El Stuttgart fracasó la temporada pasada con Bruno Labbadia al mando del equipo. En zona de nadie, cercana más al descenso que a las luchas por Europa, y una Europa League errática en el que quedaron eliminados en los 1/16 de final. Lo que salvó la temporada del desastre total fue la copa alemana, finalistas de la Pokal contra el Bayern en un partido que perdieron 3-2 ante el gigante bávaro.
Fredi Bobic, director deportivo del Stuttgart, se la jugó en verano en base a dos claves. Continuidad de Labbadia por cuarta temporada consecutiva y el refuerzo del equipo en todas las zonas del campo. Pues se clasificaron para jugar la Europa League y tenían que volver a compaginar tres competiciones, ergo, necesitaban fondo de armario.
En materia de entrenador, la continuidad de Bruno Labbadia era discutida y discutible. El equipo no había conseguido una línea de juego clara con continuidad y la mala liga que cosecharon hacía indicar que su época pasó. Bobic lo mantuvo.
El pésimo comienzo de temporada del Stuttgart en el que cayeron eliminados en la segunda ronda previa de la Europa League contra el Rijeka de Croacia, tres derrotas consecutivas en Bundesliga y una línea de juego negativa hicieron que Labbadia fuera fulminantemente despedido. Si había dos claves en este proyecto de Bobic, la primera cayó antes de terminar agosto. Síntoma de que ni se creía excesivamente en el entrenador, ni se supieron buscar alternativas durante el verano.
El elegido para ser el nuevo entrenador de los de la Mercedes fue Thomas Schneider, ex entrenador del sub-23 del Stuttgart y hombre de la casa que vino para quedarse hasta 2015. Bobic se la juega por él tras el desastre Labbadia.
En materia de fichajes el Stuttgart reforzó sobretodo la parcela defensiva. Incorporó a un lateral-central contrastado como es Schwabb (Bayer Leverkusen), un lateral-interior como es Rausch, además de la continuidad de la base defensiva del año pasado (Sakai-Niedermeier-Rüdiger-“Tasci”-Röcker-Boka y Molinaro). El caso de Tasci es singular: contaba para Bobic y Labbadia y era el capitán del equipo. Era uno de los hombres más importantes. Pero tras el descalabro en la Europa League se marchó casi al cierre de mercado al Spartak de Moscú. En su lugar llegó a última hora Haggui, central tunecino del Hannover y con experiencia contrastada en Bundesliga.
En el mediocampo, el Stuttgart apostó por la continuidad de sus principales figuras, además de la incorporación del mediocentro del Borussia de Dortmund, Moritz Leitner, como principal novedad. Es decir, Gentner que ha evolucionado a interior de alto ritmo acompañado de un mediocentro, usualmente Kvist o en las últimas ocasiones el eléctrico, y caótico, Boka en mediocampo. Didavi, lesionado de larga duración; Rojas, fichado libre procedente del mercado australiano; Rausch en esporádicas ocasiones o Maxim son otros de los futbolistas que pueden jugar en el doble pivote clásico del Stuttgart.
Entre medias hay que destacar que Kvist, mediocentro danés que vino del Copenhague que llegó a los octavos de final de la Copa de Europa de 2011, no contaba para Labbadia y estaba en la lista de traspasos. Pero Bobic no supo encontrarle destino ni comprador que satisficiera las demandas del VfB mientras el entonces entrenador le mantenía apartado del equipo. Pasado el mercado veraniego y confirmada su continuidad, Kvist volvió al once titular.
En las zonas de ataque el Stuttgart ha conseguido mantener gran parte de su base además de conseguir refuerzos de cierto nivel, pensados sobre todo en poder compaginar las tres competiciones que debía disputar. En el 9 sigue un año más Ibisevic como goleador oficial del equipo y se incorporó Abdellaoue, procedente del Hannover, como suplente del bosnio.
Además de los nueves, el Stuttgart incorporó el pasado mercado invernal al mediapunta rumano Maxim, recuperó para la causa al veterano Cacau, siguen el eslovaco Harnik y el marfileño Traoré, esperan a la recuperación del extremo Didavi y de Torun, un mediapunta prometedor que las lesiones han lastrado la carrera. Añadido a este conjunto de delanteros y jugadores de tres cuartos de campo se incorporó Sararer, procedente del Greuther Fürth, un jugador de banda que fue de los más importantes futbolistas del conjunto bávaro en su año en la 1.Bundesliga.
