El hambre de los hermanos Gasol abre el camino ante Irán

por el 30 agosto, 2014 • 23:09

 

1.- España se presenta ante un campeonato que ya ganó hace ocho años y lo hace con un hambre insospechada. Ellos mismos se han autoimpuesto la exigencia de la final como mínimo, y la federación ha movido todos los hilos posibles para evitar a Estados Unidos hasta el último partido, una maniobra brillante para la organización, aunque chocante como mínimo para el aficionado. Si se piensa con un poco de distancia, esa hambre es insólita. Piensen en otros deportes, donde un par de triunfos ya descomponen un equipo. Estos chicos llevan con este dieciséis veranos de finales, semifinales y algún cuarto de final que se ha considerado un fracaso. Llega el primer partido, tienes medio equipo tocado y tu rival es Irán, ¿cómo respondes? Con una intensidad que no hemos visto en otras primeras fases y que apunta a una nueva gestión de la competición, a falta de que se confirme en los próximos partidos.

2.- De elegir un momento, rescataría el mate de Marc Gasol a falta de cuatro minutos para acabar el tercer cuarto. El partido ya iba 59-39 y sin visos de que la corajuda Irán, dirigida magistralmente por Kamrani, fuera a plantear mayores problemas. Aun así, Marc recibió el pase de Rudy y se colgó con rabia, quedándose un par de segundos en el aro, regodeándose, como si estuviéramos en Pekín de nuevo y enfrente jugara Dwight Howard. Probablemente fuera excesivo, pero es muy representativo del mensaje que España quería mandar. Otros años, como decíamos, se ha criticado que España afrontara estos primeros partidos a medio gas, y la mayoría de esos dedos acusadores apuntaban, no sin razón, a los hermanos Gasol y su tendencia a ir de menos a más en los torneos. Bien, para empezar, Marc ha presentado 15 puntos y 10 rebotes, y su hermano se ha ido hasta los 33 puntos, 8 rebotes y 3 tapones, MVP indiscutible de la jornada.

3.- Sin embargo, no eran los únicos con ganas de demostrar cosas, y ahí se les han unido dos parejas que conviene analizar por separado. Empezamos por Rudy y Navarro, especialmente el segundo, empeñados en dejar atrás las lesiones que tanto les mermaron en anteriores torneos. Rudy es un jugador siempre bajo sospecha sin llegar a saber muy bien por qué. Puede que su trayectoria en clubes haya sido algo errática, pero en la selección ha cumplido cada verano teniendo que jugar en una posición que le es ajena: la del alero alto. En cuanto a Navarro, vuelve a su nivel después de tres años con una fascitis que le hacía pasar de la camilla a la cancha, al cubo de hielos, a la camilla y así sucesivamente. Todo hace indicar que ha vuelto. Con 34 años y las lógicas limitaciones, pero ha vuelto. Se le nota activo, encara, y el toque del tiro sigue ahí, por supuesto. Orenga hizo bien en reservarle porque esto de jugarse un mundial en nueve posibles partidos en dos semanas es un exceso.

4.- La otra pareja, la que más me intriga, es la de Ricky Rubio y Víctor Claver. Sobre Claver hay que decir que cumplió y que eso ya es algo. No siempre ha sucedido así. Especialmente brillante su aportación en el rebote y su lectura del primer pase de contraataque. Tuvo problemas lógicos con Haddadi en defensa y hay algo incomprensible en su incapacidad para culminar jugadas que parecen hechas. Lo peor de todo: cuando no lanza los triples abiertos. Lo mejor: cuando los lanza y los anota, como sucedió para acabar el partido y poner la máxima ventaja en el marcador. En cuanto a Rubio, le vi bien. Muy bien en ocasiones. Sí, ya lo sé, 1/4 en tiros de campo y 1/6 en tiros libres, pero el chico no dejó de intentarlo y mostró personalidad. El equipo en muchos momentos fue suyo y en vez de bajar la mirada y caminar lentamente al banquillo, se lamentaba, gritaba y volvía a buscar el robo de balón, la línea de pase, el contraataque fulgurante: 9 rebotes, 5 asistencias y 5 robos. Cuando no hay acierto, hay que exigir voluntad. Ricky la tuvo.

5.- Lo que nos lleva al gran debate, el de los bases. España tiene tres bases maravillosos y muy distintos entre sí, incluso un cuarto en Sergio Llull. El problema es que solamente uno cree en lo que hace: Sergio Rodríguez. En ese sentido, la preparación no ha servido de demasiado porque no ha establecido roles claros. La idea de jugar con dos bases no me gusta, me parece un compromiso para que Calderón tenga sus minutos, pero si Orenga cree en ello habrá que darle el beneficio de la duda. Me parece que los momentos más espesos en ataque suelen coincidir con un base jugando de escolta, a menudo con Llull jugando de alero, con lo que eso implica: nadie encara, los pases se multiplican, el juego exterior, en vez de afinarse, se estanca. Calderón tiene suficiente experiencia y sentido del compañerismo como para aceptar que está pasando una mala racha y que esas malas rachas pasan, no veo la necesidad de buscarle minutos a la fuerza, y probablemente en los partidos más serios, el seleccionador vuelva a un esquema más tradicional con un solo base.

