1.- A Eslovenia (y a medio campeonato) la sola presencia de Faried le provocaba tal asfixia, tal retardo en los cauces naturales del juego, tal exigencia física, que sus cortes, sus rebotes y su manera de rebañar cada bola suelta le bastó a Estados Undos para mantenerse por encima en el marcador, en una desastrosa primera parte en cuanto a tiro y claridad en la circulación.
2.- Una situación que vino determinada, fundamentalmente, porque Irving quedó relegado a un vulgar transicionador y Harden abusó de la pelota en el mal sentido del término. Mala selección de tiro y penetraciones imposibles que más que provocar las segundas opciones de Davis y Faried lo que provocaban era que los hermanos Dragic salieran como balas hacia el aro contrario.
3.- Eslovenia (país con 2 millones de habitantes) le plantó cara a Estados Unidos (313 millones) durante una primera parte entera (42-49), con los hermanos Dragic hipervitaminados y un Lorbek memorable.
4.- El problema fue que Eslovenia no tiene fondo, del cansancio surgieron las pérdidas y de las pérdidas, el castigo estadounidense. Estados Unidos despertó al tiempo que despertó la sombra de Harden. Después de un horripilante 0/10 en la primera parte, llegó a los 14 puntos con la naturalidad propia de su talento. Su despertar vino acompañado de un Derrick Rose que, poco a poco, se va pareciendo a sí mismo y transiciones que terminaban con la pelota hundida en la red. Eslovenia duró lo que duraron los Dragic.
5.- Por otro lado, Thompson sigue comportándose como un asesino silencioso. Dice mucho de él que se comporte igual en el campo sea cual sea el rival, con gran regularidad y determinación. En los Golden State Warriors deben estar contentos ante lo que se avecina. Sus dos jugadores han sido los máximos anotadores, una vez cada uno, en los dos últimos encuentros.
y 6.- El rebote ofensivo: en el primer parcial, Estados Unidos ya contabilizaba 14, una monstruosidad. Cuando Coach K tuvo que hacer su enésima reestructuración de la rotación y fijar una base para abordar el campeonato, pocos esperaban esta exhibición en la pintura. Davis y Faried agotan a cualquiera con solo mirarlos. Quien pueda plantarle cara a ellos, podrá competir con el resto. Pero por ahora nadie lo ha conseguido.
* Javier López Menacho.
– Foto: FIBA World Cup 2014
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