Nándor Hidegkuti fue el primer falso 9 del fútbol mundial. Han pasado casi 60 años desde que lo inventó. La fecha que se certifica como originaria para dicho invento es el 25 de Noviembre de 1953, pronto se cumplirán 58 años del evento, en el Wembley Stadium de Londres. Hidegkuti no sólo consiguió un hat trick histórico (minutos 1, 20 y 53) en aquella escalofriante victoria húngara sobre Inglaterra por 3-6. Hizo algo más importante: al destrozar el marcaje de los dos centrales (Harry Johnston y Billy Wright) a base de retrasar su posición y dejarla “flotando”, generó un rol nuevo en los esquemas tácticos del fútbol. Al terminar el partido, Johnston reconoció en público que, simplemente, no había sabido cómo marcar al delantero: no sabía si sujetarlo de cerca y alejarse del área o dejarle ir. De Wright, un reportero inglés escribió: “Fue un bombero acudiendo al fuego equivocado”.
La gloria y la fama de aquella mítica selección (la Hungría de Oro) recaerían para siempre en extraordinarios futbolistas como Puskas, Kocsis, Czibor o Bozsik, pero ninguno de ellos provocó semejante revolución en tiempos donde la ortodoxia táctica parecía sagrada. En vez de acercarse a la portería, el hombre que llevaba el 9 a la espalda decidió alejarse de ella, arrastrar contrarios, desordenarlos y permitir que sus formidables compañeros atacantes despedazaran al rival. Hidegkuti fue como la batuta de la filarmónica húngara que conquistó el oro olímpico en Helsinki’52 y dejó una estela imborrable en el Mundial’54 pese a su derrota en la final ante Alemania.
Entrenadores perspicaces aplicaron lo que pasó a denominarse “segundo delantero”. En el Barça lo estrenó Rinus Michels, ubicando a Sotil en punta, a Rexach en banda derecha y a Cruyff flotando entre el 11 y el 9. El Dream Team vivió el apogeo de ese delantero impostor, con Michael Laudrup oscilando entre el mismo 11 y el mismo 9 de Cruyff, más Goiko por derecha y Stoichkov por izquierda. Aquel equipo tuvo varias soluciones alternativas, otra de ellas con Bakero ejerciendo un rol similar pero de sentido opuesto: si Laudrup buscaba el desorden horizontal, Bakero lo pretendía en vertical.
Años más tarde, Ronaldinho, Eto’o y Giuly interpretaron una versión con bastante sordina y fueron Guardiola y Messi quienes recogieron el testigo y lo pulieron hasta hoy, en que buena parte de los equipos de la cantera blaugrana usan este recurso con profusión, mientras el argentino ya es un auténtico líbero por todo el frente de ataque. Hidegkuti hizo bastante más que un hat trick legendario: aportó un modo nuevo de enfocar el ataque. Seis décadas más tarde, en vez de una reliquia, su invento es innovación puntera, así que reconocimiento eterno para el inventor del falso 9.
* La alineación de Hungría aquél 25 de Noviembre de 1953 estuvo compuesta por estos hombres:
1.- Giula Grosics (Sándor Géller, 80′)
2.- Jenö Buzánszky
3.- Mihály Lantos
4.- Gyula Lóránt
5.- Jószef Bozsik
6.- Jószef Zakariás
7.- László Budai
8.- Sándor Kocsis
9.- Nándor Hidegkuti
10.- Férenc Puskás
11.- Zoltán Czibor
Los 6 goles húngaros fueron conseguidos por Hidegkuti (45 segundos), Hidegkuti (20′), Puskás (24′), Puskás (29′), Bozsik (50′) e Hidegkuti (53′).
PD: Algunos amigos mencionan a Adolfo Pedernera como posible primer falso 9 de la historia, en tanto otros se fijan en Alfredo Di Stéfano. Más allá, hay quien cita al austríaco Mathias Sindelar en los años 30. El asunto es apasionante. Indagaré en ello.
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