Femenino / Eurocopa femenina 2013 / Fútbol / Crónicas 2013-2014
Cuando empezó esta Eurocopa de Suecia a principios de julio, se decía que parecía que por fin acabaría el reinado de las alemanas en el máximo torneo continental por selecciones. Y a pesar de que en un principio parecía que esas previsiones se cumplirían, el carácter competitivo de una selección tocada pero más unida que nunca ha cerrado todas las bocas de quienes dudaban de ellas. El monopolio continúa y parece difícil que alguien pueda acabar con él.
Ni el máximo favorito, Francia, ni el subcampeón en el 2009, Inglaterra, cumplieron las expectativas. Suecia intentó aprovechar que jugaba en casa para poder hacerse con el título, pero sucumbió ante las jugadoras de Silvia Neid en un partido épico. Alemania se presentaba en el torneo con un equipo lastrado por las bajas. Seis jugadoras clave en la selección no pudieron estar en la cita por lesión: Viola Odebrecht, Verena Faisst, Alexandra Popp, Linda Bresonik, Babett Peter y Kim Kulig. De las convocadas, llegaban tocadas o con escasos minutos de juego durante la temporada las siguientes jugadoras: Melanie Behringer, Bianca Schmidt, Fatmire Bajramaj y Simone Laudher. Y hasta un total de trece jugadoras menores de 23 años con muy poca experiencia entraron en la lista final: Almuth Schult, Laura Benkarth, Luisa Wensing, Bianca Schmidt, Jennifer Cramer, Josephine Henning, Sara Däbritz, Melanie Leupolz, Lena Lotzen, Dzsenifer Marozsán, Svenja Huth, Leonie Maier e Isabelle Linden. Con estos datos, unido al mal juego desplegado, se hacía muy difícil pensar que podrían renovar su título. Pero lo han conseguido. La pregunta ahora es: ¿alguien las podrá parar en el futuro?
Pero volvamos al partido de hoy, a la lucha entre los dos pesos pesados de la historia del fútbol femenino europeo. Alemania y Noruega se veían las caras otra vez en esta Eurocopa tras la victoria escandinava en la fase de grupos, que había supuesto el final de la racha de partidos sin perder de la selección alemana que perduraba desde el año 1996. Poco o nada tuvo que ver ese partido con la final que hemos vivido hoy.
Sólo un cambio en ambas formaciones respecto a los equipos titulares que presentaron en semifinales. Neid decidió meter a Okoyino da Mbabi en lugar de Mittag, mientras que Pellerud metió a Isaksen por Dekkerhus. Ambiente sensacional en el Friends Arena para un choque que coronaría al nuevo campeón de Europa.
Contra todo pronóstico, Noruega salió a disputar el partido de tú a tú, adelantó un poco la defensa y no se cerró atrás como era previsible. Nadine Kessler avisó cuando no había pasado ni un minuto de juego. Su remate tocó el larguero tras un gran centro de Marozsán. Poco después, Okoyino da Mbabi pudo adelantar a las noruegas, pero su disparo salió demasiado cruzado. Lotzen y Marozsán también lo probaron y los espacios entre líneas les daban muchas facilidades. El primer disparo de las noruegas llegó al cuarto de hora, con una llegada por la banda derecha de Mjelde. Okoyino da Mbabi respondió con otras dos ocasiones que pudieron acabar dentro de la portería tranquilamente. La primera, tras un pase de cabeza de Kessler, y la segunda, tras un centro desde la esquina de Marozsán.
De poder anotar el primer gol, la delantera del 1.FFC Frankfurt pasó a cometer un error de principiante concediendo un penalti absurdo a favor de las noruegas. Ronning disparó y Angerer despejó a saque de esquina la pena máxima. Ahí tuvieron la final las de Pellerud. Stensland pudo anotar pocos minutos después tras un pase genial de Hegerberg, pero Maier se cruzó a la perfección. Alemania sufría pero supo reaccionar bien. Kessler, con dos disparos desde la frontal y una combinación de Marozsán, y Okoyino da Mbabi volvieron a poner el miedo en el cuerpo a las noruegas. Al descanso, empate a cero en un partido bastante igualado pero en el que parecía que tarde o temprano llegaría el gol alemán.
Y nada más volver del descanso, llegó. Recuperación de balón en campo propio de Laudehr, pase a Marozsán, combinación al primer toque con Kessler, que conecta con Okoyino da Mbabi para que recorra la banda izquierda sin oposición y dé el pase de la muerte a Anja Mittag, que había entrado en el descanso. Fútbol a un toque, transición rápida, imparables al espacio; eso es lo que se le pedía a Alemania desde el inicio del campeonato.
El rodillo alemán hacia acto de presencia. Diez minutos brutales de la Nationalelf pusieron contra las cuerdas a un equipo noruego que paró las ocasiones como pudo. Doble ocasión de Okoyino da Mbabi. La primera la paró bajo palos Stensland y Akerhaugen salvó la salvó en el área pequeña. Maier, con un disparo desde la frontal, también pudo aumentar la renta, pero no consiguieron cerrar el partido.
Pero otra vez, un error de principiante provocó que las noruegas tuvieran la oportunidad de anotar desde los once metros. Entre Jennifer Cramer y Dzsenifer Marozsán derribaron a Caroline Graham Hansen en el área. Gulbrandsen fue la encargada de tirar el penalti, pero Angerer volvió a salvar a las de Neid. Actuación sensacional de la ya portera del Brisbane Roar, que culminaba de esta forma un torneo sensacional, aunque Hegerberg dio el susto cuando anotó un gol poco después, pero fue anulado por fuera de juego.
Con espacios, Alemania pudo aumentar la renta, pero la falta de puntería de Marozsán impidió que la ventaja aumentara. De un pase largo desde campo propio, Ronning puso un balón preciso a Thorsnes, que no pudo definir bien ante Angerer. Esa fue la última ocasión clara de Noruega. Los veinte minutos que quedaban fueron controlados por las alemanas, que se limitaron a despejar los balones largos que lanzaba el conjunto de Pellerud. La última ocasión clara del partido la tuvo Kessler, con un disparo que desvió al palo una defensa rival.
De esta forma, Alemania consigue su octava corona europea, la sexta consecutiva, en un año en el que han conseguido devolver al fútbol femenino alemán a lo más alto. El Wolfsburg recuperó el centro europeo de clubes, mientras que la Mannschaft ha vuelto a demostrar por qué la segunda selección del ranking FIFA y que su no participación en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 fue una mera anécdota. Esta Eurocopa acaba como empezó, con Alemania como campeona y demostrando estar un paso por encima de sus principales rivales continentales.
* Borja Rodríguez.
– Foto: AFP
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