En busca del equilibrio perdido

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En busca del equilibrio perdido

por ALBERTO LOPEZ FRAU el 16 septiembre, 2014 • 23:32

1.- El Real Madrid goleó al Basilea con relativa comodidad en un primer tiempo que dejó el partido visto para sentencia. En el habitual circo mediático que rodea siempre al conjunto blanco, la victoria se puede considerar balsámica y el bálsamo tiene una caducidad de cuatro días, los que faltan para el partido en Riazor el próximo sábado. El Basilea que jugó esta noche en el Bernabéu no debe ser un termómetro de una supuesta mejoría del Madrid, aunque el encuentro en su totalidad deja varias reflexiones que a estas alturas de temporada se convierten en pocas conclusiones.

2.- Ancelotti modificó el sistema buscando algo más de equilibrio. Del 4-4-2 con el que venía jugando últimamente retornó al 4-3-3 de varios pasajes del curso pasado. Kroos jugó en la posición de teórico mediocentro flanqueado por Modric y James Rodríguez. En el lateral derecho entró Nacho, que firmó un primer tramo de partido muy activo, aportando en ataque y marcando el primer tanto con la colaboración de Suchy. El Madrid juntó muchos futbolistas por dentro en los primeros minutos. Así crecieron James, taconazo incluido en la jugada del uno a cero, y Bale y por ende el equipo. El Basilea formó con tres centrales: Schär, Samuel y Suchy. Los tres son lentos y conscientes de ello esperaron muy atrás al Madrid en el inicio del choque. Protegidos por Fabián Frei y El Neny por delante, el conjunto suizo armó el fuerte confiando todo en ataque lo que pudieran cazar Derlis González y Marco Streller. Derlis sí puede contragolpear, pero a Streller le cuesta mucho más porque su hábitat natural es el área y sus condiciones son de delantero centro.

3.- El Madrid de lo que llevamos de temporada 2014-15 es un conjunto que quiere mucho la pelota porque la tipología de sus centrocampistas invita a ello. Cristiano Ronaldo pasa más minutos de los que solía antaño cerca de la banda derecha y el equipo intenta dominar los partidos desde la posesión abriendo el campo. Sin embargo, sigue golpeando cuando puede correr y este hecho encuentra explicación en futbolistas como Gareth Bale. La relación del galés con el gol, desde que llegó, ha sido mucho mejor que la que tiene con el juego. Suele jugar mucho por la derecha, pero cuando entra por la izquierda e intercambia su posición con Cristiano hace mucho más daño. Modric dibujó un pase de vídeojuego con el exterior de su pie derecho y Bale arrancó con mucha fuerza desde el costado izquierdo para superar a Vaclik y marcar el segundo gol.

4.- El Madrid enloqueció unos minutos y sentencio el partido. A un robo de Toni Kroos –tendrá que hacer muchos así para conseguir equilibrar el equipo– le dio continuidad Modric habilitando a Bale, en esta ocasión en la derecha; Cristiano había empezado a correr tiempo atrás en la otra banda intuyendo la jugada. El galés le vio y le puso en bandeja el tercer tanto. Dos minutos después, James puso el broche a su buen primer tiempo acompañando una buena jugada previa entre Cristiano y Benzema para recoger el rechazo de Vaclik a disparo del francés y colocar el cuarto. En ese buen tramo de juego del Madrid brilló Luka Modric: templó, mandó, condujo y habilitó con criterio.

5.- En pleno proceso de aniquilamiento del rival, el Madrid evidenció alguna de sus carencias. Un desajuste defensivo por no presionar en bloque dejó a Derlis delante de la frontal del área blanca. Se coló entre Pepe y Ramos para batir a Casillas de un buen tiro cruzado. El gol del Basilea no debe desmerecer el buen estado de forma de Pepe, el mejor con diferencia de los cuatro zagueros blancos.

6.- El Basilea de esta temporada ha perdido al portero Sommer, un veterano de 25 años por su aplomo, y de mediocampo en adelante ha perdido a Stocker, y el equipo no tenía hoy sobre la hierba ningún jugador para enlazar el mediocampo y la zona de ataque. Con los once muy atrás y los laterales, Xhaka y Safari, sin posibilidad de progresar en campo contrario, solo la amplitud del marcador y el habitual bajón físico del Madrid en las segundas partes le permitió asomar más en campo contrario tras la reanudación.

7.- Hay que detenerse en Benzema. Karim sufre. Cristiano y Bale monopolizan el espacio y la pelota. Este Madrid repliega menos buscando el contragolpe, donde el francés brillaba aportando la pausa justa y habilitando el despliegue del Madrid de la pegada de antaño. Ahora, en el juego de posesión, que en teoría le beneficiaría por su capacidad asociativa, le buscan poco y además no puede caer a las bandas porque ambas están ocupadas. Por fortuna para él se despachó con un golazo tras una jugada maravillosa con Cristiano que le permitirá una tregua de cara al respetable. El Madrid corre el riesgo de perder un jugador superlativo para la causa.

8.- El golazo de Benzema fue lo más destacado de un segundo acto que evidenció un día más que el Madrid no está muy pletórico físicamente en este principio de temporada y que sigue pecando de cierto egoísmo arriba. Bale pudo regalar un tanto a Cristiano y terminó tirando él, casi sin ángulo, probablemente a causa de lo que comenté antes. Sus goles camuflan una falta de adaptación galopante al juego del equipo. Marcelo apareció más y qué importante sería para el Madrid contar con una buena versión suya. Le cuesta jugar una temporada completa al mismo nivel, pero es una solución ofensiva imprevisible que enriquece el juego blanco.

9.- Paulo Sousa intentó que su equipo tuviese nuevos bríos con algunos cambios. Primero con la entrada Kakitani por un Walter Samuel superado pero que aplica la misma dignidad de siempre a su juego en el tramo final de su carrera. Y más tarde entró Embolo por Streller. El Basilea no se descompuso más y por momentos incomodó al Madrid. Casillas le sacó un buen mano a mano a Derlis González.

y 10.- El encuentro ya no dio para más. El Madrid encontró aire en el 4-3-3, pero como en el fútbol, no hay verdades absolutas, habrá que esperar a rivales de mayor enjundia para comprobar si ese sistema puede soportar el peso de alinear juntos a James, Cristiano, Bale y Benzema, cuatro jugadores a los que les cuesta asumir responsabilidades defensivas con frecuencia y regularidad independientemente de su posición en el campo. La película podría titularse En busca del equilibrio perdido.