Internacional / Champions League 2014-2015 / Fútbol / Crónicas 2014-2015
1.- La previa del encuentro, desde la óptica citizen, estuvo marcada por la confianza de Pellegrini, que veía a su equipo mucho más preparado que el año anterior para competir contra el Barcelona e, incluso, para quitarle el balón, asegurando que irían al ataque desde el principio y querían dominar el partido a través de la posesión. Su alineación fue ofensiva, con Dzeko acompañando a Agüero en el ataque y un centro del campo formado por Fernando y Milner, con la misión de sujetar y lanzar para que Nasri y Silva estuvieran en disposición de dar el último pase.
2.- La presión adelantada del Manchester City, que se situaba al inicio en un 4-2-4 agresivo, dejaba las líneas muy separadas y no parecía sostenible todo el partido. Rápidamente los de Pellegrini pasaron a defender en campo propio. Por contra, en los pocos tramos que el Barcelona no tenía el balón, colocaba la línea defensiva a una altura alta, posibilitando el trabajo defensivo a Busquets, Rakitic e Iniesta.
3.- Los culés mandaban en el encuentro, pero cuando llegó el primer gol el dominio no era tan grande como lo que ocurrió posteriormente. En el minuto 16, una combinación en la banda entre Alves y Messi dejó al argentino solo para pensar y centrar un balón curvo hacia el área que Kompany no acertó a despejar de cabeza. Suárez estaba atento, la cazó y definió con la izquierda.
4.- A partir del minuto 20, el Barça empezó a asentar posesiones largas en campo contrario y el dominio fue aplastante, con Busquets girando de un lado al otro y Messi como jefe de operaciones. Precisamente, en una de estas posesiones largas, en la que Messi decidió que iba a aparecer cuándo y dónde quisiera, identificó el hueco en el costado izquierdo, regateó a tres jugadores como si de conos se tratara y abrió el balón para Jordi Alba, que esperó a ver un desmarque claro y puso un centro raso medido para Suárez, que al primer toque la puso al palo largo.
5.- Lo del Manchester City no estaba siendo serio. El Barcelona salía de una presión que no era tal con suma facilidad, sin arriesgar en exceso. Una vez se instalaba en campo contrario, podía combinar gracias al movimiento de sus jugadores y, sobre todo, a Leo Messi, que abandonó la banda para juntar al equipo en las posesiones y gobernó el encuentro a su antojo sin que los de Manchester lo remediaran. Y cuando había algún desajuste defensivo, Piqué lo solucionaba con su colocación y lectura de jugada. Es obligado destacar también a Luis Suárez, que se imponía una y otra vez a la pareja formada por Kompany y Demichelis. El Barcelona le encontraba fácilmente tanto en desmarque de apoyo como en ruptura.
6.- En los primeros minutos de la segunda parte el Barcelona sufrió más de lo que lo había hecho en toda la primera. El Manchester City salió intenso e incisivo con balón, buscando a Agüero y forzando tres córneres en tres minutos. A ese buen arranque citizen se sumaba la debilidad ya conocida del Barcelona en la defensa posicional.
7.- Fernandinho entró por Nasri y Bony lo hizo por Dzeko. Pellegrini vio que creaba peligro más por intensidad que por juego, y los desajustes defensivos en el Barcelona eran cada vez más manifiestos, coincidiendo con una pérdida de control del partido preocupante. Por suerte para los de Luis Enrique, a cada mal repliegue defensivo o a cada anticipación errónea de Mascherano emergía la figura de Gerard Piqué.
8.- El gol del City llegó tras un pase peligroso a Messi en horizontal y en el que el argentivo estuvo falto de intensidad, lo que permitió a Clichy robar. Fernandinho filtró un pase interior y Silva, de tacón, habilitó a Agüero dentro del área para definir. Ter Stegen no pudo hacer nada.
9.- Luis Enrique introdujo a Mathieu por Rakitic, que cuajó un gran partido, y subió a Mascherano al mediocentro, desplazando a Busquets a la posición de interior. Justo después, una falta tan innecesaria como agresiva de Clichy a Alves le hizo ver la segunda amarilla y dejó a su equipo con diez. Adriano entró por el amonestado Alves. Con un jugador menos, el Barça encontró la vía de Jordi Alba, que entraba solo por el costado izquierdo una y otra vez. Ante ello, corrigió Pellegrini dando entrada a Sagna por Silva. El Barcelona se dedicó a controlar el partido durante los últimos minutos y el Manchester City parecía conforme.
10.- Pero en el minuto 93, una gran acción entre Messi y Pedro permitió al argentino adentrarse en el área. Zabaleta lo derribó y el árbitro señaló penalti. Sería la última acción del partido: si Messi anotaba, dejaba la eliminatoria prácticamente definida. Un año después, misma portería y misma situación: Hart, Messi y un penalti de por medio. Esta vez el guardameta inglés acertó el lado del disparo, y aunque el rechace le cayó también al argentino, Messi golpeó desviado con la cabeza. 1-2 y final del partido.
11.- El plan colectivo del Manchester City volvió a brillar por su ausencia, y solo el buen estado de forma de Agüero y el empuje propio de jugar en casa y tener que remontar le hizo incomodar al Barça entre el minuto 45 y el 60. En el Camp Nou recuperarán a Touré, pero Pellegrini deberá encontrar el equilibrio entre buscar darle la vuelta a la eliminatoria, evitar que el Barça pueda correr y, sobre todo, encontrar a Messi con espacios.
12.- Desde el punto de vista culé, todo depende de cómo se quiera ver el vaso. Analicemos las dos lecturas posibles. Por un lado, los primeros 45 minutos fueron muy buenos, dominando a partir del balón, con posesiones largas pero de calidad, un Messi dominador absoluto, el oportunismo de Suárez y la omnipresencia de Piqué, llegando a todo y corrigiendo todas las situaciones incluso cuando estaba en desventaja. El tono general del Barça en esta mitad fue sobresaliente, ayudado por el desconcierto citizen y definido en un solo jugador, Leo Messi. La grandeza del argentino quedó demostrada en la primera parte. Apareció por todo el campo, decidió cuándo y cómo atacar y no necesitó de disparos a puerta o de pisar área para ser con diferencia el dueño y señor de lo ocurrido en el césped del Etihad Stadium.
13.- Si se ve el vaso medio vacío, se ahondará en el descontrol de la segunda parte, la falta de jerarquía en cuanto el equipo no encuentra a Messi, las dudas del Barcelona defendiendo en estático y los desconcertantes cambios de Luis Enrique, sacando del partido a Rakitic, el jugador que mejor estaba interpretando las necesidades del equipo, principalmente sin balón. Lo cierto es que, por sensaciones, la eliminatoria debió quedar sentenciada en Manchester, pero no fue así.
y 14.- Como sucede en múltiples situaciones de la vida, las conclusiones del partido dependerán de la manera que cada uno tenga de mirar el vaso: si quedarse con el electrizante Barça de la primera mitad o con el descontrolado equipo de la segunda; si ver el vaso medio lleno o medio vacío.
* Ismael Ledesma.
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