1.- Aunque el producto final no siempre sea el más vistoso, los engranajes del Valencia funcionan a las mil maravillas. Marcar tres goles y llevarse los tres puntos del Madrigal, jugando relativamente mal, no es un cometido fácil para ningún equipo de esta liga tan competida y que tanto agradece el aficionado. Transcurridas diez jornadas, cinco equipos se mantienen en dos puntos y el Valencia aguanta en la pelea a base de oficio. Sin Parejo, sin brillo, cambiando el sistema y contra un Villarreal superior en la zona de creación. Salvo el desmayo en Riazor, este Valencia es una roca competitiva armada en tiempo récord.
2.- La inoportuna baja de Parejo marcará el dibujo de Nuno en los próximos partidos. Condicionó su planteamiento en El Madrigal. Filipe Augusto parecía la opción más factible para sustituir el toque de Parejo con más trabajo y mantener el 4-3-3, pero el portugués quería velocidad a la contra y eligió al infatigable Feghouli. El centro del campo estaba perdido con el 4-4-2 y Marcelino metió el dedo en la llaga con Bruno, Trigueros y Moi. André Gomes perdió demasiados balones y a Javi Fuego, siempre bien colocado, se le acumulaba el trabajo achicando agua entre camisetas amarillas.
3.- El buen arranque del Villarreal fluyó por la banda izquierda, con Cheryshev sacándole las vergüenzas a Barragán y Feghouli ahogándose en las coberturas defensivas. Le faltó puntería al equipo de Marcelino y le faltó Gio dos Santos, un jugador que en poco se parece a aquel que decidió con dos goles el derbi del año pasado en este mismo campo. El mexicano solo encontró espacio para su fútbol en las bandas: en la zona de enganche Mustafi y Otamendi le secaron. Los dos centrales fueron clave en ataque y en defensa. El Villarreal tocaba en tres cuartos del campo, pero ellos dominaron el fútbol en las áreas.
4.- Un buen centro de Feghouli lo remató a gol Trigueros a los cinco minutos, pero el traspié no cambio el guión del encuentro. El Villarreal se reactivó y encerró al Valencia en su área, llegando en oleadas por las bandas para buscar el remate de Uche. El Valencia pendía de un hilo, agazapado para cazar un contragolpe, con Rodrigo intentando asistir los buenos desmarques de Alcácer desde la mediapunta. El hispanobrasileño es una mina de regates y detalles, pero también intermitente cuando el viento no sopla a favor. Le está costando marcar goles estando tan alejado del área rival.
5.- Tras el descanso, Bruno Soriano se topó con los reflejos de Diego Alves y la potencia de Mustafi sentenció al Villarreal. El central alemán ha tardado en asentarse en el once, pero cada vez se complementa mejor con Otamendi: son rápidos, fuertes al corte, dos verdaderos antiaéreos y ya suman cuatro goles. A lo largo del partido Mustafi se cruzó en el camino de todos los jugadores del Villarreal que pasaron por su zona de influencia –Uche, Gio, Cheryshev y Vietto– y ganó la posición con contundencia a Mario en el gol. Shkodran es tan rocoso como su nombre de pila. El centro, como de costumbre, lo puso Piatti. De pases suyos han nacido cuatro de los últimos seis goles del Valencia. Un guante en la bota izquierda y mucho trabajo sucio le han servido para ganarse el favor de Nuno.
6.- El Villarreal ya había bajado los brazos cuando Feghouli peinó un córner al primer palo y Mustafi apareció en el segundo para romper el partido y el ánimo del submarino, que encadena dos buenas actuaciones contra Sevilla y Valencia sin rascar ni un solo punto. Su juego de tiralíneas no ha podido con la solidez de sus rivales directos por los puestos europeos. En el correcalles, André Gomes campó a sus anchas, con espacios, y demostró que le sobra clase para liderar los contraataques del Valencia, pero aún está verde para formar un doble pivote de garantías con Javi Fuego, una variante que puede convertirse en primera opción si Nuno quiere hacerle un hueco a Negredo.
y 7.- Sin la clarividencia de Parejo, el Valencia ha demostrado que no necesita hilvanar el juego ni dominar el tempo del partido; el equipo de Nuno es vertical, sólido y muy eficaz de cara a portería. No vive de la racha de sus delanteros porque todas las líneas tienen un peso ofensivo determinante: 11 jugadores han marcado gol esta campaña, un síntoma de equipo muy bien trabajado. Al Villarreal le sobra inocencia y le falta pegada para luchar por algo más. Atlético, Sevilla y Valencia van a vender muy caras las plazas de Champions, aunque de momento su cabeza está más arriba. Que la liga está siendo disputada es por fin una realidad.
* Alex Argelés es periodista.
– Foto: Manuel Bruque (EFE)
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