En defensa de Zubizarreta
Si criticas a un jugador veterano, no tienes memoria. Si a uno joven, no tienes paciencia. Si a uno de edad media, no estás valorando el contexto. Si criticas al entrenador, te crees que sabes más de fútbol que él. Si criticas a la junta directiva, es porque eres del bando opuesto. Si criticas a Zubi, eres… ¿gracioso?
Mientras que todos los demás disponen de mejores o peores argumentos de defensa que quienes tratan de dárselas de neutros, humildes o moderados, no hay ningún argumento de defensa para las críticas a Andoni Zubizarreta. Y sí muchas críticas absurdas provenientes de los más amplios sectores. Desde que debió imponerse e introducir en el vestuario del mejor equipo de la historia del Barça a quien el mejor entrenador de su historia no quería hasta criticarle por acometer fichajes deseados por el cuerpo técnico y que, en su momento, a todo el mundo parecieron bien.
Empecemos por los fichajes (o los no fichajes). Veamos: ¿es él quien decide a quién hay que fichar? Con Guardiola estaba claro que no. Después, públicamente se vende un consenso que no sabemos si existe o, en caso de existir, no sabemos qué opinión pesa más. Desde luego, esta debería ser la del entrenador, pues por algo es quien, con su trabajo, va a tener un mayor porcentaje de responsabilidad en que el rendimiento del jugador fichado sea el esperado.
Pero supongamos que algunos fichajes los hace él. Si posteriormente el jugador no rinde, ¿habrá sido su culpa? ¿En qué grado? Es extremadamente difícil conseguir jugadores que encajen en un equipo hecho que funciona a la perfección y que, cuando deja de hacerlo, se ignora hasta que la realidad resulta irrefutable. ¿También de esto tiene culpa? ¿O no son la directiva y el entrenador de turno quienes tienen más peso en la búsqueda del continuismo o la ruptura?
Porque esa es la otra clave: la directiva. Una veces marca la austeridad por bandera y otras gasta casi cien millones de euros en un único jugador que considera oportuno. No sabemos en qué medida permite al secretario técnico decidir, al menos, quién va a ser el entrenador.
Habrá quien, leyendo esto, considere a Andoni Zubizarreta un pelele y, por ende, alguien deshonesto por mantenerse en un cargo en el que sus decisiones no son tenidas en cuenta. Pero, ¿quién puede asegurar eso? ¿Cómo saber si, de algún modo, no ejerce una útil labor de contrapeso entre el cuerpo técnico y la directiva? Todo lo anterior es en referencia exclusivamente al primer equipo. Pese a que no que acaban aquí sus funciones, nos limitaremos al mismo en este artículo por ser el que provoca la mayor parte de las críticas.
Es muy fácil cebarse con quien ocupa la posición más débil y ridículo criticarle por decisiones que no le competen. Además, es un flaco favor para el club convertirle en el chivo expiatorio de males de quienes otros tienen la verdadera culpa. Si acaso, estaría bien que alguien nos aclarara en qué consiste exactamente el trabajo de Andoni Zubizarreta y así criticarle con motivo o bien tragarnos nuestras palabras. Pero no creo que interese.
* Rafael León Alemany.
– Foto: EFE
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