A España se le habían negado siempre los títulos en cualquiera de los concursos que componen el Europeo de atletismo. Y a Ruth Beitia, una de las atletas españolas más regulares de los últimos tiempos, se le había resistido el podio en cualquier gran competición al aire libre. En eventos indoor ha logrado 2 medallas mundiales y 4 europeas, pero cuando llegaba la época estival solo pudo triunfar en los Juegos Mediterráneos Almería’2005. En Helsinki, y aprovechando la ausencia de alguna de las mejores especialistas en el ámbito continental, Beitia por fin pudo subirse al podio, además lo hizo a lo más alto y de manera agónica, pues tuvo que elevarse sobre 1,97m al tercer intento para certificar la medalla de oro. Un gran resultado que tiene que servir de acicate para competir en la final olímpica tan bien como hoy.
Ruth Beitia no solo se convirtió en la 1ª española que se sube al podio en esta prueba, sino que logró para su país el primer título europeo en cualquier concurso. Si la manera de competir fue magnífica, la marca, 1,97m y al tercer intento, deja bastante que desear pues hay que retroceder hasta el título de Rosemarie Witschas (RDA) en Roma’1974 para encontrar a una campeona con peor resultado, entonces la alemana del este se elevó hasta 1,95m. La marca de Beitia iguala la que hizo Monica Dinescu en su título en Budapest’1998.
La subcampeona fue Tonje Angelsen con la misma marca que la ganadora, pero un nulo sobre 1,89m la relegó al 2º puesto. Aun así es la primera noruega que se sube al podio de la prueba.
Se repartieron 3 medallas de bronce. Jamás, en ninguna prueba masculina o femenina del Campeonato de Europa se habían repartido 3 medallas de un mismo color. Sin embargo sí hay un precedente de medalla compartida en altura femenina cuando en Helsinki’1971 Barbara Inkpen (GBR) y Cornelia Popescu (RUM) lograron ambas la Plata.
Una de las clasificadas en tercer lugar fue Emma Green, que ya fue subcampeona en Barcelona’2010. La sueca es la 1ª mujer que logra 2 medallas consecutivas en la prueba pero sin ser capaz de obtener el Oro.
En una carrera atípica por tener 2 salidas nulas y tan solo 5 corredores en meta, Christophe Lemaitre revalidó su título de campeón de Europa de 100 metros. Le escoltó desde el 2º lugar del cajón su compatriota Jimmy Vicaut rememorando el único doblete que Francia había hecho en la distancia con Claude Piquemal (Oro) y Jocelyn Delecour (Plata) en Belgrado’1962.
Lemaitre, campeón en Barcelona’2010, revalidó su título como ya hicieran Valery Borzov (ganó 3 oros consecutivos), Linford Christie (también 3 seguidos) y Francis Obikwelu (campeón en 2002 y 2006).
La diferencia de 3 centésimas entre el Oro y la Plata es la menor desde que el soviético Borzov lograra el primero de sus títulos aventajando en 1 centésima al galo Alain Sarteur en Atenas’1969.
El noruego nacido en Gambia Jaisuma Saidy Nduré completó el podio dando a su país la 2ª medalla de su historia en la prueba tras la Plata conseguida por Geir Moen en Helsinki’1994.
Ni Checoslovaquia ni la República Checa habían logrado nunca el Oro europeo en jabalina pese a contar con uno de los mayores prodigios en la historia de la prueba: Jan Železný. Y lo que no pudo conseguir el maestro lo ha hecho el alumno y Veselý (actualmente entrenado por Železný) ganó el título pese a una pobre marca, 83,72m, la peor para un campeón europeo de jabalina desde que Jānis Lūsis ganara en Belgrado’1962 con 82,04m (fue el 1º de los 4 títulos seguidos del letón, entonces soviético).
Valery Iordan se quedó a tan solo 49 centímetros del título, igualándose la menor diferencia entre Oro y Plata en la historia de la prueba. El record data de 2002 cuando Steve Backley (GBR) consiguió su 4º título consecutivo superando por esos 49 centímetros a Sergei Makarov que era, hasta hoy, el único representante ruso medallista europeo en jabalina.
