1.- España es de nuevo campeona de Europa Sub-21. Ha sido muy regular en el torneo, mostrando diferentes registros y varias opciones de juego con dos sistemas diferentes (4-2-3-1 y 4-3-3) pero siempre asociados a una misma idea. El gen de este grupo es dominar a sus rivales a través de la posesión del balón, pero ha sabido jugar también en transición cuando lo ha necesitado. La victoria 4-2 ante Italia en la gran final es un digno colofón para un título muy merecido.
2.- Lopetegui decidió repetir el mismo equipo de las semifinales ante Noruega con la única novedad de Morata en el puesto de Rodrigo. Sus cuatro goles en los cuatro partidos antes de la gran final le terminaron abriendo las puertas de la titularidad, en detrimento de un Rodrigo que ha tenido un papel de desgaste para las defensas rivales en este campeonato.
3.- Italia, sin el centrocampista Marrone, lesionado ante Inglaterra en el primer partido, y con Insigne muy tocado físicamente, optó desde el inicio por ceder la iniciativa, aunque en su once había jugadores de clara vocación ofensiva. Rossi ha sido la pareja de un Verratti que no ha podido tener peso en el encuentro; Florenzi en la derecha, Insigne en la izquierda, para ir de fuera hacia dentro, y dos segundos puntas arriba como Borini e Immobile para intentar hacer daño a la espalda de la defensa española.
4.- El ritmo fue alto desde el inicio. Ambos conjuntos no dudaban en salir en largo desde atrás si era menester y el partido corría de un área a la otra sin mucho control en la zona ancha, aunque entre ambos mediocentros, Verratti e Illarramendi, había una diferencia: los pases del jugador de la Real Sociedad sí conseguían liberar el juego español de la presión italiana.
5.- El partido no tenía un dueño claro en el primer tramo, pero España tenía más peligro en campo contrario. Una extraordinaria maniobra de Isco y Morata continuó con la incursión del delantero del Real Madrid por el costado izquierdo, su favorito, centró con la izquierda y Thiago, que había leído el espacio de maravilla, apareció sólo en el centro del área para para anotar de cabeza el gol.
6.- En ausencia de un un dominador claro, un balón largo del central derecho italiano Bianchetti, que bien lo habrían firmado Beckenbauer, Hierro o Piqué, encontró la colaboración de Iñigo Martínez, que midió mal, Immobile hizo un control majestuoso y levantó el balón ante la salida de De Gea. Fue el empate a uno.
7.- Con el paso de los minutos el dominio de España se intensificó. Se jugaba más tiempo cerca del área italiana y ahí España tiene muchas soluciones. Un buen balón de Koke encontró la colaboración de Luca Caldirola, que al igual que Iñigo Martínez en el gol de Immobile, midió mal. Thiago controló con el pecho y su disparo entró en la portería tras tocar en Bardi. El azulgrana demostró mucha facilidad para acudir a la zona de gol cuando no tenía la pelota.
8.- El último tramo de la primera parte reafirmó el dominio de España. Sólo Florenzi, desde su reducto en la banda derecha, e Immobile, con sus constantes desmarques, oponían resistencia. Tello, en uno de sus cambios de banda, entró en diagonal cerca de la banda izquierda, donde mejor rinde, aunque en esta Eurocopa haya jugado casi siempre por la derecha. Donati le derribó haciendo un penalti claro. Thiago anotó el tercero de España.
9.- Con el marcador muy favorable, el segundo acto se presentaba de nuevo como una buena oportunidad para España de hacer daño en transición. Como en la segunda parte ante Holanda o en el tramo final del partido ante Noruega, castigó los espacios que se generaban a raíz de la obligación italiana de ir más arriba para recortar distancias. Mangia dio entrada a Saponara y Gabbiadini en sustitución de un buen Florenzi y de Immobile.
10.- Italia no consiguió dominar a España cerca del área de De Gea y cualquier pérdida era mortal. Una gran carrera de Montoya doblando por su banda derecha concluyó con un nuevo penalti, en esta ocasión por derribo de un Regini superado por completo. Insigne, además de ser un jugador ofensivo estaba tocado y no le pudo ayudar nunca. Isco anotó el cuarto transformando la pena máxima.
11.- Con Verratti desaparecido, Mangia dio entrada a Crimi en un último intento de crecer en mediocampo. Lopetegui dio entrada a Rodrigo por Morata y más tarde, para blindar el triunfo, a Camacho por un Koke que ha hecho un gran torneo como medio de acompañamiento aportando solidez. Entre ambos cambios apareció Insigne, que pese a estar muy tocado filtró un pase magnífico entre líneas que aprovechó Borini para anotar el segundo gol de la azzurra con un buen disparo.
y 12.- El partido no dio para más. España es campeona con todo merecimiento. A nivel general de todo el torneo asentó su victoria en varios pilares: un gran De Gea, el magnífico trabajo de sus laterales, Montoya y Moreno, Illarramendi como faro del equipo, la fantasía de Isco y el buen momento de Morata. En la gran final, Thiago interpretó el partido como no lo había hecho aún en el campeonato, y fue la guinda. No me quiero olvidar de Koke; tras un Mundial Sub-20 de Colombia complicado en el 2011 y unos JJ. OO. difíciles en Londres el año pasado, encontró su hueco en esta Eurocopa. No arrancó como titular en el primer encuentro, pero cuando lo hizo aportó solidez y eficacia en el pase, clave para que España fuera más competitiva.
* Alberto López Frau es periodista.
– Fotos: Sportsfile – As
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