El sueño dorado de Isinbayeva
Cuando Yelena Isinbayeva empezó a practicar el salto con pértiga de manos de su entrenador Trofimov (el mismo al que abrazaba hoy) no podía ni soñar que iba a despedirse en su país, con su tercer título mundial e intentando el récord mundial con 5,07. Aunque su concentración no ha sido la óptima, lo ha tenido en sus piernas.
¿Por qué se retira Isinbayeva? Desconocemos los motivos (ha comentado que quiere ser madre), pero lo que sí sabemos es que ha marcado una pauta y ha hecho historia en el mundo del atletismo. Pasamos a analizar la última final de la zarina.
La primera altura fue de 4,30, que sobrepasaron seis atletas, elevándose luego en quince centímetros más, siendo ocho las saltadoras las que pudieron con esa barra. En 4,55 fueron eliminadas la alemana Gadschiew, la china Li y la francesa Lotout. Dos históricas no pudieron con 4,65: La checa Ptáníckova-Svobodová y otra alemana, Lisa Ryzih. Yelena Isinbayeva comenzó aquí su concurso con un nulo, pero al segundo intento lo superó con amplitud.
El 4,75 iba a marcar la lucha por el podio. La campeona en Daegu 2011, la brasileña Fabiana Murer, y las otras dos rusas, Anastasiya Savchenko y Angelina Zhuk-Krasnova, se quedarn en el camino.
Quedaban cuatro competidoras en 4,82: Suhr, Silva, Isinbayeva y Spiegelburg. Silke fue eliminada cuando era bronce, pero Silva saltó al tercer intento y le quitó su sitio en el podio. Isinbayeva y Suhr lo habían hecho a la segunda, lo que le sirvió a la estadounidense para hacerse con la plata. Isinbayeva saltó en primer lugar y realizó un gran salto en 4,89 al que ya no pudieron responder sus compañeras de podio. Ya campeona, intentó batir su propio récord mundial con 5,07, para deleite de los aficionados y compatriotas presentes en el estadio Luzhniki.
* Joan Pelayo es juez-árbitro de atletismo, especialista en pértiga, y miembro fundador de la AEEA.
– Foto: Adrian Dennis (AFP)
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