"La audacia tiene genio, poder y magia. Comienza ahora, ponte en marcha”. Johann W. Von Goethe
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1.- El Real Madrid decidió calcar desde el punto de vista táctico la final de la Copa del Rey jugada hace una semana. Esta vez sin Gareth Bale desde el inicio, pero con Cristiano Ronaldo. El dibujo fue un 4-4-2 con el que cedía el balón al Bayern Múnich y esperaba el momento en el que pudiese robar y desplegarse en ataque. Hubo una diferencia entre el primer y el segundo acto: en el segundo, al Madrid le duró un poco más la pelota y en algunas ocasiones adelantó unos metros sus líneas.
2.- Vamos por partes. En el comienzo del partido el Bayern firmó quince minutos de monólogo en la posesión del balón. Mención especial para Toni Kross que fue el jugador del mediocampo del Bayern que más apareció en ese tramo. Se movió muy bien cerca de la zona izquierda y desde allí comenzó a armar el juego. Lahm, que era el mediocentro, prefería estar más cerca de Boateng y Dante, y Schweinsteiger se alejaba de la zona de creación para estar más cerca de los costados y del nueve, el croata Mandzukic.
3.- Al monólogo del Bayern le faltó verticalidad. Sus alfiles, Robben en la derecha y Ribery en la izquierda, estaban bien controlados por un excelso Coentrao y un correcto Carvajal. Las ayudas permanentes de Isco al portugués y de Di María al español servían para que el Bayern no ganase la línea de fondo para centrar o generar una ventaja clara por dentro. Además, tampoco quería ser muy vertical, prefería controlar; prueba de ello fue la posición de Alaba a la espalda de los mediocentros del Madrid, juntándose a Kroos para asegurar más posesión de balón. En el otro costado destacó Coentrao por encima de todos, realizó un partido extraordinario.
4.- A los veinte minutos, el Madrid ejecutó un contragolpe de diseño. Benzema inicio la acción y encontró a Isco. El malagueño maneja los tiempos como nadie en la conducción de ese tipo de acciones. Su toque hacia Cristiano lo interpretó de maravilla Coentrao, que comenzó a correr a la espalda de Rafinha. Cristiano le pasó el balón y Coentrao encontró a Benzema, que a su vez había ganado la acción a Alaba. La jugada terminó en el 1-0 con el francés empujando el balón.
5.- El gol le dio vida al Madrid y le mostró el camino de la victoria a la espalda de Rafinha. Guardiola lo estaba viendo y se desgañitaba en la banda indicando precisamente eso al lateral brasileño. El Bayern seguía acumulando más posesión, lógico, pero el Madrid rozaba el segundo gol cada vez que asomaba en algún contragolpe castigando el costado derecho de la defensa bávara. El juego de pierna larga del Madrid encontró el peaje abierto por ese lado del campo. Por allí pudo llegar el segundo hasta en dos ocasiones más, pero no estuvo fino en la definición.
6.- El Madrid terminó el primer tiempo muy atrás, pero defendiendo muy ordenado. Pepe era dueño y señor de su espacio y se imponía en los balones aéreos. El Bayern lanzó varios córneres en ese tramo final, pero se fue al vestuario en el descanso sin generar ocasiones claras, con el control del balón, pero por detrás en el marcador.
7.- Guardiola no quiso modificar nada tácticamente en todo el primer tiempo y tampoco realizó sus habituales cambios de posición en sus tres centrocampistas. Sin embargo, no tardó mucho en realizar modificaciones en la segunda mitad. A los veinte minutos de la reanudación dio entrada a Javi Martínez por Rafinha. Lahm se fue al lateral derecho con una clara vocación ofensiva y el navarro se colocó como mediocentro. La diferencia principal, de momento, estaba más en el Real Madrid. Sus líneas estaban diez metros más adelantadas y el balón le duraba mucho más tras las recuperaciones.
8.- El segundo movimiento de Guardiola fue doble y sí incluyó una modificación táctica. Entraron Mario Götze y Thomas Müller y se retiraron Franck Ribery y un desdibujado Bastian Schweinsteiger. El Bayern pasó a jugar con un 4-2-3-1 con Javi Martínez y Kross como armadores de juego, una línea de tres por delante –de derecha a izquierda– con Robben, Müller y Götze, manteniendo a Mandzukic arriba. Entró Varane en el Madrid por Pepe, que se retiró lesionado, y Bale por un Cristiano que no podía forzar más. Tuvo una aportación discreta, no podía ser de otra forma por las condiciones en las que había llegado al choque.
9.- El Madrid seguía manteniendo su vigor defensivo en el partido. Y añadía mayor personalidad con el balón. Emergió un Xabi Alonso inmenso con el paso de los minutos, bien secundado por Luka Modric. Benzema interpretaba de maravilla cada balón que le llegaba y Di María e Isco, cada uno a su manera, ofrecían sus últimas contribuciones al equipo antes de que el agotamiento se apoderase de ambos. Lo hizo primero de Isco; Ancelotti lo vio claro y dio entrada a Illarramendi sin modificar el dibujo. Modric cayó a la zona izquierda y mantuvo el 4-4-2.
10.- Müller agitó a su equipo en el arreón final, se movió mucho y pudo marcar en una ocasión en la que cayó en el área pequeña, pero la oportunidad más clara del Bayern llegó de otro modo: Ramos midió mal una entrada y Modric quiso salir jugando muy presionado en la esquina izquierda de su defensa. El Madrid perdió el balón, que quedó a los pies de Götze, su disparo lo rechazó Casillas, que aguantó muy bien hasta el último instante. Que la ocasión más clara de un equipo de un nivel individual y colectivo tan alto con el balón como el Bayern llegase al final y tras un error individual del Madrid deja claro el extraordinario encuentro a nivel defensivo de los blancos.
11.- Al Madrid se le presenta un dilema en la vuelta. Si Cristiano y Bale llegan al 100 %, Ancelotti deberá elegir entre mantener el 4-4-2 que tan buen resultado le ha dado ante rivales con una posesión superior como Barça y Bayern, basado en la solidaridad defensiva, o retornar al 4-3-3 con el que tuvo cierto equilibrio ante rivales inferiores, pero con el que ha sufrido mucho ante enemigos de su nivel.
y 12.- Al Bayern le quedan noventa minutos para intentar remontar la eliminatoria. Necesitará ser un equipo más vertical y quizá elevar su línea de presión, aunque Guardiola tiene claro que un partido de ida y vuelta beneficia al Madrid, y no sería extraño ver un Bayern que no se vuelque desde el inicio. La solución, en menos de una semana en Múnich.
* Alberto López Frau es periodista.
– Foto: Sergio Pérez (Reuters)
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