Argelia ha conseguido clasificarse como segunda para los cuartos de final de la Copa de África 2015, donde se enfrentará a Costa de Marfil, que no ha desarrollado un gran juego en lo que llevamos de torneo ni ha conseguido grandes resultados. Argelia acabó por detrás de Ghana debido a que el enfrentamiento directo entre ambas selecciones se decidió a favor de los ghaneses con un gol de Gyan en los instantes finales. Solo quedan tres grandes favoritas en la ronda de cuartos de final (aunque siempre se puede esperar una sorpresa en la CAN) y una de ellas caerá en el duro enfrentamiento entre los zorros del desierto y elefantes. La buena dinámica de Argelia desde tiempo atrás y sus buenas sensaciones de juego pueden ser claves ante Costa de Marfil.
La historia de Argelia como selección de cierto nombre internacional no es muy extensa. Sí se alarga algo más de 30 años, cuando en el Mundial de España sorprendió a todo el mundo derrotando a la poderosa selección de Alemania Occidental, aunque finalmente no se clasificó para octavos de final. El de 1982 fue su primera participación en el torneo. La segunda fue cuatro años después, en México’86, donde tan solo consiguió un punto y quedó eliminada en la fase de grupos. Eran buenos tiempos para una selección emergente y que se caracterizaba por una gran técnica, muy común en las selecciones del norte de África. Cerró su círculo de alegrías en la Copa de África de 1990, ganada ante Nigeria en una final que se decidió por un solitario gol.
Tras cerrar ese círculo glorioso que permitió que la selección argelina fuera conocida en el mundo del fútbol, no se volvió a saber nada de ellos hasta muchos años más adelante. La gran generación de jugadores de la década de los 80 no fue reemplazada con otra que al menos pudiera mantener el nivel deportivo, y el equipo transitó por varias Copa de África con más pena que gloria y no logró clasificarse para ninguna Copa del Mundo. Dos décadas después de haber conseguido su primer título africano, Argelia se presentaba a la edición de 2010 con un gran plantel, en el cual se encontraban jugadores que experimentarían una gran progresión y que actualmente se encuentran en la Copa de África 2015. Es el caso de M’Bolhi, Halliche, Lacen, Medjani o Mesbah. En aquella CAN 2010, Argelia consiguió llegar hasta las semifinales, algo que hacía bastante tiempo que no ocurría. El equipo se dio cuenta de su nivel de juego y los jugadores más jóvenes se nutrieron de la experiencia de esa competición para trasladarla al tercer mundial para el que la selección de África del Norte consiguió clasificarse.
En el primer mundial celebrado en suelo africano, Argelia quedó última de su grupo con solo un punto, un empate ante una gran selección como es Inglaterra. Los otros dos partidos, contra Eslovenia y Estados Unidos, acabaron en dos derrotas por la mínima: contra los europeos por un fallo del portero africano y contra los americanos por un gol de Donovan en los minutos finales del partido. Pese a que el rendimiento en esa competición puede parecer pésimo si nos atenemos a la cantidad de puntos, el nivel de juego del equipo fue muy destacable. Para las Copa de África de naciones de 2012 y 2013, Vahid Halilhodzic se hizo cargo del equipo y llevó a cabo la última renovación de vestuario hasta la fecha. Con las bases del equipo que disputó la CAN 2010 y el mundial de Sudáfrica y con varios jugadores jóvenes que comenzaron a destacar en sus clubes, la selección de Argelia se presentó en las dos competiciones africanas celebradas en años consecutivos. Los resultados no fueron muy destacados, pero los jugadores más jóvenes comprendieron lo que era disputar un torneo continental con su selección. Esos fracasos elevaron el rendimiento de una selección que aumentaba su nivel exponencialmente.
El Mundial de Brasil 2014 fue un punto de inflexión. Argelia compartió grupo con Bélgica, Rusia y Corea del Sur. Consiguió pasar como segunda de grupo, por detrás de Bélgica, tras un enfrentamiento directo en la última jornada de la fase de grupos ante Rusia. La ronda de octavos de final deparaba un enfrentamiento contra la que, más tarde, sería campeona del mundo por cuarta vez. El orden táctico y el saber estar de los argelinos neutralizó el juego de los alemanes en los 90 minutos reglamentarios del partido. En la prórroga, Alemania se llevó la victoria en un partido loco que bien podría haber perdido. La selección de Argelia presentó al mundo su técnica y actitud para acatar órdenes tácticas, y con esos principios se presentó en la Copa de África que en estos días se está disputando en Guinea Ecuatorial.
