"La audacia tiene genio, poder y magia. Comienza ahora, ponte en marcha”. Johann W. Von Goethe
La República Checa se ha convertido en uno de los grandes equipos de la historia de la Copa Federación, a la altura de la España de Arantxa y Conchita y de la Rusia de hace una década, y amenaza el trono de mejor equipo de siempre que tiene Estados Unidos desde los tiempos, sobre todo, de Chris Evert.
En su cuarta final en las cinco últimas ediciones –la tercera celebrada en su pista talismán del O2 Arena de Praga–, las checas neutralizaron el efecto Sharapova, que ganó sus dos individuales, para vencer los otros tres partidos, dos de ellos en el set final, y conquistar un nuevo título.
Igualdad
Ambos equipos presentaron su mejor cuarteto posible e incluso las checas se permitieron el lujo de no hacer jugar a Lucie Šafářová, cuarta del mundo en dobles y novena en individuales. Tres de los partidos, el primero, el tercero y el quinto, tuvieron tres sets, algo que no se veía en una final desde la victoria de Rusia en Francia en 2005, cuando cuatro partidos llegaron al set final.
Sharapova no fue suficiente
El partido estrella era el que abría el domingo, entre las número uno de cada equipo. Sharapova se vengó de su derrota ante Kvitová en las recientes semifinales del Masters para seguir invicta como visitante en la competición (6-0). Sharapova es la tercera jugadora que gana sus dos individuales en la final y se queda sin título, tras Martina Hingis (1998 ante España) y Justine Henin (2006 ante Italia).
Remontadas
Hubo cuatro en total, tres en los partidos y el 1-2 que levantó la República Checa en el global de la eliminatoria.
Fue la primera final de la historia con tres victorias tras perder el primer set, en este caso dos a favor de la República Checa y otra más a favor de Rusia. Además, el equipo checo es el segundo en los últimos 24 años que remonta un set en el doble decisivo, tras Italia en 2006 ante Bélgica, y el tercero de la historia que supera un 2-1 en contra en la final, tras España en 1998 (en Suiza) e Italia en 2006 (en Bélgica).
Karolína Plíšková, número 11 del mundo, pero aún huérfana de títulos WTA individuales, participó en los dos puntos de la remontada, algo que, en una final a cinco partidos, solo había hecho Conchita Martínez en 1998.
Cuatro títulos en un lustro
Petra Kvitová es la única que ha participado en las cuatro finales existosas de su país (2011, 2012, 2014 y 2015). Kvitová es la sexta jugadora que juega y gana en cuatro finales en un intervalo de cinco años, tras las estadounidenses Chris Evert, Billie Jean King y Rosie Casals entre 1976 y 1982 y las españolas Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez entre 1991 y 1995.
Tres derrotas
Si la República Checa sorprendió al no utilizar a Šafářová, Rusia hizo lo propio al prescindir de Makarova en el doble y romper a la cuarta mejor pareja del mundo, la que forma con Vesnina. En su lugar actuó Anastasia Pavlyuchenkova, que venía de perder sus dos individuales y también cayó en el doble. Se convirtió en la primera rusa de la historia que pierde tres partidos en una misma eliminatoria y en la tercera jugadora con un balance de 0-3 en una final, tras Patty Schnyder en 1998 y Kirsten Flipkens en 2006.
Y además…
El quinto y último gran torneo de bádminton tuvo dos grandes protagonistas: Chong Wei Lee y Yang Yu. El malasio Lee ganó el único gran título que le faltaba, el Open de China, y se convirtió en la primera persona que gana los seis grandes torneos (los cinco actuales más el de Corea del Sur) en categoría individual y el quinto en total, tras los chinos Nan Zhang y Xu Chen y las chinas Yunlei Zhao y Jin Ma, todos ellos en dobles mixtos. Por su parte, la china Yang Yu, con su título en dobles femenino junto a Yuanting Yuan, alcanzó los 14 títulos Super Series Premier entre todos las categorías, más que cualquier otro jugador.
El circuito mundial de carreras de cross inauguró su 18ª temporada en Atapuerca (Burgos) con victorias de los etíopes Imane Merga y Belaynesh Oljira, los mismos campeones del año pasado. Merga es el primer atleta que gana cinco veces consecutivas un mismo cross del circuito mundial.
El japonés Shoma Uno, la estadounidense Gracie Gold, los rusos Volosozhar y Trankov (parejas) y los estadounidenses Hubbell y Donohue (danza) lideraban el Trofeo Eric Bompard de Burdeos (Francia), cuarta prueba del Grand Prix, a la conclusión del programa corto. Pero los brutales atentados terroristas en París del viernes 13 de noviembre llevaron a Francia a declarar el estado de urgencia y a la suspensión de varios eventos deportivos, entre ellos este, la primera prueba en la historia del Grand Prix que no puede completarse.
Gran inicio de la temporada en Calgary (Canadá) con cuatro récords mundiales tras casi dos temporadas completas (todo el 2014 y lo que llevábamos de 2015) sin modificaciones en la lista de plusmarcas. Primero Brittany Bowe batió el récord de 1000 metros y minutos después Heather Richardson lo dejó en 1’12’’51. Al día siguiente, Bowe completó los 1500 metros en 1’51’’59 y superó el récord mundial femenino más antiguo, que databa de 2007. La última plusmarca la consiguió el ruso Pavel Kulizhnikov al hacer 500 metros en 34 segundos exactos.
Acabó el mundial de rallyes en Gales (Reino Unido) con un nuevo triunfo del francés Sébastien Ogier, que lleva 32 en toda su carrera y solo tiene por delante a su compatriota Loeb (78).
El dominio de Volkswagen ha sido tiránico: la escudería alemana ha ganado todas las pruebas excepto una (el Citroën de Kris Meeke venció en Argentina) y ha colocado a tres de sus pilotos en los tres primeros puestos de la general, ambas cosas como en 2014. Sólo otra marca fue capaz de enlazar dos tripletes seguidos en la clasificación final, Lancia en 1987 y 1988. En lo que Volkswagen sí es única es en ganar los ocho últimos rallyes de una temporada.
Los Mercedes no dejan ni las migajas. El Gran Premio de Brasil también lo protagonizó el duelo Rosberg-Hamilton, que ganó el piloto alemán. Fue tal su superioridad que sacaron una vuelta al quinto. Que el primer y el segundo clasificado doblaran al quinto no lo conseguía una escudería desde que la propia marca alemana lo hiciera en Mónaco 2014. En Brasil no pasaba desde 1998 con McLaren-Mercedes.
* David Fernández es estadístico.
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