Samuel Eto’o ya luce como nuevo fichaje del Chelsea. El delantero camerunés, de 32 años, aún conserva su aspecto pícaro y juvenil; queda por ver si también guarda en el frasco la esencia goleadora que le catapultó a la cumbre y que tendrá que esparcir por el verde en estos doce meses de contrato con el club londinense. Eto’o parece que vuelve con la maleta vacía de un largo exilio, donde muchos le perdieron la pista y otros se limitaron a saber que estaba ahí, como quien ve un libro en una estantería. Retiro dorado en la fría liga rusa, a donde Samuel corrió como un negro para vivir como un blanco para, tras el catacrack del Anzhi, reaparecer con los bolsillos llenos de billetes y ansias de gloria pretérita, la de las copas y los triunfos.
Estos dos años alejado de la alta competición pueden pesar en la mochila del delantero africano, otrora ídolo en Mallorca, Barcelona o Milán. Con la espina clavada de su intrascendente paso por el Real Madrid, Eto’o se reivindicó poniendo patas arriba el Bernabéu siempre que le fue posible, señalando al palco, mirando al cielo azulgrana o levantando la Champions con el Inter tras 40 años de sequía. Indómito, irreverente y a veces deslenguado, el camerunés fue zarandeado por la voz de la experiencia, acusado de falta de feeling y reciclado al lateral derecho en momentos de vacas flacas, todo ello entre gol y gol, siempre con trofeos de por medio. Goleador en partidos decisivos, trabajador incansable, venenoso y adictivo, devolvió al pedestal europeo al Barcelona e Inter, primero con Rijkaard y Ronaldinho, luego con Guardiola y Messi y finalmente con Mourinho y Sneijder. Ha sido el técnico portugués el que le ha repatriado para la causa y, de paso, convertirle en su paladín de la gloria perdida para juntos acometer el reto de ser los más laureados de su estirpe en Europa. Con la dinamita en las venas, Samuel puede reencarnarse en el Drogba de la última época blue, el de la épica y el cuchillo, porque si tiene oportunidades, marcará. Eso no se olvida. Y ganar tampoco.
* Sergio Pinto es periodista.
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