6.- ¿Quién será ese base? Salvo que Calderón recupere una confianza que se tambalea, probablemente producto de su constante cambio de rol en la NBA e incluso el pasado verano con la selección, la discusión está entre Ricky Rubio y Sergio Rodríguez. Sergio cree en lo que hace y Ricky, hoy, dio muestras de que también empieza a hacerlo. Es complicado porque, no nos engañemos, a Ricky todos le pedimos más con la selección y la sensación suele ser de un desencanto inexplicable, la frustración de un ideal que no sabemos bien cuál es. Ricky tiene que imponerse siendo Ricky y a la vez siendo fiable. Pases espectaculares, sí, pero con medida. En ese sentido, hoy estuvo ordenado y jugó menos de cara a la galería. Eso está bien. El pase fantástico tiene que salir solo, no empeñarte en darlo. En parte, las numerosas pérdidas de balón que se dieron en los partidos de preparación tuvieron que ver con ese afán de gustarse, esa obligación de gustarse, más bien. Hoy, mucho mejor, con diferencia: Rubio de primer base, Sergio de segundo para dar continuidad o cambiar el ritmo. Tiene sentido.

7.- Hablemos de las bajas: jugar sin Serge Ibaka ni Felipe Reyes sería un palo para el juego interior de cualquier equipo, y España lo ha solucionado con 42 rebotes, once más que su rival. En defensa, salvo algunas lagunas en las segundas ayudas, sobre todo en la segunda parte, Haddadi estuvo bien parado por los hermanos Gasol, especialmente por Marc, y algo menos por Claver, aunque, como decíamos, este último ayudó en el rebote. Si nos fijamos en los partidos de preparación, el factor Ibaka debe ser determinante en el futuro. Pau y Marc se cansarán –recuerden a Marc boqueando en Eslovenia–, y para seguir el ritmo de los estadounidenses, que es un ritmo imposible, un ritmo que Krzyzewski ha reinventado para sacar un año más lo mejor de sus jugadores, hace falta esa continuidad. Otro jugador que sigue entre algodones y al que el equipo necesita es a Abrines. No solo para dar minutos de descanso a Navarro, sino para resultar decisivo. A la larga, fíjense lo que les digo, el futuro de Abrines en el campeonato puede ser el de la selección.

8.- He hablado de los estadounidenses y me he estropeado mi propio discurso: odio dar por hecho que la final va a ser la que todo el mundo prevé. Lo odio. No solo es una falta de respeto a las demás selecciones, sino al deporte mismo. En todo deporte hay factores que hacen que ser campeón o subcampeón tenga un punto épico. Convertirlo en rutina es terrible. Pensar que jugar la final el 14 de septiembre es como fichar en el trabajo a las 8:30 de la mañana es ridículo. La excelencia no puede ser una obligación. Algunas de las estrellas de este equipo tienen veintipocos años y la mayoría, como decíamos, supera o roza los 30 años y lleva diez jugando finales. Sumar una más es algo casi milagroso. En 2012 titulé la final contra Estados Unidos como La selección que nunca volveremos a ver. Pensé que dos años después esto sería poco más que un último baile. Por lo que veo, no es así. El convencimiento es total, y al convencimiento le acompaña la entrega. Todo eso está muy bien, pero que nadie se equivoque: sin acierto no se va a ningún lado.

y 9.- El domingo toca Egipto, uno de los peores equipos del campeonato con una crisis interna mayúscula. Tampoco será fácil sacar conclusiones en cuanto a la competitividad y el estado de forma de los jugadores. Esperemos que Ibaka pueda ir jugando unos minutos y Abrines aumente su importancia. De no ser así, que Claver se dé cuenta de que con 26 años no puede ser un jugador al que se le jaleen los casi y Rubio intimide a sus rivales como lo hacía con 18 años. El papel de Llull, del que ya iremos hablando más adelante, sigue siendo demasiado difuso. La montaña rusa no ha hecho sino empezar y el calendario ha querido que España lo haga a toda pastilla. Como siempre, habrá que esperar a que lleguen los aprietos y con ellos, las dudas.

Irán 60 (18+15+17+10) Kamrani (18), Haddadi (16), Bahrami (9), Jamshidi (8), Yakhchali (4), Sahakian (3), Afagh (2)
España 90 (27+21+22+20) P. Gasol (33), M.Gasol (15), Rudy (12), Navarro (10), Claver (6), Rodríguez (6), Calderón (3), Rubio (3), Abrines (2)

* Guillermo Ortiz es filósofo y escritor.





orange county local std test
Perarnau Magazine es mucho más que un blog de fútbol: es el punto de encuentro en la red del análisis deportivo con el valor añadido, la mirada en profundidad que no descuida la inmediatez. Dirigido por el periodista Martí Perarnau, el Magazine concentra opiniones que van desde el análisis competitivo a temáticas concretas como las tácticas de fútbol.

El deporte rey centra buena parte de los contenidos y resulta una publicación especialmente útil para un entrenador de fútbol o un simple aficionado que quiera descubrir desde facetas de su propio deporte hasta historias relacionadas con el deporte en general. El balón y las noticias que lo rodean centran el grueso de los contenidos, pero no se limitan al fútbol. El hecho diferencial del Magazine radica en la variedad: ponemos el foco en los principales deportes olímpicos y sus competiciones, en la salud aplicada al deporte y en un exhaustivo diagnóstico del mercado profesional.

Perarnau Magazine quiere liderar en la red un periodismo deportivo reposado que se abre camino con las luces de carretera antes que con las de crucero.

©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal



Información: info@martiperarnau.com
Club Perarnau: club@martiperarnau.com
Publicidad: publicidad@martiperarnau.com

Horario de atención al socio: De lunes a viernes de 09.00h a 18.00h