Ser hincha del Southampton debe de ser un tanto singular. Superar una crisis deportiva y económica no ha tenido que ser nada fácil. Se vieron obligados a desprenderse de sus jóvenes promesas; tipos como Gareth Bale, Oxlade Chamberlain y Theo Walcott tuvieron que emigrar para que su equipo de toda la vida pudiera afrontar las numerosas deudas que llevaron a los Saints a jugar la Ligue One en la temporada 2009/2010 y 2010/2011. Un hecho que fue bastante doloroso, ya que tuvieron que empezar la temporada con diez puntos menos. Fueron los meses más difíciles de la historia del club.
En la temporada 2009/2010, el empresario suizo Markus Liebherr adquirió el equipo por 15 millones de libras. Días después, Alan Pardew fue nombrado director técnico del equipo. El Southampton estaba viviendo una etapa de reconstrucción basada en fichar a jugadores consagrados y con una proyección indiscutible para hacer un equipo sólido deportiva y económicamente. Ese año no pudo conseguir el ascenso directo, pero dejó buenas sensaciones.
La temporada siguiente, Alan Pardew dimitió (por indiferencias con el máximo mandatario) como manager y dio paso al Nigeladkinismo. Nigel Adkins lo consiguió, fue el héroe de los dos ascensos consecutivos del equipo, el héroe que necesitaban los Saints para volver a la élite. La 2010/2011 fue la temporada en la que vimos despuntar a jugadores como Adam Lallana, Rickie Lambert o José Fonte. Jugadores desconocidos que nunca habían jugado en la Premier League y que estaban a punto de lograr el ansiado ascenso a la Championship. Finalmente lo consiguieron. Acabaron la liga en segunda posición, a tan sólo dos puntos del líder, el Brighton & Hove Albion de Gustavo Poyet.
La vuelta a la Championship duró lo que dura un cubito de hielo en el desierto. Certificaron el ascenso quedando en segunda posición con 88 puntos. Nigel Adkins consiguió transmitir a los jugadores lo que él quería, la clave para conseguir el éxito. En tan sólo doce meses habían pasado de estar en League One a jugar en la Premier League. La 2011/2012 acabó siendo la del renacimiento del Southampton, la vuelta a la máxima competición inglesa siete años después.
La vuelta a la Premier League no fue un camino de rosas, al contrario. Los primeros meses estuvieron merodeando los últimos puestos de la clasificación. No obstante, el mercado estival fue una de las grandes noticias de la temporada: Gastón Ramírez llegó a las islas británicas por 15 millones de libras y fue una de las banderas del equipo durante toda la temporada; Jay Rodriguez firmó con los Saints para ser la pareja de Rickie Lambert en el ataque; Maya Yoshida hizó lo propio para ser el acompañante de José Fonte en la defensa; y, por último, Luke Shaw se unió al primer equipo para ser el lateral izquierdo y uno de los mejores jugadores de la temporada. Sin embargo, el equipo no llegó a convencer del todo y Nigel Adkins fue despedido el 18 de enero del 2013. Días después, Mauricio Pochettino se hizo cargo del equipo, alejándolo de los puestos más calientes de la tabla y salvándolo jornadas antes del final de temporada.
Y volvemos al presente. El verano llegó de la mejor forma posible. Wanyama, Lovren y Osvaldo llegaron al condado de Hampshire por 40 millones de libras. La del Southampton es una de las plantillas mejor planificadas de la temporada. Ahora mismo es el equipo que en mejor forma está de los no candidatos al título. ¿Rickie Lambert será el nuevo Matthew Le Tissier? ¿Será Mauricio Pochettino el mejor entrenador de la historia de los Saints? ¿Los veremos en Europa la temporada que viene? Muchas preguntas sin resolver, mucho fútbol por demostrar.
* Miguel Ángel Ríos.
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