Termina la segunda edición del Rugby Championship, el anteriormente llamado 3 Naciones que desde el 2012 lleva esta denominación tras el ingreso de la UAR (Unión Argentina de Rugby). Por segundo año consecutivo el torneo ha ido a parar la vitrina de los All Blacks, el equipo de Nueva Zelanda, que volvió a arrasar y certificó su victoria tras ganar en Sudáfrica en la última jornada por 27-38, contabilizando todos sus partidos por victorias: seis de seis. Sudáfrica se acercó y llegó a poner en duda la supremacía de Nueva Zelanda en el hemisferio sur. Por su parte, las grandes decepciones del torneo siguen siendo Australia y Argentina. El primero continúa sin rumbo fijo, mientras que el segundo no pudo recortar distancia con sus tres rivales en el torneo. En el último partido de este Rugby Championship 2013 perdió por un sonrojante 17-54 ante los Wallabies. Este es el balance de lo que fue el torneo del 2013:
Los campeones del mundo siguen con paso firme por el rugby mundial. Tras recuperar a su capitán y emblema Richie McCaw de su medio año sabático, los All Blacks arrasaron de nuevo el en torneo pese a las múltiples bajas que tuvieron en la zona de creación, la más importante en un equipo de rugby. El torneo ya comenzó con la baja de Daniel Carter, el apertura estrella de los All Blacks, de baja las dos primeras jornadas. Lo sustituyeron Aaron Cruden primero y Tom Taylor después. Taylor tuvo que jugar, ya que Cruden se lesionó en esa primera jornada. Entre ambos lideraron a Nueva Zelanda para vencer la Bledisloe Cup a Australia. En la tercera y cuarta jornada, Carter ya pudo jugar. Aunque serían los únicos partidos, ya que en la cuarta jornada Bismarck du Plessis le placó arriba dañándole la clavícula. Para la quinta jornada ya volvió el heredero natural de Carter, Cruden, y mantuvo el nivel liderando las victorias en Argentina y Sudáfrica. Todo esto sin olvidar a Beauden Barrett, que era el relevo natual cuando alguno de los titulares se retiraba por lesión. Tras la irregularidad, por diversos motivos, en ese puesto, el hombre clave para los All Blacks fue Aaron Smith. Sin duda, un baluarte a la hora de engrasar la maquinaria de Nueva Zelanda. Probablemente el mejor jugador del torneo. Nueva Zelanda también dispuso de Ben Smith como máximo anotador de ensayos en el torneo: un total de nueve.
Si alguna vez se tambaleó el reino de Nueva Zelanda, fue por culpa de Sudáfrica. El equipo de Heyneke Meyer fue una máquina arrolladora sobre Argentina y Australia, destrozando físicamente a ambos equipos. Pese a que su ala estrella, Bryan Habana, no estuvo demasiado lúcido en este torneo y sólo apareció en la última jornada para poner en jaque a los All Blacks, el que brilló de verdad fue Morné Steyn y el cañón que tiene por pierna. Acertadísimo cada vez que amenaza los palos rivales, se convirtió en el máximo anotador del torneo con 88 puntos. Steyn no estuvo solo, ya que dispuso de una delantera que amedrentaba a los rivales y una linea de tres cuartos que generaba mucho peligro. Tan solo perdieron claramente el partido en Nueva Zelanda y fueron dignísimos rivales en la vuelta, donde casi doblegan a sus rivales por el torneo en un partido épico. Posiblemente el mejor partido de rugby en meses o incluso años. Su revisión es obligada para todo amante de este noble deporte.
Sabiendo que aún le falta a los Pumas para llegar al nivel de los otros tres, la gran decepción queda para Australia. El equipo sigue sin rumbo claro y el tiempo pasa demasiado rápido. Ewen McKenzie le dio la responsabilidad en la sala de máquinas del equipo al rookie Matt Tomua, que jugó las dos primeras jornadas contra un toro muy complicado. Debutar cuando tu equipo no pasa buen momento y contra unos neozelandeses a los que les sale todo, no debe ser fácil. Tomua lo comprobó y no volvió a aparecer en la alineación titular en el resto del torneo. La responsabilidad cayó sobre el polémico y siempre criticado Quade Cooper, que no supo hacer jugar a su equipo y decepcionó una vez más. El resto del equipo siguió por la misma senda. Poco de la delantera, de los tres cuartos, de las alas, de la organización, de las transmisiones, de la defensa… Muchas malas decisiones en todos lados. Ni Will Genia ni Adam Ashley-Cooper rindieron como se esperaba de ellos. Pero todo no puede ser malo, algo bueno tiene que dejar Australia para el futuro y así fue. La mejor noticia para Australia fue la confirmación de que Israel Folau será un referente wallabie en el futuro. El zaguero, una fuerza de la naturaleza, cumplió con creces y fue el mejor jugador del equipo junto con el pateador Christian Lealiifano. Esas piezas, más la recuperación del nivel de jugadores como Genia y Ashley-Cooper, además de recuperar varios lesionados que no pudieron participar en el torneo, deben ser la piedra en la que deba apoyarse McKenzie para construir un equipo capaz de competir con Sudáfrica y Nueva Zelanda, cosa que hoy día es imposible.
La segunda decepción del torneo. Paso atrás del equipo del Tati Phelan, del que se esperaba diese un paso adelante tras las excelentes sensaciones del torneo de 2012. El apartado físico es clave en este deporte y es algo que Argentina debe mejorar para poder llegar a los últimos diez minutos con capacidad de disputar el partido. Con un par de palizas sonrojantes y con la dejadez de varios partidos, el equipo de Phelan debe replantearse adónde quiere ir. La defensa, la organización en ataque y mejorar las decisiones, eso es lo que deben trabajar los Pumas. El dato más significativo fue que solo anotaron siete ensayos en seis partidos. El line es algo que deben trabajar mucho más y, por supuesto, no conceder tantas faltas en campo propio, que se traducen en puntos gratis para los rivales. Su mejor partido fue un disputado 14-13 en Australia. Precisamente, la crisis actual de los Wallabies, es lo que Argentina debe aprovechar para entrar en la historia y lograr su primera victoria en el Rugby Championship. Algo que seguramente ayudaría a relajar y avanzar al seleccionado sudamericano. Como Australia, a pesar del retroceso en el juego y todo lo ya comentado, Argentina también tuvo buenas noticias, como la actuación del Chelo Bosch o la fulgurante aparición de Pablo Matera. Sin duda, dos de los mejores jugadores pumas en el torneo.
* Andrés Marchante.
– Foto: Reuters
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