Fútbol / Crónicas 2013-2014 / Serie A
Inter y Juve empataron a uno en San Siro en un partido que deja un vencedor moral, el equipo local, pese a que pudo perder en los últimos instantes, y un equipo que dentro de su estabilidad bien merecida deja algunas dudas, como es el turinés.
Mazzarri está armando un Inter desde la convicción de que su sistema 3-5-2, con alguna variante al 3-4-1-2, debe ser fijo. La estructura defensiva de un equipo que venía desquiciado como este Inter lo agradece de inmediato. Campaganaro, que lo tiene muy asimilado porque venía de jugar así en el Napoli con el propio Mazzarri, Ranocchia y Juan Jesús son los encargados de asentar los cimientos del equipo atrás y de momento lo están consiguiendo. Handanovic en la puerta es un excelente guardián de la mazmorra. Jonathan y Nagatomo son los laterales adecuados para proyectarse en ataque. Hasta aquí el equipo está creciendo.
Cambiasso flanqueado por Guarín y un Taider que fue el encargado de encimar a Vidal formaron la línea de flotación del equipo. Arriba, Ricky, con libertad por detrás de un Rodrigo Palacio que puede ser punta o jugar más retrasado si se requiere.
La Juve no ha cambiado, sigue siendo un equipo que quiere jugar desde atrás, pasar por su regista, Andrea Pirlo, incorporar sus interiores, Vidal y Pogba ayer, y proyectar permanentemente a sus laterales, Lichtsteiner y Asamoah. El problema es que todo lo hizo con un punto menos de intensidad de lo que es capaz de hacer en su mejor versión. Arriba, Vucinic, lastrado físicamente, y Tévez no tuvieron continuidad en sus acciones ofensivas.
El ritmo fue lento en todo el primer tiempo, algo que en principio beneficiaba a la Juve para hacer las transiciones desde atrás, pero las jugadas se convirtieron en lentas y espesas. Sólo en los pocos minutos que asfixió al Inter en su salida creó una sensación total de dominio, pero lo hizo muy poco. Cuando llegó el descanso el empate a cero fue una consecuencia lógica de lo visto sobre la hierba de San Siro.
Isla entró por Lichtsteiner en banda derecha tras el descanso. El chileno está inmenso y el suizo estaba lastrado por una tarjeta amarilla. El partido seguía por unas directrices similares, con un falso dominio de la Juve y un Inter que respiraba siempre en transición con Guarín buscando la continuidad en un Ricky que estuvo más activo que de costumbre.
A veinte minutos del final, habiendo competido bien a la Juve, el Inter decidió arriesgar un poco. Mazarri dio entrada a Mauro Icardi en sustitución de un Taider que cumplió en su vigilancia sobre Vidal, pese a un par de errores claros, uno de ellos que pudo suponer un penalti sobre el propio jugador chileno.
La respuesta de Conte fue dar entrada a Quagliarella por Vucinic, retrasando unos metros al Apache Tévez. El técnico de la Juve confía en el napolitano, un jugador que respondió muy bien la temporada pasada cuando fueron requeridos sus servicios.
Un robo de un aplicadísimo Ricky Álvarez a Chiellini concluyó, tras una magnífica conducción del argentino, en un gran pase al espacio sobre el desmarque de Icardi a la espalda de Bonucci aprovechando el océano que dejó el central italiano. Barzagli no llegó a la ayuda y Mauro cruzó el balón de maravilla ante Buffon. El Inter se ponía uno a cero a un cuarto de hora del final. Icardi terminará siendo titular en este equipo.
La reacción bianconera fue inmediata, con alma de campeón, como un gran boxeador que está herido en lona. Asamoah pugnó por un balón en el costado izquierdo y su centro al corazón del área lo recogió el guerrero Vidal para adelantarse a Guarín, controlar y armar el disparo cruzado. Empate a uno.
En el último tramo pudo ganar la Juve, pero en mi opinión no desmerece el buen partido de un Inter que venía de las cavernas el pasado curso y le planteó un partido muy serio al campeón, con las ideas claras de Mazzarri y lo que es más importante, bien plasmadas sobre el terreno de juego.
La Juve conoce el camino y no se alejará de él, todo pasa por recuperar la mejor versión de su estilo y eso depende del estado de forma de algunas piezas clave. La primera es Andrea Pirlo y su estado físico. Son ya 34 años y no tiene un recambio en la plantilla. En ello debe trabajar Antonio Conte.
* Alberto López Frau es periodista.
– Foto: AFP
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal