El Villarreal desnuda tácticamente al Madrid

por ALBERTO LOPEZ FRAU el 2 marzo, 2015 • 0:29

1.- Hay partidos que por encima del resultado final dejan sensaciones muy claras. El Villarreal fue superior al Real Madrid en el apartado colectivo casi de principio a fin. El Madrid generó bastantes ocasiones de gol, especialmente en el tramo final, pero nunca pudo imponerse ni dominar en el juego al conjunto de Marcelino García Toral. El técnico asturiano armó al equipo en un 4-4-2 muy bien ordenado y con facilidad para desplegarse en ataque. Solo sufrió a balón parado por arriba. Ahí sí fue capaz de imponerse el Madrid en ataque.

2.- El Madrid repitió el 4-3-3 habitual con Lucas Silva e Isco de interiores. Al mando de Kroos, el conjunto blanco amasó el balón en posesiones largas, elaboradas, pero abusando de los pases horizontales, sin capacidad para crear grietas en un Villarreal muy bien armado durante todo el primer acto. Campbell, Pina, Sergio Marcos y Moi Gómez se movían como un acordeón por detrás de Gerard y Gio y por delante de los cuatro de atrás. En esa maraña se atrancaban una y otra vez Lucas Silva e Isco. Solo Marcelo irrumpía desde su lateral izquierdo para convertirse en la única pieza vertical del Madrid en el partido. Solo él interpretó bien los pocos resquicios que dejaba el Villarreal.

3.- Joel Campbell fue el protagonista de los primeros minutos. Se movió con mucho sentido desde la derecha hacia adentro y generó mucha intranquilidad en la defensa del Madrid. Gerard Moreno interpretó de maravilla las diagonales del costarricense. Casillas le sacó un mano a mano a Gerard Moreno y Carvajal, con la cabeza, despejó el remate posterior de Moi Gómez. El Villarreal asustó por primera vez en el partido y plasmó en dos ocasiones claras su superioridad en el juego.

4.- El Madrid se iba adueñando del balón, pero no del partido. Benzema no participaba mucho, especialmente por el buen hacer defensivo del Villarreal, Isco esta vez era más efectista que efectivo y el equipo terminaba sus ataques en unos contra uno a pie cambiado de Bale, que solía resolver con centros con el exterior de su pie izquierdo fáciles de defender para los centrales del Villarreal, Bailly y Dorado. Solo a balón parado llegaron ocasiones más claras en la cabeza de Pepe y Varane, a los que se les fueron por poco dos remates tras dos saques de esquina de Toni Kroos.

5.- El Villarreal estaba a gusto sobre la hierba de Chamartín; no lastimaba demasiado, pero tampoco sufría. El Bernabéu pesa y el Madrid puede hacer un gol de la nada, pero siendo consciente de ello, dejaba una estela de equipo bien trabajado por encima de los nombres. El repliegue era magnífico y el balón no lo rifaba nunca en la salida desde atrás. El empate al descanso era un resultado justo y más inquietante para el Madrid, que no sabía dónde hincar el diente a su rival.

6.- La segunda parte fue más dinámica. Comenzaron a pasar más cosas, pero el análisis del partido seguía siendo el mismo: el Villarreal era más equipo que el Madrid. Y eso que se le pusieron las cosas de cara a los de Ancelotti muy pronto. Un buen centro de Bale al punto de penalti acabó en un penalti claro por agarrón de Bailly sobre Cristiano. El portugués lo transformó con seguridad engañando a Sergio Asenjo, que por otro lado estaba cuajando un partido magnífico. Diez minutos después reaccionó Marcelino con dos cambios que le dieron un resultado extraordinario. Entraron Vietto y Trigueros por Pina y Giovani. Ambos demostraron una personalidad abrumadora. Vietto asustó al Madrid cada vez que intervino en el juego, el argentino apunta a jugador de época. Trigueros se asentó enseguida e hizo del mediocampo el jardín de su casa, ofreciendo una ventaja a su equipo en cada intervención, a través de un control, el pase o la falta táctica.

7.- Empató el Villarreal con un gran zurdazo de Gerard Moreno desde la frontal tras un intento de pared con Vietto que golpeó en un defensa del Madrid. El balón le quedó muerto y golpeó seco y abajo lejos del alcance de Casillas. A partir de ahí el Madrid propuso acelerar todo como la única solución para voltear el empate. Marcelino metió a Jonathan dos Santos por Sergio Marcos. El mexicano se acopló muy bien con Trigueros y entre ambos garantizaron que las zonas interiores nunca fueran una opción para el Madrid.

8.- Entró Jesé por Lucas Silva, Ancelotti deshizo el 4-3-3, cambió a Bale de banda y dejó a Kroos e Isco en el mediocampo. Tres minutos después, una pérdida del Madrid y un balón largo posterior dejó a Vietto solo delante de Casillas, pero un resbalón evitó el probable 1-2. Abrir el campo parecía conveniente, pero dejar expuesto al equipo con Kroos e Isco ante un equipo mortal en transición como el Villarreal era un suicidio. Ancelotti enmendó su error con la entrada de Illarramendi, pero eso supuso sacrificar a Isco. No consideró quitar a Bale y escorar al malagueño a la izquierda, una solución que quizá hubiera contribuido a equilibrar el equipo.

9.- El tramo final lo jugó el Madrid con un cierto aire de desesperación, con épica. Un recurso que le ha funcionado miles de veces a lo largo de su historia y que, seguramente, le funcionará muchas más, pero que en el día de hoy le desnudó del todo tácticamente. Entró Chicharito por Benzema, enloquecieron Carvajal y Marcelo y el Madrid cercó el área de Asenjo. Cristiano tuvo varias ocasiones con el pie y de cabeza, pero le faltó puntería, al igual que Jesé, que erró a puerta vacía en el único error de Asenjo por arriba en todo el partido. El Villarreal aún tuvo arrestos para salir una vez más por la banda izquierda. El remate de Vietto tras el centro de Moi Gómez lo desvió bien Casillas.

y 10.- El empate fue justo, quizá ninguno mereció ganar. El Villarreal fue más equipo, pero el Madrid quizá tuvo más ocasiones. El vaso siempre se puede ver medio lleno o medio vacío. Para el Madrid el partido debería ser preocupante: no es la primera vez que se encuentra el balón, un rival bien armado y no es capaz de desarbolarle. Modric puede solucionar en parte algunos problemas en el ataque estático, pero el equipo debería tener mecanismos suficientes para no depender de un solo hombre. El Villarreal, por su parte, sigue vivo en todas las competiciones y deja una sensación colectiva óptima por encima de los nombres que salten al campo en cada partido. Eso tiene muchísimo mérito.