Elías Figueroa: el ‘impasable’ de Valparaíso

por el 2 agosto, 2015 • 10:00

Uno de los zagueros más destacados de la historia del fútbol mundial y probablemente el mejor jugador nacido en suelo chileno. Tuvo una extensa trayectoria de casi dos décadas en la que pasó por clubes de su país, Brasil, Uruguay y Estados Unidos. Nacido el 25 de octubre de 1946 en Valparaíso (Chile), fue un central sobrio, seguro, técnico, con una marcada elegancia para sacar la pelota jugada y todo un líder sobre el césped. Además poseía un gran disparo y era muy poderoso en el juego aéreo, lo que hizo que anotase muchos goles de cabeza. Se le conoció con los sobrenombres de El Impasable o El más grande.

figueroa, elias 1982

Comenzó a jugar al fútbol desde pequeño, aunque tuvo problemas de corazón y respiratorios que durante un tiempo le impidieron realizar cualquier actividad física. Luego además le diagnosticaron poliomielitis y de nuevo tuvo que aprender a caminar. Sin embargo, todos estos reveses le hicieron más fuerte para el futuro.

Su primer equipo fue el Alto Florida de Quilpue con 8 años. Con 14 se marchó al Deportivo Liceo, donde solo estuvo unos meses. La razón fue que su padre le consiguió una prueba con el Santiago Wanderers que superó sin problemas. Con el equipo caturro se enfrentó a Pelé y Garrincha en un amistoso contra Brasil poco antes del Mundial de 1962 y ya destacó a pesar de su temprana edad.

En el Wanderers el puesto de titular en la zaga lo ocupaba Raúl Sánchez, y Figueroa se tuvo que marchar cedido al Unión La Calera para disfrutar de minutos. En el cuadro cementero rindió de manera excelente y Wanderers le reclamó para el curso de 1965. A partir de ese momento explotó todas sus condiciones para convertirse en uno de los mejores defensas de la liga de su país y recibir la llamada del equipo nacional. En el Mundial de 1966 fue observado por numerosos ojeadores y un año después, tras el Campeonato Sudamericano, aceptó una propuesta del Club Atlético Peñarol.

Con los carboneros pronto saboreó las mieles del éxito e inauguró su palmarés de títulos. Peñarol consiguió de forma consecutiva el campeonato doméstico en 1967 y 1968 y además conquistó el Torneo de Honor, el Torneo Cuadrangular, la Supercopa de Campeones Intercontinentales, después de arrasar a Racing Club en el Centenario, y la Copa Montevideo de 1971 por delante de Nacional. Los manyas, con Milans y Máspoli en el banquillo, disfrutaron de una plantilla fabulosa donde además de Figueroa se estaban futbolistas como Mazurkiewicz, Pablo Forlán, Cortez, Rocha, Joya o Spencer. Su único lunar en las filas aurinegras fue no conseguir levantar la Libertadores en 1970, cuando llegaron a la final y fueron doblegados por el Estudiantes de Bilardo, Solari o Verón por 1-0.

A finales de 1971, los problemas económicos del conjunto charrúa obligaron a Figueroa a tomar la decisión de buscar otro camino en su carrera. No le faltaron propuestas, pero las dos que más le atrayeron fueron las del Real Madrid y el Internacional de Porto Alegre. Después de meditarlo decidió rechazar la del club blanco y tomó un avión para irse a jugar a Brasil. Allí pronto impuso su carácter y se convirtió en uno de los líderes tanto dentro del terreno de juego como fuera. Compartió vestuario con Caperggiani, Valdomiro Vaz Franco, Falcao o el arquero Manga y los éxitos llegaron en forma de trofeos prestigiosos.

Conquistaron el Campeonato Gaúcho de forma consecutiva entre 1972 y 1976 por delante de su gran adversario, el  Gremio. Y además, en 1975 y 1976 ganaron el Brasileirao después de imponerse primero al Cruzeiro gracias a un tanto de cabeza del defensa chileno y posteriormente al Corinthians por 2-0 en el estadio de Beira-Río.

En 1977, tras unas temporadas gloriosas, puso punto final a su aventura brasileña y regresó a Chile para vestir la camiseta de Palestino. Los árabes no eran una de las instituciones más poderosas, pero con el fichaje de Figueroa dieron sin duda un salto de calidad. Ese peldaño que ascendieron se notó ya en la campaña de su debut, cuando lograron la Copa de Chile frente a Unión Española. Pero un curso más tarde fueron más allá y obtuvieron la liga por segunda vez desde la fundación del club. Superaron en la tabla a Cobreloa y O’Higgins en buena parte debido a la fortaleza defensiva y al poder atacante de jugadores como Óscar Fabbiani, Manuel Rojas y Pedro Pinto.

Con la llegada de los 80, Figueroa se enroló en las filas del Fort Lauderdale Strikers, un equipo de la NASL norteamericana en el que militaban entre otros Gerd Müller o Cubillas. El dinero y las ganas de vivir una experiencia le llevaron a Estados Unidos, aunque solo permaneció un curso. El equipo acabó segundo tras el Cosmos. Con 35 años, ya en los últimos coletazos de su carrera fichó, por Colo-Colo. En el equipo capitalino apenas estuvo tres meses y después de disputar un choque ante Universidad de Chile colgó las botas.

