Empate trampa

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Empate trampa

por ALBERTO LOPEZ FRAU el 14 abril, 2015 • 23:00

1.- Atlético y Real Madrid empataron a cero en un partido de ida clásico de cuartos de final de Champions. No hubo goles, pero sí fases en las que ambos equipos mostraron las virtudes con las que son capaces de dañarse uno a otro. La primera media hora fue para el Madrid; gobernó el partido en campo rojiblanco con un Sergio Ramos que capitaneó el inicio de todas las acciones ofensivas de los blancos. Salvo un descuido puntual, en un balón que perdió en la salida desde atrás, el sevillano estuvo majestuoso de inicio. Con Ramos más cerca, Kroos se sentía más libre para balancear el equipo y Modric para penetrar en campo contrario. El Madrid era dueño y señor y cualquier atisbo de contragolpe del Atlético lo abortaba la escoba Raphael Varane, que estuvo majestuoso corrigiendo al espacio.

2.- Se pudo adelantar el Madrid en el marcador muy pronto cuando Godín erró en un intento de despeje y Bale se quedó solo delante de Oblak. El portero esloveno le adivinó la intención y le sacó una mano magnífica cuando el galés buscaba el palo largo con su disparo. Jan Oblak fue el protagonista absoluto del primer acto. Apareció dos veces ante Gareth Bale y otras dos ante James Rodríguez. Su actuación fue extraordinaria. El Madrid era superior al Atlético por varias razones. La condición técnica de su centro del campo es superior y además al Atlético le duraba muy poco la pelota cuando la recuperaba. Sin Tiago, de largo el mediocentro más capacitado de los rojiblancos para tener el balón, el Atlético no conseguía llegar nunca arriba de una forma elaborada. El único recurso en los primeros 30 minutos fue tirar balones largos. Cuando estaba Diego Costa, sacaba mucho provecho a ese tipo de balones. Esta temporada, sin él y sin Torres de inicio, el Atlético regalaba el balón una y otra vez.

3.- Lo que no tuvo el Madrid fue acierto de cara a gol. El Atlético se rehízo en los últimos 15 minutos de la primera parte, cuando fue a buscar un poco más arriba al Madrid. Mandzukic y Sergio Ramos iban a la guerra una y otra vez. La pelea del croata en cada balón aéreo le dio vida a su equipo. El conjunto rojiblanco consiguió trabar al fin la salida desde atrás del Real Madrid, y como recuperó la pelota un poco más arriba, logró forzar varias faltas laterales y saques de esquina. Y lo más importante: frenó el dominio que el Madrid estaba ejerciendo en su propio campo. El Atlético se fue sin sufrir daños al descanso en el marcador, a pesar de que durante muchos minutos había sido inferior.

4.- La segunda parte fue totalmente distinta al inicio de partido. El Atlético tenía claro que no podía permitir que el Madrid, y Sergio Ramos en particular, saliera tan cómodo desde atrás, y desde el inicio se aplicó con sus cinco sentidos. Fue más intenso en campo contrario y el Madrid estaba muy incómodo. Los de Ancelotti eran un equipo mucho más largo en ataque, porque ya no conseguía establecerse en campo contrario. Se jugó mucho menos, hubo muchas más batallas, en especial la de Mandzukic contra todos y todos contra él, pero la conclusión es que el Atlético había neutralizado la superioridad del Madrid. Con el paso de los minutos fue generando cada vez más peligro a balón parado y en alguna acción en la que apareció Arda Turan desequilibrando a la espalda de los centrocampistas del Madrid, que fueron notando el paso de los minutos.

5.- El Real Madrid sí fue un equipo solidario. Del 4-3-3 inicial en ataque se pasaba al 4-4-2 en defensa sin perder el equilibrio en ningún momento. Lo que no tuvo fue actuaciones destacadas de sus hombres de ataque. Cristiano interpretó mal el partido. En la mayoría de ocasiones en las que recibió el balón se pudo ver claramente como su primera intención era ejecutar una acción individual. Si no podía, entonces sí cedía el balón al compañero, pero ya había perdido la ventaja. Benzema ante el Atlético sufre, casi nunca recibe el balón porque el juego por dentro está muy trabado y suele quedarse enganchado en la tela araña que tejen los discípulos del Cholo Simeone. Gareth Bale estuvo bien en su actitud defensiva, pero tuvo menos peso en ataque con el paso de los minutos.

6.- Con el partido mucho más igualado llegaba el momento de mover las fichas desde el banquillo. Ancelotti quiso recuperar el control quitando uno de los tres de arriba, Benzema, y dando entrada a Isco. El cambio no tuvo un efecto favorable para el Madrid porque el Atlético ya no lo iba a permitir. La agitación rojiblanca superaba a los centrocampistas del Madrid y aislaba a sus delanteros. Solo Luka Modric aguantaba el tipo, bien secundado por un Marcelo que vio una amarilla en el tramo final que le privará de jugar la vuelta. Si ponderamos solo el juego ofensivo y la capacidad para inventar jugadas cuando hay atasco del brasileño, la baja es dramática para el Real Madrid. En los minutos finales entró Arbeloa por Carvajal, seguramente con la intención de ganar centímetros para defender el asedio final del Atlético a balón parado.

7.- Simeone optó por retirar a Griezmann y dar entrada a Raúl García. Estaba claro que el partido lo había igualado el Atlético desde el vigor, adelantando sus líneas y apretando los dientes. La entrada del navarro cuadraba en los tres preceptos, pese a que tuviera que sacrificar al delantero francés. En el tramo final quiso aprovechar la guerra de Mandzukic con toda la defensa del Madrid con la entrada de Torres por Koke para jugar como segundo punta. De ese modo pretendía aprovechar los espacios que se generasen en la frontal del área. Torres generó inquietud cayendo a los costados y provocó varios córneres con su movilidad y buenos amagos en los últimos diez minutos, preferentemente en la banda derecha. El Atlético cercó al final al Madrid por empuje. Hubo un penalti de Carvajal a Mandzukic que no vio el árbitro, y el gol en general rondó la portería de Casillas, aunque no fueron ocasiones claras.

y 8.- Pudo ganar el Atlético al final y podía haberse ido ganando por más de un gol el Madrid al descanso, pero lo cierto es que el partido concluyó cero a cero y todo se decidirá en la vuelta. El resultado es trampa para los dos, quizá un poco más para el Real Madrid. Es previsible que los blancos lleven la iniciativa en el Bernabéu: jugará en casa y la condición técnica de sus centrocampistas es mejor y están más capacitados para llevar la iniciativa, pero si encaja un gol ante un equipo que los rentabiliza como este Atlético, sufrirá lo indecible para intentar hacer dos. El Atlético sabe que para estar en semifinales necesitará al menos un gol en el Bernabéu, y tampoco será una empresa fácil. La solución, dentro de una semana en Chamartín.