Histórico, formidable, fantástico. Utilicen todos los adjetivos que quieran para describir lo que las jugadoras blaugrana han conseguido en Copenhague. Con corazón, coraje, valentía y con mucho sufrimiento han vuelto a coger su pluma para escribir unas páginas más a su excepcional libro de los últimos años.
La película de la tarde-noche danesa ha tenido muchas fases, una de ellas de un sufrimiento propio de las grandes batallas. Hay que saber sufrir, superar los malos momentos y no quedarte caído en la lona. Eso le ha sucedido a las jugadoras de Xavi Llorens durante los primeros 45 minutos, en los que el Brondby se lanzó en tromba sobre el campo catalán ahogando a su rival con una presión asfixiante. En 25 minutos ya habían lanzado tres córneres, el último acabado en gol de Thorsen. Tal ha sido el dominio danés que el Barça no ha gozado de un solo disparo sobre la meta de Olsson en el primer tiempo. Las danesas querían evitar los sobresaltos, sabían de la importancia de marcar primero porque de forma contraria necesitarían dos goles. Con su salida abrumadora se adelantaron en el marcador y dejaron toda la presión a las blaugranas.
El descanso vino muy bien al Barça. Se agarró a él como quien se agarra a una compañía que no quiere dejar en toda su vida. Esos quince minutos han servido para que el cuadro blaugrana se tranquilizara, se pausase y volviese a coger la confianza mental que no tenía en la primera parte. Solo necesitaban un gol, nada más. El partido no exigía otra cosa que tranquilizarse, apoderarse del balón y comenzar a jugar con posesiones largas. El gol era cuestión de minutos si la cabeza volvía a estar fría.
Sonia avisó a los 50 minutos con el primer disparo del Barça, y dos minutos después la egarense Marta Corredera puso el 1-1. Gol de la extrema derecha que está firmando un inicio de temporada fantástico y que entra en la historia firmando el primer gol de la historia en la Women’s Champions League para el Barça. Incansable sin balón, agitadora con él, un estímulo que lanza a su equipo en busca de nuevos retos. Era el gol de la tranquilidad máxima, de la vuelta a la pausa, lo que más necesitaba el cuadro catalán, que había sobrevivido a la tormenta y tenía mucha más vida. El palo mental para el Brondby fue tan fuerte que no volvió a reaccionar salvo con la ocasión de Madsen a los 75′. El Barça dominó, se apoderó de su mejor arma, la pelota, y comenzó a dormir el encuentro.
Llorens sí supo darle refresco a su equipo y metió a la serbia Jelena Cankovic por Alexia y a Laura Gómez por Melanie, que tenía una tarjeta amarilla. Eran los minutos de la cabeza fría, de suavizar el partido a las mínimas pulsaciones y jugarlo con mucha frialdad. El Barça lo hizo todo y la guinda al pastel la puso en el minuto 87, cuando la omnipresente Marta Corredera asistió a la joven Jelena Cankovic, que desató la locura blaugrana poniendo la estocada final al choque y el billete directo hacia los octavos de final.
El Barça abre una nueva ventana para la historia. Otro nuevo capítulo para continuar con los sueños que llevan realizando en estas últimas temporadas. Ni el gol postrero de Sorensen logró quitar esta enorme felicidad a unas jugadoras que vuelven a Barcelona con una sonrisa inmensa y escribiendo otro episodio histórico. El sueño continúa.
* Fran Moreno es periodista.
– Foto: FC Barcelona
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