Con la selección chilena fue internacional en 47 partidos y marcó dos goles. Se estrenó de la mano de Luis Álamos en un amistoso contra la URSS un 23 de febrero de 1966. Ambas escuadras se enfrentaron en el Estadio Nacional de Santiago con victoria por 0-2 para los soviéticos. A continuación jugó la Copa Bernard O’Higgins ante el Brasil de Pelé, Amarildo y Garrincha y en verano fue convocado para el Mundial de Inglaterra.

La Roja compartió grupo con Italia, Corea del Norte y la URSS y Figueroa fue un fijo en la defensa junto a Villanueva, Valentini y Luis Eyzaguirre. Sin embargo, el papel del equipo nacional fue pobre y solo sumaron un punto en el empate ante los norcoreanos. Frente al equipo italiano cayeron por dos goles y contra los soviéticos, un gol a poco del final de Porkuyan les hizo hincar la rodilla.

Selección chilena (1973)

Selección chilena (1973)

Poco después Chile buscó un billete para el Campeonato Sudamericano del año 1967. Cuatro selecciones lucharon por dos pases en dos eliminatorias: Chile frente a Colombia y Ecuador ante Paraguay. Los chilenos recibieron primero a los cafeteros en Santiago, donde consiguieron el triunfo por 5-2. Días más tarde, en Bogotá, aguantaron el envite de los locales y tras empatar a cero se clasificaron para el torneo continental. Ya en la ronda final, Figueroa disputó los cinco partidos de su selección. La Roja, que contaba en su plantel con Araya, Rubén Marcos, Gallardo o Humberto Cruz, comenzó muy bien y venció a Venezuela y Paraguay. En la tercera jornada sacaron un empate a dos de Montevideo y en el partido siguiente cosecharon su única derrota, frente a Argentina. Se despidieron del campeonato con un empate ante los bolivianos que les otorgó el tercer puesto de la clasificación.

Desde ese último choque contra Bolivia pasaron más de seis años hasta que Figueroa volvió a enfundarse la zamarra roja. Regresó en un encuentro vital para la clasificación del Mundial de Alemania. Chile se jugó el billete mundialista en una eliminatoria a ida y vuelta con la URSS. En Moscú empataron a cero. La vuelta, en uno de los sucesos más extraños de la historia del fútbol, no se celebró por incomparecencia de los europeos y Chile obtuvo plaza para la Copa del Mundo.

En tierras alemanas compartieron grupo con el cuadro local, la RDA y Australia. Figueroa se dio a conocer al mundo como un central majestuoso y, aunque Chile no avanzó de ronda, sus actuaciones fueron muy comentadas y elogiadas. La Roja dio guerra a Alemania Occidental, aunque acabó perdiendo por un solitario tanto de Breitner. En las dos siguientes jornadas empataron a uno con la RDA y a cero con Australia antes de hacer las maletas destino a casa.

En 1979 hubo una nueva edición de la Copa América, también sin sede fija. Chile formó una buena escuadra con Caszely, Carlos Rivas, Manuel Rojas o Peredo y lo demostró con un fantástico subcampeonato final. En la primera ronda, sin Figueroa, ni Colombia ni Venezuela fueron rivales y con cinco puntos avanzaron hasta semifinales. Su adversario fue Perú, al que derrotaron por 1-2 en Lima gracias a un doblete de Caszely. En casa firmaron tablas y la alegría por el pase a la final se vio eclipsada por la expulsión del defensa de Valparaíso. Por ello se perdió la ida contra Paraguay en Asunción, donde Chile fue vapuleada por 3-0. En Santiago ganaron 1-0 y hubo que acudir a un duelo de desempate en Buenos Aires. Allí el 0-0 dio el título a los paraguayos por la diferencia total de goles (3-1).

El último gran evento internacional al que acudió el zaguero fue el Mundial de España 1982. Chile había logrado la clasificación al superar a Ecuador y Paraguay y en el sorteo en Madrid las bolas le emparejaron con Austria, Alemania Occidental y Argelia. Una curiosidad: Figueroa se calzó las botas en territorio español siendo ya abuelo a sus 35 años.

En cuanto a los resultados, el rendimiento de los jugadores de Luis Santibáñez fue más bajo del esperado y Chile se marchó sin sumar un solo punto. Austria por la mínima, los alemanes por 1-4 y los argelinos por 3-2 les vencieron para completar una Copa del Mundo muy pobre.

Precisamente ese partido contra los Zorros del Desierto en el Carlos Tartiere de Oviedo fue el último de Figueroa como internacional.

Entre las muchas distinciones que ha recibido destacan la de mejor defensa del Mundial 1974, futbolista del año en Sudamérica en 1974, 1975, 1976, mejor jugador del campeonato uruguayo en tres ocasiones, la Bola de Ouro de la revista Placar en 1976, miembro del FIFA 100, mejor futbolista chileno para la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol o emblema del Club de Deportes Santiago Wanderers. En la actualidad es empresario vitivinícola, realiza labores benéficas para las personas más desfavorecidas y es embajador de las Naciones Unidas en el programa Football por Peace.

* Alberto Cosín.





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