Inmerso en una mala racha, Stanislas Wawrinka decidió tatuarse una cita del poeta irlandés Samuel Beckett que, traducida, dice: “Siempre lo intentase, siempre fallaste. No importa. Falla otra vez. Falla mejor”. Un lema de vida que a Wawrinka le ha servido de motivación y que ha llevado tan al extremo que de tanto fracasar cada vez mejor ha conseguido el mayor éxito de su carrera deportiva, un título de Grand Slam derrotando por el camino a los dos mejores tenistas de la actualidad.
En cuartos de final se enfrentó a Novak Đoković, invicto desde septiembre y dispuesto a igualar el récord de 26 victorias consecutivas en el Open de Australia que posee Roy Emerson desde 1967. Y Wawrinka se impuso al serbio ocho años después de hacerlo por última vez y de manera dramática, venciendo 9-7 en el set final.
En semifinales, Wawrinka se deshizo de Berdych en un partido muy igualado, mientras que por el otro lado del cuadro Nadal vencía por tres sets a cero a Federer consiguiendo algo inédito en la Era Open, ganar nueve veces a un mismo rival en torneos del Grand Slam.
En la final, Wawrinka lo tenía todo en contra porque nunca había ganado a Nadal (0-12 en partidos y 0-26 en sets), porque nunca había vencido al número 1 del mundo (15 derrotas en 15 precedentes) y porque nadie había ganado su primer título de Grand Slam o de Masters 1000 derrotando en la final al tenista español (0-4 en finales de Grand Slam y 0-11 en finales de Masters 1000).
Wawrinka empezó muy sólido con su servicio y consiguiendo fácilmente muchos puntos de break. Así ganó el primer set y se apuntó el segundo parcial aprovechando los problemas en la espalda de Nadal que casi le hacen retirarse. Pero Nadal supo adaptarse a jugar mermado; Wawrinka se despistaba cada vez que restaba con un 15-40 a favor y permitió que Nadal forzara un cuarto set. Pero en él el suizo sí supo romperle el servicio a Nadal; lo hizo dos veces seguidas y ganó el partido.
Wawrinka acabó con sus dos gafes, los partidos ante Nadal y ante cualquier número 1, y pasó a la historia por derrotar a los dos primeros cabezas de serie y por ganar su primer Grand Slam batiendo en la final al líder del ranking.
El suizo es el primer tenista que gana un torneo del Grand Slam derrotando a los dos primeros clasificados desde Sergi Bruguera en 1993 (a Sampras, número 1, le venció en cuartos de final y a Jim Courier, número 2, en la final de Roland Garros). En Australia no ocurría desde 1983, cuando Mats Wilander se impuso en semifinales a John McEnroe, número 2, y en la final a Ivan Lendl, número 1.
Wawrinka es el quinto tenista que gana su primer grande venciendo en la final al número 1 del ranking. Lo hizo por primera vez Orantes en el US Open 1975 (ante Connors) y luego Lendl en Roland Garros 1984 (ante John McEnroe), Pat Cash en Wimbledon 1987 (ante Ivan Lendl) y Juan Martín del Potro en el US Open 2009 (ante Roger Federer).
Individual femenino
Serena Williams, gran favorita al inicio del torneo, cayó en octavos ante la serbia Ivanović, cortando su racha de 25 victorias consecutivas que se prolongaba desde agosto.
El cuadro, más despejado, lo aprovecharon Na Li para plantarse en su tercera final del torneo, no sin antes salvar una bola de partido en tercera ronda ante Lucie Šafářová, y Dominika Cibulková para convertirse en la primera persona eslovaca en alcanzar una final individual de Grand Slam.
La final comenzó muy igualada, tanto que el primer set se decidió en el tie break, pero en el segundo parcial Li se mostró intratable, arrolló a Cibulková por 6-0 y se apuntó su segundo torneo de Grand Slam.
