1.- Hablar de Fútbol Club Barcelona y Athletic Club es hacerlo de fútbol y copa en mayúsculas, atendiendo tanto a la tradición histórica (26 títulos contra 23) como al pasado más cercano (en los últimos seis años, tres finales entre ambos). La de hoy, a 30 de mayo de 2015, era en territorio culé, pero con mayoría rojiblanca.
2.- Once de gala en el Barcelona y Bustinza como lateral derecho -sustituyendo al sancionado De Marcos- en el Athletic de Bilbao, que defendía en repliegue medio con dos líneas de cuatro, Iñaki Williams pegado a Busquets y Aduriz por delante. Con balón, Alves se cerraba a posición de interior y Messi se abría para hacer el campo grande y dejar espacio por dentro. Con el argentino, hasta tres jugadores del Athletic (lateral, exterior y medio centro). En la medida en que Messi descargara rápido hacia el otro costado con el tridente Alba-Iniesta-Neymar, podía estar el éxito del Barcelona en el partido.
3.- Y no tardó en suceder. El Athletic asustó primero con un Ter Stegen que cerca estuvo de perder el balón dentro del área, pero en esa misma jugada los culés salieron en transición ofensiva. Messi recibió con espacio para encontrar a Neymar en el primer alley-oop de la noche. El brasileño definió a un toque sin dejar caer el balón, pero el linier lo anuló por un fuera de juego que parecía habilitar Laporte.
4.- La obsesión con el argentino era tal que Balenziaga perseguía a Messi en cualquiera de sus movimientos. Ni así. De él está todo dicho, pero se empeña en que sigamos buscando nuevos calificativos para definir sus acciones. El argentino recibió en banda derecha con tres leones por delante. Le dio igual. En lugar de arrancar hacia dentro, lo hizo por fuera. Y se fue de los tres. Cuando entró en el área, sorteó a Laporte y golpeó el balón al primer palo. 20 minutos de trabajo defensivo sobre Messi, al traste. Es irreal.
5.- Tras el gol, Barça desencadenado y Herrerín despejando balones como podía. Messi no solo estaba haciendo maravillas con balón, sino que interpretaba a la perfección el juego sin él, pegándose a la banda e incluso recibiendo muy atrás para dejar espacio a las subidas de Alves y Rakitic en líneas interiores.
6.- Los de Valverde tiraban de orgullo apoyados por una hinchada a la altura de las circunstancias, pero el Barcelona estaba en modo apisonadora, atacando sin cesar y recuperando muy arriba tras pérdida. En una de estas en que el Athletic intentaba salir sin éxito, Rakitic asistió a Suárez, que no estaba en fuera de juego y prefirió, una vez más, que un compañero en mejor posición, en este caso Neymar, rematara a placer para poner el 2-0.
7.- Que el nivel de este Barcelona es realmente alto lo demuestra la actuación del Athletic durante la primera parte. Los de Valverde no habían jugado mal: sistema de ayudas sobre Messi con hasta tres jugadores, intento de transiciones rápidas con Aduriz en el juego aéreo e Iñaki Wiliams -que golpeó un balón al palo- buscando el lado de Jordi Alba… pero este Barcelona juega muy bien al fútbol, sus jugadores compiten con la ilusión del que no ha ganado nada pero con la confianza del que lo ha ganado todo, y por encima de cualquier cosa, tiene a Messi, que pese a la constante compañía de Balenziaga con -le perseguía hasta cuando el ’10’ se iba al costado izquierdo- se inventó un gol y ayudó, con su atracción de jugadores rivales, a que Neymar marcara a portería vacía una vez más.
8.- En la segunda parte entraba Xavi Hernández por Andrés Iniesta, que tenía molestias en el gemelo de la pierna derecha, y se retiraba Iraola. Xavi e Iraola han hecho historia en sus respectivos clubes y son ya símbolos de las dos instituciones con mayor tradición copera. El fútbol les dio el aplauso colectivo que merecen.
9.- El Barcelona manejó la situación del partido en cada momento, con Xavi llevando la batuta en el centro del campo. Suárez volvió a ser vital en su papel de boya, y Messi aparecía por todos los sitios. Si en la primera mitad Messi marcó partiendo desde atrás, el tercer tanto llegó en el área pequeña, anticipándose a la defensa del Athletic para hacer, aparentemente, el gol de la tranquilidad. Eso pareció pensar Luis Enrique, que dio entrada a Pedro y Mathieu por Luis Suárez y Jordi Alba. Fue entonces cuando el Barcelona se relajó e Iñaki Williams recortó distancias de cabeza, tras ganarle la posición a Busquets. Los bilbaínos lo intentaron posteriormente con hasta tres acercamientos a la meta de Ter Stegen, pero el partido nunca peligró para el equipo blaugrana.
y 10.- El Barcelona se proclama campeón de la Copa del Rey por 27ª vez, gana su segundo título de la temporada y está a solo un paso de conseguir el triplete. Sería el primer equipo de la historia en hacerlo por segunda vez. Con los 120 goles en partidos oficiales de su tridente mágico, el nivel de un colectivo optimizado a la perfección por Luis Enrique y su cuerpo técnico y, sobre todo, Leo Messi, el rey de esta copa, del Barça y del fútbol, que el próximo sábado tendrá otro reto majestuoso por delante.
* Ismael Ledesma.
– Foto: Víctor Salgado (FC Barcelona)
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