Argelia es una de las selecciones más técnicas de toda África. Su poderío no se rige por la potencia física y el juego aéreo, sino por la calidad individual de sus jugadores. Esa calidad debe ser expuesta para el conjunto, de ahí la importancia del entrenador en esos aspectos. Tras el gran rendimiento mostrado con Vahid Halilhodzic, Christian Gourcuff asumió el cargo de ser seleccionador. El técnico francés mantuvo las bases de su antecesor: el equipo se mueve en un sistema que rara vez varía de los cuatro defensores. En el centro del campo sí puede cambiar el número de jugadores, como hemos podido comprobar durante el torneo, y en la delantera, normalmente, actúa con uno o con dos nueves.
La línea defensiva se compone de dos centrales con bastante poderío aéreo y con una gran capacidad para sacar el balón jugado desde atrás. Medjani suele ser fijo en la posición de central y suele desarrollar su función junto a Halliche o el veterano Bougherra. Los tres centrales nombrados cumplen los requisitos clave de esta selección: buen desplazamiento en largo, calidad en la conducción de pelota y buen rendimiento en las pelotas por arriba. Cualquiera puede incorporarse en jugadas a balón parado para crear peligro por arriba, siempre un gran plan B cuando las cosas no van según lo planeado. Los laterales deben de ser muy ofensivos, pero ofrecerse a la hora de sacar el balón desde atrás es una de sus misiones principales. Mandi en la derecha y Ghoulam en la izquierda suelen ser los fijos para Gourcuff. Ambos son muy ofensivos y protagonizan buenas subidas por las banda. Saben aprovechar los espacios a la espalda de los defensores rivales y colocan buenos centros en carrera. Además, el lateral del Nápoles también tiene grandes virtudes a la hora de golpear balones parados.
El centro del campo suele estar formado por, al menos, un jugador de labores defensivas con escasas incorporaciones atacantes. Lacen es el encargado de realizar esta función. Dependiendo del sistema usado, el jugador del Getafe puede estar escoltado por uno o dos compañeros. Si el sistema utilizado es un 4-4-2 o un 4-2-3-1, el acompañante de Lacen suele ser el mediocentro del Tottenham Bentaleb. Pero si el equipo forma con un 4-5-1, el mediocentro defensivo está acompañado de dos interiores que le ayudan en las tareas defensivas y a dar salida desde atrás y que tienen libertad para incorporarse al ataque. Taider se ha ganado un puesto de titular en el equipo dentro de ese sistema de cinco centrocampistas, por sus buenas actuaciones anteriores. Hay que comentar que el seleccionador argelino no es un técnico inmóvil, no es reacio a realizar cambios tácticos durante los partidos.
Los ocupantes de las bandas también dependen de la capacidad de trabajo que deban realizar según el rival y del sistema de juego. Feghouli suele ser fijo en la derecha. El número diez de los argelinos ha adquirido grandes dotes defensivas en el Valencia y su calidad técnica en ataque siempre puede desatascar un partido apretado. En la izquierda hay más dudas. Mahrez puede jugar, pero suele ser bastante irregular en muchas fases de los partidos y sus ayudas al lateral no están aseguradas. En el 4-5-1, Brahimi formó, en teoría, cerca de la banda izquierda, pero en realidad abandonó constantemente la posición cercana a la cal y esta fue ocupada por uno de los interiores. La banda izquierda es una incertidumbre y aún no se ha encontrado un inquilino adecuado.
Belfodil y Slimani pelean por un puesto en la punta de lanza. Los dos jugadores presentan unas condiciones muy parecidas, pero con matices. Belfodil posee una gran capacidad para retrasar su posición e ir al medio a buscar los balones, aguantar la posesión y cederla a un compañero que se incorpore desde atrás. Además, también posee una gran habilidad para darse la vuelta él mismo con el balón. Su juego es de generación de espacios a sus compañeros por su gran movilidad dentro del flanco atacante. El problema de Belfodil es que tiene menos gol que Slimani, ya que este posee un gran instinto de cara al gol. Sueles hacer las veces de cazagoles dentro de su propia área y tiene mayores virtudes por arriba que su compañero de selección.
* Christian Sánchez.
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