La china es la primera campeona del torneo que supera un match ball en contra –la otra fue Serena Williams en 2005– y la primera mujer que gana cualquier torneo de Grand Slam levantando una bola de partido en alguna de las tres primeras rondas.
Na Li es la primera persona asiática en conseguir el título individual del Open de Australia. Y lo ha hecho de una manera singular, ganando sus sets de la final en el tie break y con un rosco (un 6-0). En toda la historia de las finales femeninas de Grand Slam solo hay un caso parecido: en Australia 1974, cuando Goolagong derrotó a Chris Evert por 7-6, 4-6, 6-0.
No solo por su origen o su resultado destaca el título de Li, también por su edad. Con 31 años y 333 días, la jugadora china es la campeona individual más veterana del torneo desde que en 1954 la australiana Thelma Coyne se impusiera con 35 años y 106 días.
Dobles masculino
Extraña final de dobles, porque las parejas contendientes jamás habían disputado antes un torneo de Grand Slam. La victoria fue para el polaco Łukasz Kubot y el sueco Robert Lindstedt, que de esta forma también logran, por separado, su primer grande. Para Polonia, el de Kubot es su tercer título de Grand Slam entre todas las categorías, tras los logrados por Jadwiga Jędrzejowska (dobles femenino, Roland Garros 1939) y Wojciech Fibak (dobles masculino, Australian Open 1978).
Dobles femenino
Las italianas Sara Errani y Roberta Vinci, números uno del mundo, repitieron título en el torneo y consiguieron su cuarto título de Grand Slam como pareja. La final, ante Makarova y Vesnina, fue la más igualada del torneo desde 1977, cuando también se resolvió por 7-5 en el tercer set, como esta de 2014.
Errani y Vinci son las primeras en ganar dos Open de Australia consecutivos en dobles desde las hermanas Williams (2009 y 2010) y la primera pareja de tenistas europeas que lo consigue.
Dobles mixto
Kristina Mladenović y Daniel Nestor lograron su segundo torneo de Grand Slam como pareja, tras el conseguido en Wimbledon 2013, sin ceder un solo set en sus cinco partidos del torneo. Desde 2003, cuando Leander Paes y Martina Navratilová también ganaron sus cinco partidos y sus diez sets, no había vuelto a suceder en el torneo.
Daniel Nestor, a sus 41 años y 144 días, es el segundo hombre más veterano en vencer en Australia en esta modalidad. El récord, de momento insuperable, pertenece al australiano Horace Rice, que tenía 50 años cuando se impuso en 1923 junto con su compatriota Sylvia Lance.
Júniors
Lo más destacado en la categoría sub-18 fue el título masculino de Alexander Zverev y el doblete de Elizaveta Kulichkova. Zverev es el primer alemán en ganar un Grand Slam junior desde Daniel Elsner en Roland Garros 1997. Por su parte, Kulichkova se convierte en la segunda rusa en ganar individual y dobles en un mismo Grand Slam junior, tras Anastasia Pavlyuchenkova en Australia 2006.
Y además…
Dinamarca manchó un campeonato perfecto reviviendo en la final la pesadilla de la final mundialista de Barcelona. El equipo anfitrión se plantó en el partido decisivo con una racha de doce victorias consecutivas en el torneo y fue barrida de principio a fin por Francia. En doce minutos perdía por siete goles e inició el carrusel de cambios en la portería. Todo fue inútil y Francia coleccionó récords y el tercer título de su historia.
Al descanso, Francia mantuvo la renta inicial, 23-16. Unos 23 goles que son un récord, igualado, en una mitad de cualquier partido de campeonatos de Europa y aún más record, porque se superó, en cualquier mitad de una final europea, mundial u olímpica de este deporte.
Y al final del partido, más de lo mismo. El 41-32 final también permitió a Francia igualar el récord de goles en el torneo y batir el de cualquier gran final. Francia es el segundo país que vence en sus tres primeras finales continentales (Suecia lo hizo en cuatro ocasiones).
