"El éxito se mide por el número de ojos que brillan a tu alrededor". Benjamin Zander
Rebelde por naturaleza, llamó la atencion en Italia por la forma en la que vivía y sentía el fútbol de la época. Su juego era la reivindicación de la libertad individual, del instinto, la imaginación y la huida del sentido colectivo. Nació en Lugo di Romagna (Ravenna) en 1927, fue un extremo diestro liviano (1,63 m. y 60 kg.), rápido, magnífico en el regate, difícil de parar en el uno contra uno y con una gran precisión en el pase. Conocido como Mucci, expresaba su rebeldía tanto dentro como fuera del terreno de juego, donde fue protagonista de varias polémicas.
Comenzó a jugar en el Biellese de la Serie B hasta que la Juventus le echó el ojo y lo fichó con 19 años. Debutó en un encuentro en 1946 frente a la Triestina y sorprendió a todos los aficionados con su potente disparo pese a su aparente fragilidad física. En sus primeras campañas en los bianconeri la supremacia del Torino era evidente y no tuvieron ninguna posibilidad de acercarse al título liguero. El panorama cambió con el accidente de Superga y al año siguiente, en la temporada 1949-1950, lograría su primer Scudetto tras aventajar la Juventus al Milan en 5 puntos. No pudieron revalidar el entorchado doméstico en 1951 (ganó el Milan), pero sí lo lograrían en la campaña 1951-1952, de nuevo quedando por encima de la escuadra lombarda. Por aquel entonces formaba tripleta atacante con Boniperti y John Hansen, y en tres años lograron la increíble cifra de 301 goles en la Serie A. La Juve encontró potentes rivales en el Inter de Alfredo Foni y el Milan de Puricelli, y salvo dos segundos puestos no volvió a tener opciones reales de conseguir el campeonato italiano. Corría el año 1955 cuando Mucci recibió una oferta del Lazio y siguió su carrera en el conjunto capitalino. Allí se encontró con los artilleros Selmosson y Bettini, que se aprovecharon de sus asistencias desde el flanco derecho. En la Serie A obtuvieron su mejor resultado en la temporada 1956-1957, con un tercer lugar, mientras que su único título en la época lazial fue la Coppa de Italia conquistada en 1958 tras vencer a la Fiorentina por 1-0. Regresó ese mismo verano a la Juventus debido a la gran amistad que le unía con Boniperti, y tras jugar 15 partidos puso fin a su trayectoria deportiva como juventino. Su retiro oficial tuvo lugar en 1960 después de disputar 3 partidos en la Serie B con el Como.
En la selección italiana tuvo un importante papel en la década de los 50. Su primer partido, en Bolonia ante Bélgica, acabó con victoria transalpina por 3-1. Fue convocado para el Mundial de Brasil 1950. Italia llevaba una escuadra de circunstancias, puesto que la base del equipo la formaba el Torino que el año anterior había perecido en un accidente aéreo. Quedaron encuadrados en el Grupo 3 con Suecia y Paraguay, y tras la derrota ante los escandinavos (3-2 con un gol de Muccinelli) y la victoria por 2-0 frente a los guaraníes hicieron las maletas de vuelta a casa. Participó en la fase de clasificación para el Mundial de Suiza de 1954, donde les tocó jugarse el pase ante Egipto, a la que vencieron tanto en el partido de ida por 1-2 (el segundo gol fue obra de Muccinelli) como el de vuelta por 5-1, y consiguieron el pasaporte al torneo. Realizaron un discreto Campeonato del Mundo y fueron eliminados en la primera fase. Compartían liguilla con el organizador, Suiza, Inglaterra y Bélgica y solamente consiguieron una victoria ante los diablos rojos, que no fue suficiente para pasar de ronda. Su último encuentro como internacional tuvo lugar en 1957 en la clasificación para el Mundial de Suecia de 1958 ante Irlanda del Norte, a la que derrotaron por 1-0. En total, su bagaje en la azzurra se resume en 15 partidos y 4 goles.
Falleció en San Paolo di Savona en 1994 a los 67 años de edad.
* Alberto Cosín.
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