En plena forma

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En plena forma

por RAFAEL LEON el 15 febrero, 2014 • 22:37

1.- Si hay un rival al que resulta cómodo recibir en casa para un gigante ese es el Rayo Vallecano de Paco Jémez. Su estilo valiente o suicida (según gustos o momentos) llevado a cabo por jugadores de un nivel muy discreto se traduce en una cantidad ingente de espacios para el equipo local. Y atacar con espacios es lo que quieren todos. Evidentemente, luego hay que aprovecharlos. Y el Barça lo hizo del minuto uno al noventa.

2.- El Barça salió a comerse a su rival. Con una enorme fluidez en la circulación, gracias al acierto en el pase y la generosidad en los movimientos, se conseguía progresar y encontrar situaciones de ataque claras con enorme facilidad. Incluso la titularidad de un Puyol cuyos grandes días ya pasaron era asumible para su equipo, que agradeció que las dimensiones del Camp Nou permitieran imponer su nivel técnico y no correr tanto detrás del balón como hace unos meses en Vallecas.

3.- Dicho esto, el Rayo también pudo producir sus ocasiones. No obstante, pareció una situación asumida de antemano y que no preocupó en exceso. Al fin y al cabo las facilidades con que se le podía atacar hacían innecesario asentar al equipo en campo contrario para mejorar la transición defensiva. También compensaba intentar un pressing adelantado por las enormes posibilidades de conseguir una recuperación letal dada la baja calidad técnica del Rayo en relación a lo que propone. Si lo superaban, siempre quedaría un Valdés que, una vez más, ha convertido en cero goles encajados lo que en un portero normal habrían sido dos o tres.

4.- Quien no lo haya visto ya puede imaginar qué hicieron un Messi que se encuentra al nivel que le convirtió en firme candidato a mejor jugador de siempre, un Iniesta que por fin se comporta este curso como el mejor centrocampista de ataque que hasta que algún genio descomunal diga lo contrario seguirá siendo y un Cesc que, con espacios y en una forma que este curso parece estar prolongando, no desentona con los anteriores.

5.- Nos referimos a una defensa vallecana que se resquebrajaba con cada movimiento de Alexis, haciendo olvidar momentáneamente la dicotomía desmarcarse para Messi o para él mismo que se aprecia entre la anterior temporada y esta, pues cada desmarque valía para todo. Y de un equipo culé con muchas ganas de gustarse y de gustar, sin un gran acierto en la definición pese a acabar el partido con un seis goles a favor.

6.- Pese a que a veces seamos excesivamente críticos, el actual equipo tiene virtudes incontestables debidas en buena parte al trabajo de su entrenador. Su planteamiento táctico inicial suele ser bueno y, sobre todo, la mayoría de los jugadores se encuentra en un inmenso estado de forma. En este sentido, el nivel medio es de los mejores (si no el mejor) vistos en los dos últimos años.

7.- Con estado de forma no nos referimos exclusivamente al nivel físico, que desligado de los restantes en el fútbol significa poco o nada, sino a la combinación de este con el estado psicológico y el nivel de acierto técnico. Juntos conforman un excelente estado de forma individual de un puñado tan grande de jugadores que hay calidad de sobra para disputar todas las competiciones. Sin embargo, será su versión colectiva (la táctica) la que determine si pueden hacerlo. En cuanto a esta última las sensaciones ya no son tan halagüeñas, pero si hay un rival que sirve poco o nada para medirla, ese es el Rayo.

y 8.- Así, el Barça llega al tramo decisivo de la temporada a un excelente nivel medio individual (solo ligeramente empañado por la lesión de Neymar y la falta de minutos competitivos de un potencial titular como Bartra) y en la posición correcta para pelear por sus objetivos. Para lograrlos hará falta ser también un gran equipo. El martes empezaremos a saber si puede llegar a serlo.