Fútbol 2011-2012 / España / Liga BBVA 2011-2012
1.- El Madrid de hoy no es el Madrid imperial de octubre. En Mallorca ha jugado, posiblemente, su partido más oscuro de la temporada. El resultado es positivo y gratificante, pero puede enmascarar la realidad de una actuación opaca, repleta de errores en jugadores y entrenador. El tiempo dirá si sólo fue una mala noche o se trata de un bache más importante que tiene relación e hilo con lo ocurrido en los tres partidos anteriores, saldados también con victorias, pero que ya dejaron síntomas.
2.- El Mallorca cerró espacios y provocó lo que Raúl Caneda explica en seis simples palabras: cuando el Madrid no puede correr… En efecto, cuando no puede correr, el equipo es otro. Hay quien puede percibir en esta frase una crítica reduccionista, del tipo “el Madrid sólo sabe correr”. Mi intención es la contraria: puesto que hemos visto cómo fue capaz de jugar deliciosamente en octubre y noviembre, nos choca el contraste con el Madrid que vemos ahora. Y sí, cuando no tiene espacio para correr, debe recurrir a otras variantes tácticas que ahora no aparecen con fluidez.
3.- El Mallorca ha planteado un quid pro quo peculiar: regalaba la salida de balón a cambio de cerrar los espacios. Este trueque ha significado ahogar al Madrid en su propia salsa, dejarle sin oxígeno, ni espacio vital. Contra el vértigo, dominio del tiempo y control del espacio, la receta de Caparrós, excelentemente interpretada por sus jugadores.
4.– Así, el Real conseguía una salida que aparentaba ser fácil mediante su defensa de 3, con Xabi Alonso entre los dos centrales y ambos laterales a la altura de Lass, pero era un espejismo porque el partido quedaba en los pies de Lass, auténtico agujero negro en la creación.
5.- Delante suyo, Özil desertó a los 10 minutos de partido, huyendo de todas las zonas calientes Si su equipo le necesitaba junto a Lass, él caía a banda derecha. Si sus compañeros abrían un espacio gigantesco en la mediapunta, él caía a la izquierda. Leyó el partido al revés. En el segundo tiempo, Mourinho le mandó a la base creativa y ahí fue aún más decepcionante. Hizo mucho daño en una acción; su pase filtrado del primer gol a Higuaín, una delicia de asistencia con el exterior del pie izquierdo, pero fue la única acción de toda la noche en que Özil recordó quien es.
6.- Caparrós ha plantado dos puntas sobre los centrales blancos para fijarlos a la contra, medida que ha dañado las certezas defensivas. Además, intensidad alta del Mallorca, basculación estudiada y correcta: ni un paso más, ni uno menos. Tapando espacios sin descubrir otros. Mallorca bien trabajado, con Chico soberbio en el eje defensivo.
7.- Mourinho señaló a los excesos navideños, pero las causas podrían estar en otra parte: en la planificación de la temporada, que ha primado determinados momentos en contra de otros: quizás regresa la cuesta de enero; en los rivales, que también estudian al Madrid y aprenden que sí es posible un antídoto contra los jinetes blancos; y en cierta inanidad táctica del colectivo, que posee un rasgo de juego muy positivo cuando hay pradera amplia y viento a favor, pero sufre contra rivales bien cerrados. Y en otra causa más: hay jugadores que, simplemente, no están.
8.- El gol del Mallorca ha agotado el catálogo de errores defensivos. Benzema ha señalado al rival libre, pero nadie ha ido a por él, con lo que el saque local ha sido una autopista. Arbeloa ha marcado a su par con la mirada, Pepe, Ramos y Cristiano se han enredado. Es el tercer saque de esquina en contra que acaba en gol en diez días, balance inaudito en un equipo que hizo de esta jugada un arma identitaria.
9.- El segundo tiempo ha sido una montaña rusa, de la que el Madrid sale victorioso en el resultado gracias al coraje que corre por sus venas y a esa pegada que jamás se discute. Pero ha sido un carrusel de cambios de explicación correosa. Sí, el resultado parece darle la razón al entrenador, pero lo que hemos visto ha sido, por momentos, un desatino aunque haya acabado bien. La antítesis del Madrid imperial de octubre.
10.- En estos dos meses largos, algunos jugadores han alcanzado otra dimensión. Muy superior Callejón, siempre concentrado, atento y motivado sea cual la empresa a realizar: impecable Callejón. Superior Ramos, centrado definitivamente en el eje, mariscal de atrás. Pero errático Arbeloa, una sombra de aquel defensor de impecable rigor táctico; arisco Cristiano, peleado consigo mismo en una batalla inexplicable; desconectado Casillas; inicuo Marcelo, intrascendente arriba y abajo; desencantado Özil, desubicado como brújula, dimitido como mediapunta (pese a su brillante asistencia); estéril Kaká…
11.- Y Xabi Alonso. El de octubre ya no era el Madrid de Cristiano, sino el Madrid de Xabi. Pero desde hace días, Xabi ha sido suplantado por un remedo. El brillante Quarterback de pases quirúrgicos ha devenido en un mediocentro que duda en el pase largo y sufre en el eje vertical, como si no se sintiera capaz de cubrir todo el espacio y llegar donde antes señoreaba. No tengo claro si el Madrid está espeso porque Xabi se ha opacado o éste paga las consecuencias de un equipo confuso. Pero algo no coagula bien.
y 12.- Cuando los resultados coronan un camino, los errores en el tránsito quedan ocultos, pero no por ello no han existido.
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