Los malos concursos del ídolo local, Tero Pitkämäki (11º), y del vigente doble campeón olímpico, Andreas Thorkildsen (4º y sin intentar sus 3 últimos lanzamientos), permitieron al finés Ari Mannio colgarse el Bronce. Pese a ser la prueba reina en el atletismo de Finlandia, el título continental se les resiste desde que Haanu Siitonen lo lograra en Roma’1974.
Con un espectacular 2º día (1º en vallas, disco y jabalina y 2º en pértiga), el alemán Pascal Behrenbruch solo necesitó una discreta marca en 1500 para asegurarse el título de campeón de Europa. Es el primer alemán que lo logra desde Joachim Kirst (RDA) en Helsinki’1971 (la RFA también ganó este título con Werner von Moltke en Budapest’1966).
La puntuación de Behrenbruch en el 2º día fue de 4.267 puntos y esta actuación parcial sí se puede comparar con Ashton Eaton que en su reciente y estratosférico record mundial consiguió en el 2º día de competición 4.311 puntos.
Los 4 triunfos parciales de Behrenbruch (peso, vallas, disco y jabalina) no se veían en el campeonato de Europa desde Budapest’1998 cuando el estonio Erki Nool ganó el título con idéntico número de victorias parciales, 4: 100 lisos, longitud, pértiga y jabalina.
Ivet Lalova confirmó su favoritismo con el título continental. Es el primer Oro que Bulgaria logra en la prueba pero no la 1ª medalla puesto que Anelia Nuneva se hizo con la Plata en Stuttgart’1986.
El viento en contra, 0,7 m/s, no es excusa suficiente para la paupérrima marca de la ganadora, 11″28, la peor para una medalla de oro desde que Renate Stecher (RDA) venciera en Helsinki’1971 con 11″35.
La segunda y tercera clasificada compartieron marca: 11″32. Es la 4ª vez que ocurre en la historia de la prueba tras 1938 y 1954 (cuando solo se medía hasta la décima) y 2006.
La diferencia entre el Oro y el Bronce, 4 centésimas, resulta de nuevo histórico ya que la menor hasta ahora era de una sola décima en 1938, 1954 y 1958, en los 3 casos cuando aun no se llegaba a la centésima y por tanto era la mínima distancia posible (exceptuando, obviamente, el empate).
La medalla de Bronce de Lina Grinčikaitė es la 2ª presea que obtiene Lituania en cualquier prueba femenina. Nelė Žilinskienė, bronce en altura en Helsinki’1994, ya no está sola.
Francia sí había ganado algún concurso en la historia de los Europeos pero el éxito en uno femenino se les resistía desde hace 62 años. Éloyse Lesueur acabó con el maleficio saltando 6,81m (la peor marca de una campeona desde que Valy Ionescu (RUM) ganara con 6,79m en Atenas’1982). Las únicas franceses campeonas de Europa en un concurso fueron Arlette Ben Hamo (Pentatlón en Bruselas’1950) y Anne Marie Colchen (Altura en Oslo’1946).
La Plata de Volha Sudarava representa la 1ª medalla de Bielorrusia en un concurso de salto, ya sea masculino o femenino, un gran éxito para un país con una grandísima tradición en lanzamientos.
Margrethe Renstrøm logró el bronce a tan solo 14 centímetros del Oro. No es la primera medalla de Noruega en la prueba pues Berit Berthelsen logró el mismo metal en Atenas’1969 pero quedándose a tan solo 5 centímetros del título.
Un inexplicable hundimiento en los últimos 50 metros de la gran favorita a la victoria, la portuguesa Sara Moreira (que hasta entonces había controlado magistralmente la carrera), permitió el triunfo de la rusa Olga Golovkina. Con esta medalla de Oro a Rusia únicamente le falta por ganar el título europeo en una carrera femenina: 100 vallas, prueba que tampoco ganó ninguna atleta de la Unión Soviética (en su antecesora, los 80 vallas, la URSS sí consiguió 2 títulos: Golubnichaya en Berna’1954 y la azerbaiyana Bystrova en Estocolmo’1958).
La prueba tiene poca tradición (se estrenó en Budapest’1998) y la diferencia entre el Oro y el Bronce fue de tan solo 35 centésimas, la menor de los cinco 5.000 disputados hasta la fecha (en 2002, 46 centésimas separaron al primer y el tercer lugar del podio).
* David Fernández es estadístico. En Twitter: @EldrickISB
– Foto: AFP
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