Dinamarca sufrió la peor derrota de su historia en este torneo (igualando la paliza recibida en la semifinal de 1994 ante Rusia: 29-20) y se convirtió en el tercer país en perder la final europea al año siguiente de caer en la final mundialista, lo que le ocurrió a Rusia (1999 y 2000, ambas ante Suecia) y a Croacia (2009 y 2010, ambas ante Francia). Pero Dinamarca es la primera a la que la pasa ante rivales distintos. Con esta plata, los daneses son los que más medallas europeas tienen, seis, una más que España, que en esta edición fue bronce y sumó su quinta presea.
Doblete de Steven Holcomb y triunfo de una suiza en bob a 2. El estadounidense Holcomb repitió su logro de 2007 ganando la general combinada y la de bob a 2. Fabienne Meyer logró el primer título femenino para Suiza desde Françoise Burdet en 1999.
En lo que respecta al campeonato de Europa, Suiza se hizo con los tres oros en juego: bob a 2 masculino y femenino y bob a 4. Como es la primera vez que el título femenino se le escapa a Alemania (había vencido en las diez ediciones previas), es el primer pleno de Suiza. El consuelo alemán llegó con Kevin Kuske, bronce en bob a 2, lo que supone su 20ª medalla en el campeonato de Europa de bobsleigh superando las 19 de su compatriota André Lange.
Alemania revalidó los tres títulos de la Copa del Mundo con los mismos lugers que en 2013: Felix Loch, Natalia Geisenberger y los Tobias (Tobias Wendl y Tobias Artl) en parejas. Es la tercera vez que se repiten los campeones del año anterior en las tres categorías (1992, 2007 y 2014), pero la primera ocasión donde lo hace el mismo país.
Lo más relevante del campeonato de Europa fue otra magnífica actuación de Italia y de su estrella Armin Zöggeler, que sumó el oro individual y el bronce por equipos para acumular un total de 18 medallas en el evento, récord histórico. Como también ganaron en parejas, con Oberstolz/Gruber, Italia se hizo con los dos títulos masculinos por tercera vez en su historia (1984, 2008 y 2014) pero, a diferencia de los dos primeros casos, lo hizo fuera de su país.
A la vez que se celebraba el campeonato de Europa concluyó la Copa del Mundo, con triunfos del letón Martins Dukurs y la británica Lizzy Yarnold.
Dukurs ganó su quinto título, todos consecutivos, e igualó el récord del austriaco Christian Auer. Gran Bretaña tuvo a su cuarta mujer campeona de la Copa del Mundo, tantas como Alemania.
En cuanto al campeonato de Europa, Martin Dukurs también se hizo con su quinto título, de nuevo de manera consecutiva, que en esta competición es récord histórico en solitario. En categoría femenina, por primera vez en la historia el oro fue para Austria con Janine Flock, mientras que las otras medallistas, Shelley Rudman, oro, y Anja Huber, plata, se subieron por sexta vez al podio continental, lo que ninguna otra persona ha conseguido.
Nommay, en Francia, cerró la competición con triunfos parciales del belga Tom Meeusen y la neerlandesa Marianne Vos y victorias en el general de Lars van der Haar y Katie Compton.
El neerlandés Van Der Haar, con 22 años y 187 días, es el campeón más joven en la historia de la competición, batiendo por más de dos años la marca de Sven Nys en 2000. La estadounidense revalidó su título de 2013 y se convirtió en la segunda mujer en ganar dos Copas del Mundo consecutivas, tras Daphny van den Brand (campeona en 2005 y 2006).
Un nuevo triplete español, el cuarto consecutivo, en la segunda cita puntuable disputada en Marsella (Francia). Toni Bou logró su 38ª victoria, las últimas 23 de manera consecutiva, pero esta vez fue más protagonista el subcampeón, Adam Raga, porque con su segundo puesto sumó un nuevo podio, el 80º de su carrera en el mundial indoor, superando el récord que compartía con Dougie Lampkin.
