Žalgiris Kaunas (5ª liga seguida) y el CSKA Moscú (13ª seguida).
Brasil fue la revelación y Serbia el campeón. Los brasileños, tras batir a Croacia en el partido inaugural, en la segunda victoria de su historia ante un equipo europeo en la competición, acabó colgándose el bronce, la primera medalla de su historia, tras superar en una dramática tanda de penaltis (hubo 27 goles igualando el récord de la Liga Mundial) a Estados Unidos.
La final enfrentó a Serbia y a Croacia, que no se veían las caras en Liga Mundial desde hace cinco años. Y si Serbia alcanza la final de la competición, la gana. La ha jugado siete veces desde que hace nueve años se separasen Serbia y Montenegro y ha vencido las siete veces.
Inesperado desenlance del campeonato. La lesión de Oinatz Bengoetxea provocó que su víctima en semifinales, Mikel Urrutikoetxea, fuese el rival de Aimar Olaizola en el partido por el título. Urruti dominó la final y tuvo ventaja de 17-8 y de 19-10, pero Aimar, cuando parecía hundido, reaccionó hasta empatar a 19. En ese instante, un punto lo cambió todo, Urruti recuperó el saque y lo hizo valer con dos puntos donde Aimar fue incapaz de llevar la pelota a buena.
Urrutikoetxea es el primer campeón de Euskadi desde el guipuzcoano Tolosa en 1989, y el primer vizcaíno que consigue la txapela desde Gorostiza en 1977. Olaizola II prolonga su gafe ante pelotaris que buscan su primer título, porque ha jugado tres finales en esa situación –2003 ante Ruiz, 2011 ante Xala y 2015 ante Urruti– y ha perdido las tres.
El duelo de hace dos meses en Argentina entre Rossi y Márquez volvió a producirse durante todo el Gran Premio de los Países Bajos en Assen. Rossi logró la pole y lideró la carrera con el catalán a su rueda, hasta que a falta de seis vueltas Márquez se puso líder. Pero Rossi, como en sus épocas de mayor dominio, adelantó a su rival a dos vueltas para el final y entró como ganador pese a saltarse la última curva fruto del contacto con Márquez en el intento de este último de adelantarle.
Rossi es más líder del mundial (10 puntos sobre Lorenzo y 74 sobre Márquez) y amplía su récord de podios (204), de victorias y podios en la clase reina (84 y 168). Con sus 111 triunfos entre todas las categorías está un poco más cerca, a 11 exactamente, del récord que todavía conserva Giacomo Agostini.
Movistar hizo doblete en las pruebas masculinas y Anna Sanchis en las femeninas. El título en fondo de Alejandro Valverde, su quinta medalla en la prueba, le permite igualar el récord masculino de José Magdalena. En la crono masculina, la superioridad de Movistar fue tal que copó el podio con Jonathan Castroviejo –quinta medalla consecutiva para él en la disciplina– como campeón. El doblete de Anna Sanchis tiene su precedente en ella misma, que lo hizo en 2012, con lo que es la primera persona que ha sido oro en fondo y crono a la vez en dos campeonatos distintos.
* David Fernández es estadístico.
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