1.- Decía Vicente del Bosque en la previa del encuentro ante Eslovaquia que este era el partido más difícil del grupo. No andaba equivocado el seleccionador español. En Zilina, ante 10.000 espectadores, España tenía que jugar a su máximo nivel si quería encadenar la decimoquinta victoria consecutiva fuera de casa en partidos clasificatorios. Desde el inicio se vio que el duelo Skrtel-Diego Costa traería cola. Ambos jugadores, duros en el choque, se buscaban y se encontraban.
2.- Eslovaquia defendía en repliegue bajo, con una línea de cuatro y otra de cinco por delante, en la que los dos extremos se cerraban para impedir el juego por dentro de España. Arriba quedaba Hamsik para buscar la espalda de Albiol y Piqué. España, que situaba a Busquets y Koke en doble pivote para sacar el balón (algo ilógico ya que Eslovaquia solo presionaba con Hamsik, era un cuatro contra uno), buscaba a Diego Costa en profundidad y lanzaba a sus dos laterales, Jordi Alba y Juanfran, muy arriba. Precisamente la espalda de Jordi Alba era la salida más clara para Eslovaquia, que no encontró demasiada oposición de España en la presión ya que esta era descoordinada. En su primera ocasión, Pekarik superó en profundidad a Alba y centró para que Mak disparara, pero Casillas hizo una buena intervención y despejó a córner.
3.- En el minuto 18, tras una falta de Busquets, un disparo de Kucka sorprendió al portero madridista. El jugador eslovaco lanzó la falta algo alejado de la frontal del área y el balón fue al centro, pero Casillas no pudo despejar y su error permitió a la selección eslovaca adelantarse en el marcador. Este tanto llegó en los mejores minutos de España, cuando más control tenía y más le costaba salir a Eslovaquia.
4.- Aunque, realmente, España nunca se encontró del todo cómoda. Tuvo ocasiones, aprovechándose del binomio Cesc-Costa, que acabó con un remate de cabeza del hispano-brasileño, y de la sorprendente debilidad de Eslovaquia a balón parado, con sendas ocasiones de Costa y Busquets antes de acabar la primera mitad. Pero Kozacik estuvo acertado y Eslovaquia llegaba por delante al descanso sin haber sufrido demasiado en defensa posicional.
5.- La primera parte dejaba dudas en España. ¿Cuál va a ser el plan de Del Bosque en esta nueva-vieja etapa? La Selección fue monótona en su juego, con una circulación lenta y demasiados jugadores por detrás del balón. Costa trataba de ofrecer soluciones: caía a banda izquierda y descargaba para los jugadores de segunda línea, pero estos se mostraban imprecisos en el pase y nunca se veían triángulos que permitieran al equipo español combinar y avanzar juntos hacia la meta de Kozacik. Quizá, situar a Cesc más cerca de Busquets (como en el Chelsea con Matic), podía ser una solución.
6.- La reanudación parecía positiva para España, que a los cuatro minutos cuajó una gran combinación entre Iniesta y Busquets. Este filtró un buen pase a Juanfran, que centró raso, pero Cesc no pudo marcar. No hubo muchas más ocasiones claras. Diego Costa recibía de espaldas y giraba bien, pero necesitaba presencia de más compañeros entre líneas. Eslovaquia estaba más replegada aún, defendiendo dentro del área y renunciando casi por completo al contraataque.
7.- Del Bosque movió el banquillo, pero sus cambios fueron de jugadores y no de sistema. Entró Pedro por Albiol, pasando Busquets al puesto de central junto a Piqué. Sí fue positiva la presencia de Paco Alcácer (por Silva). El valencianista lee las jugadas antes que nadie y es muy, muy oportuno. Tanto que en el minuto 82, tras un centro de Jordi Alba desde el costado izquierdo, se anticipó a la defensa eslovaca (estaba, por poco, en fuera de juego) y marcó el gol del empate. Control y definición: gol. Con Alcácer parece fácil, pero no lo es.
8.- Poco antes había entrado Cazorla por Juanfran, en otro cambio que no varió el sistema de juego español. Cazorla ocupó la banda derecha con funciones de lateral. No aportó por dentro, ni en la elaboración ni en el desborde. Mientras tanto, Carvajal y Azpilicueta estaban en el banquillo.
9.- España no era constante ni tenía un plan de juego definido. Los movimientos eran individuales y solo una genialidad de Iniesta, Costa o Alcácer podía volver a desequilibrar la balanza. No fue así. En un rápido contraataque, Eslovaquia cogió a España descolocada. Duris se coló por la banda izquierda de la defensa española (Alba no estaba en su posición y Koke no llegó a cerrar) y la puso al segundo palo, donde estaba Stoch… con Cazorla. El eslovaco le ganó la espalda y remató de cabeza a placer cuando Casillas ya estaba casi dentro de su portería. España había hecho lo más difícil, empatar, pero solo cuatro minutos después recibió el definitivo 2-1.
10.- Ni perdiendo, ni tras el empate, España dio sensación de orden. Movimientos individuales, jugadores fuera de su posición, Cesc alejado de la base, Cazorla en el lateral derecho, Pedro por dentro e Iniesta lejos del área. Solo el cambio de Alcácer aportó a la selección, necesitada del orden, la jerarquía y el rigor táctico de jugadores que ya nunca volverán.
y 11.- La duda reside en saber si Del Bosque será capaz de construir un equipo con una identidad y patrón de juego claros tras las salidas de Alonso y Xavi. Hoy no ha sido capaz de aportar ninguna solución táctica al caótico juego español, pero tiene mimbres para seguir compitiendo: Diego Costa mejorará, Koke no siempre será tan intrascendente, Ramos se recuperará de su lesión, y tienen que sumarse jugadores del nivel y la proyección de Isco y Thiago, que deben ser importantes en el presente y futuro cercano. Nada volverá a ser como antes, pero puede construirse un equipo potente, muy potente. Siempre que Del Bosque tenga claro qué tipo de equipo quiere que sea su, de momento, nueva-vieja España.
* Ismael Ledesma.
– Foto: EFE
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