Descafeinada competición alternativa al campeonato de Europa por la cercanía de los JJ. OO. y del mundial y un bueno momento para ver al segundo nivel de las grandes potencias.
Masculino
Doblete japonés, oro para Mura y plata para Kozuka, con el chino Nan Song completando el podio. Los tres medallistas estuvieron en tan solo 6,47 puntos, segunda menor distancia tras los 4,10 puntos que separaron a oro y bronce en 2005.
Femenino
También doblete japonés en esta categoría: oro para Murakami y plata para Miyahara. La medallista de bronce, Zijun Li, hizo historia porque dio a China su primer podio en esta categoría.
Parejas
Victoria de los chinos Sui y Han con una amplia diferencia, 30,95 puntos, la segunda mayor en cualquier prueba tras los 35,32 de ventaja de Belbin/Agosto en danza en 2005.
Danza
En esta modalidad solo Canadá y Estados Unidos se han subido al podio, y así volvió a ser en Taipei. Estados Unidos consiguió su 9º oro (por 7 de Canadá) y su 28ª medalla (por 20 de Canadá).
El Yokozuna Hakuho llegó invicto al último día de competición, pero fue sorprendido por Kakuryu, lo que obligó a un desempate entre ellos que finalmente se llevó Hakuho.
Para el mongol este es su 28º gran torneo, pero solamente el tercer Hatsu (el que abre el año), la competición que menos ha ganado. Además es su sexta victoria (de nueve combates) en playoff y el Hatsu es el cuarto torneo diferente, de los seis que conforman la temporada, que gana en el desempate.
Levon Aronian se quedó a las puertas de una actuación histórica, pero se hizo con su cuarto título en este prestigioso torneo neerlandés. Una inesperada derrota con blancas en la última ronda cuando ya era campeón matemático le impidió completar el mejor resultado de la historia del torneo y romper la barrera de la performance 3000, algo solo hecho por Magnus Carlsen.
Los cuatro títulos de Aronian en Wijk aan Zee le permiten igualar la marca de Euwe, Korchnoi y Portisch y quedarse a uno del récord de Viswanathan Anand.
Regresaron las Series Mundiales con el torneo de Las Vegas y parece que Sudáfrica le tiene tomada la medida a Nueva Zelanda. El equipo africano revalidó su título en la ciudad del juego y derrotó por quinta vez consecutiva a los All Blacks, todas ellas en finales por el título. Nueva Zelanda también ha perdido cinco veces seguidas ante Samoa (seis en 2010) y Fiyi (siete en 2006).
El otro equipo que hizo saltar la banca fue Canadá, que logró un brillante tercer puesto, igualando el mejor resultado de su historia, que databa de abril de 2000 en Tokio.
Tras seis finales perdidas, todas ante Alemania y la primera hace cuarenta años, Países Bajos se vengó por partida doble de su bestia negra derrotando a las alemanas en la fase de grupos (9-5) y en la final (3-0) para conseguir el primer título de su historia.
Sergio García prolongó el extraordinario momento del golf español ganando en Catar un torneo que pasará a la historia por un golpe visto el primer día. El inglés Steve Webster empezó el torneo con un albatros –embocar la bola en tan solo dos golpes en un par cinco– en el primer hoyo y el Circuito Europeo confirmó que nunca antes alguien había tenido un inicio así en sus cuarentaidós años de historia.
El invencible Vakifbank Estambul mordió el polvo en su visita al Fenerbahçe, ante el que perdió por tres sets a cero. De esta forma el Vakifbank, que no sufría un resultado tan contundente desde principios de 2012, perdió tras haber extendido su racha hasta las 73 victorias consecutivas (36 en liga regular, 7 en playoff de liga, 6 en copa, 1 en supercopa, 19 en Champions League y 4 en mundial de clubes).
* David Fernández es estadístico.
– Foto: Australian Open
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