Entre medias, el papel de la cantera está teniendo su cuota de protagonismo: Holzhauzer fue cedido al Augsburg mientras Werner suma minutos y partidos de primer nivel tras la llegada de Schneider al mando del primer equipo.
A nivel de juego la llegada de Schneider aún no supone una revolución al equipo de Labbadia. La llegada en menos de un mes al primer equipo solo permite pequeños esbozos del que debe ser su Stuttgart. Eso sí, lo que se sabe es que va a confiar mucho en los jóvenes valores del filial. Werner, del que se hablará más adelante, ya es de los que lleva más minutos de juego.
El sistema de juego del Stuttgart de Labbadia en la 2012/2013 era el 4-2-3-1, aunque a veces mutó al 4-3-3 como medida de choque contra los malos resultados, siempre priorizando el primer planteamiento con un doble pivote al uso.
En la portería, Ulreich se ha erigido en uno de los mejores guardametas de la Bundesliga. Cuando el Stuttgart sufre, siempre están sus manoplas para mantener con vida a los suyos. No ha debutado con la Mannschaff, pero a su nivel no sería sorprendente que Joachim Löw le llamara a filas.
En la defensa de cuatro, el lateral derecho titular es normalmente Sakai, japonés de largo recorrido y con velocidad. Con carencias en la defensa en 1×1 que suple por piernas y la cobertura del segundo palo en los centros laterales.La otra alternativa en esa posición es Schwabb, lateral que puede jugar de central, un perfil mucho más conservador que el del nipón.
En los centrales, Schneider ha visto como ha caído su puntal, Tasci (capitán y santo y seña del club en el campo), además de la lesión del solvente Niedermeier. Esta circunstancia deja como único central puro fiable al joven Rüdiger, que ha sido acompañado por Röcker, veterano y con un rendimiento discutible, o mayoritariamente por Schwabb, con tendencia correctora y de bastante fiabilidad competitiva.
En el lateral izquierdo, el técnico del VfB cuenta con Boka, desordenado pero potente y con experiencia como el titular en esa posición. La alternativa principal sería Rausch, técnicamente mucho mejor futbolista, con mayor conocimiento del juego, pero sin esa potencia y velocidad. Su golpeo de balón con la zurda le harán un jugador a tener en cuenta por Schneider. Molinaro, transferible todo el verano, no tendrá incidencia durante la temporada.
En el mediocampo, Schneider siempre ha apostado por el doble pivote clásico con la presencia inexcusable de Kvist, recuperado para la causa tras el fin del mercado veraniego, y de Gentner. El danés se comporta como el típico mediocentro posicional, el que guarda la posición y se encarga de las labores defensivas. Su acompañante, complementario, responde al perfil box to box, con más capacidad de llegada a portería contraria, pero sin excesivo sentido de la asociación.
La otra gran alternativa es Leitner. Mediocentro posicional de gran clase, ha sido cedido por el BVB y una de las promesas del conjunto del Ruhr, no está teniendo excesiva continuidad en la base de la jugada, entrando en la rotación en el doble pivote o jugando en una posición más avanzada si Schneider quiere controlar más el balón y apuesta por un planteamiento más conservador.
En la mediapunta, la presencia de Maxim ha sido notablemente positiva a nivel de juego, el de más pausa del equipo junto a una notable capacidad de regate y visión de juego le convierten en el 10 titular del Stuttgart. En las bandas, Traoré, eléctrico y regateador, incansable en el intento de profundizar a línea de fondo, compite con el joven Werner y Harnik para el once titular.
Werner responde al jugador de banda con sobriedad en el juego y un correcto regate, que unido a su juventud y al desparpajo mostrado en los primeros partidos hace que incluso parta por delante del austriaco Harnik, goleador partiendo de la banda, pero que viene de cuajar una temporada mejorable.
En el goleador el que nunca falla es Ibisevic: el bosnio es el goleador del equipo y el encargado de dar continuidad al equipo con su juego de espaldas.
* Joan Barriach.
– Foto: Daniel Kopatsch (AP) – Daniel Bockwoldt (DPA) – Firo
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