Esto es más que una camiseta
Para la mayoría de las selecciones el Mundial supone el final de un ciclo, es la cita que llevan preparando durante los últimos cuatro años y que para algunos de sus jugadores será la última ocasión de disputar una gran competición internacional.
En el caso de Los Pumas se trata de una estación intermedia. La realidad del rugby argentino cambiará diametralmente tras este campeonato del mundo; en 2016 arranca la franquicia argentina del Super Rugby con todo lo que ello conlleva: los jugadores contratados por la Unión Argentina de Rugby serán los que formen parte del equipo y al mismo tiempo de la selección.
Durante muchos años la selección argentina estuvo en tierra de nadie, no disputaban ninguna competición oficial de máximo nivel a excepción de los Mundiales; ese problema se solventó con su entrada en el Rugby Championship ya que pasaron a competir anualmente contra Nueva Zelanda, Sudáfrica y Australia.
El otro gran problema venía dado de que sus grandes estrellas jugaban en Europa y apenas tenían tiempo para preparar las compromisos internacionales con la selección.
PLAN DE TRABAJO A LARGO PLAZO
El rugby argentino ha tenido una evolución basada en la lógica de un plan de trabajo a largo plazo; se crearon los Planes y Centros de Alto Rendimiento para poder centralizar una cantera de jugadores que fuese evolucionando en las diferentes selecciones. Pumitas, Jaguares, Pampas XV, Argentina A…
Una estructura programada para que todas las categorías inferiores desarrollasen un estilo de juego similar al que se pretendía para Los Pumas. Daniel Hourcade, el actual seleccionador, es un profundo conocedor de la cantera y eso ha servido para que exista una transición natural de los jugadores jóvenes hacia la selección absoluta. Así han llegado jugadores que con poco más de veinte años ya se han convertido en habituales de Los Pumas: Lavanini, Petti, Lezana, Matera, Isa, De la Fuente, Cordero, Rete…
En el caso de Tomás Lavanini y Pablo Matera estamos hablando de jugadores del máximo nivel internacional y que se convertirán en referentes de la franquicia del Super Rugby y de la selección tras el Mundial 2016. Por su juego y presencia en la cancha recuerdan mucho a Eben Etzebeth y Marcell Coetzee, con la exigencia que esta comparación supone.
Hay un dato que impresiona: Argentina es la única selección de las veinte que disputan el Mundial cuyos 31 jugadores han nacido en el país.
Los Pumas llegan al Mundial en pleno proceso evolutivo y de transición tanto de juego como de modelo.
Daniel Hourcade insiste en que su equipo tiene que conseguir salir desde el fondo de la cancha jugando la pelota con criterio, a la mano, practicando un juego expansivo que permita tener una posesión útil de la pelota. Con jugadores y modelo en proceso de ensamblaje, hemos visto al equipo cometer errores que les han costado puntos en contra en el Rugby Championship, pero que también les han llevado a conseguir derrotar a los Springboks por primera vez.
Ese modelo de juego tan dinámico es el que se van a encontrar los jugadores de la franquicia cuando se enfrenten a equipos neozelandeses y australianos -incluso los sudafricanos Stormers o Golden Lions- en el Super Rugby. Se trata de un modelo de juego vinculado a un proyecto de futuro, superando de nuevo la tentación de lo inmediato.
Arrancan Los Pumas su participación en el Mundial jugando contra los All Blacks, pero encuadrados en un grupo en el que son claros favoritos para conseguir el segundo puesto y asegurarse un cruce de cuartos de final asequible, a priori, contra Francia o Irlanda.
El último partido de Los Pumas en el Mundial será el de la despedida para todos los jugadores que seguirán en Europa la próxima temporada; aquí se quedan Marcos Ayerza, Mariano Galarza, Juan Martín Fernández-Lobbe y Marcelo Bosch. Jugadores que han sido parte de la columna vertebral del equipo durante los últimos años.
Juan Pablo Socino, Manuel Carizza, Juan Figallo, Gonzalo Camacho o Benjamín Macome son otros nombres que continuarán su carrera en Europa.
Aquellos históricos Pumas de Bronce de 2007 abrieron el camino para estos Pumas del futuro, pero esa es otra historia.
* Javier Señaris es analista de rugby.
BUSCADOR DE CATEGORÍAS
BUSCADOR POR MES
ÚLTIMOS TWEETS
Tweets por @martiperarnauSÍGUENOS EN FACEBOOK
