"La clave del éxito no es jugar como un gran equipo, sino jugar como si el equipo fuera una familia". Stephen Curry
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Basilea y Chelsea disputaron anoche el partido de ida de las semifinales de la Europa League en un abarrotado St. Jakob Park. El Chelsea se impuso por 1-2 encaminando su pase a la gran final de Ámsterdam.
Rafa Benítez dispuso una alineación un tanto sorprendente, prescindiendo de Obi Mikel como compañero de Ramires en el mediocampo. Lo califico de sorprendente porque la pareja Obi Mikel-Ramires, con sus evidentes limitaciones, se puede considerar la de confianza para los últimos técnicos blues en los partidos importantes. Tanto Roberto Di Matteo como ahora Rafa Benítez han disputado la mayoría de partidos clave con ambos. Ayer no fue así, Benítez dio entrada a David Luiz en el centro del campo, algo que no es nuevo. Por ejemplo ante el Monterrey, en semifinales del Mundial de Clubes, ya utilizó ese recurso. Ramires comenzó el partido como interior derecho, su posición ideal.
Con David Luiz en la zona de creación, el Chelsea sale ganando en asociación y calidad en la distribución, en corto y en largo, pese a que el brasileño es un jugador desordenado. Lampard fue su acompañante. Por delante, la línea de tres habitual la formaron Ramires en la derecha, Moses en la izquierda y Eden Hazard detrás de Torres, quedando Juan Mata en el banco de los suplentes.
El Basilea de Murat Yakin volvió a retrasar a Fabian Frei a la posición de mediocentro defensivo, alejado de su hábitat natural en la mediapunta. Le flanquearon Elneny y Die; las bandas y señas de identidad de este equipo fueron para Stocker y Salah, quedando arriba Marco Streller. Fabian Frei es un jugador capacitado técnicamente, pero tan retrasado pierde influencia en el juego ofensivo del equipo.
Los primeros compases del choque demostraron que no iba a ser un partido cómodo ni favorable para los locales. El Basilea tenía la pelota, pero su ritmo era lento ante un Chelsea ordenado. Los suizos necesitan vértigo por fuera para agitar los partidos, de ese modo se caercan al área y consiguen generar faltas laterales y córneres para aprovechar sus virtudes a balón parado, pero eso no ocurrió.
El Chelsea avanzaba lento pero seguro. Moses adelantó a los londinenses tras un buen remate de cabeza en el minuto 12 aprovechando un córner que lanzó Frank Lampard. El ritmo del partido beneficiaba al ‘8’ blue; le daba tiempo a estar en el inicio de la jugada y llegar acompañando, algo que cuando el partido es frenético ya no puede hacer.
Benítez sabe que sus opciones en la eliminatoria pasan por controlar el partido desde ese ritmo lento. El equipo se mantuvo ordenado y no concedió casi nunca espacios a la espalda de Azpilicueta y Cole para que pudieran correr Stocker y Salah.
El segundo tiemactopo comenzó con nuevos bríos para los de Murat Yakin. Stocker envió un balón al palo y el Basilea comenzó a creer de nuevo. El Chelsea seguía replegado y esperando su momento a la contra. Torres tuvo el cero a dos, pero la estrelló en la cruceta. Yakin dio entrada a Marcelo Díaz por Die, dando un aire más ofensivo a su trío de mediocampo. Benítez dio entrada a Mata por Hazard para ser menos vertical pero administrar mejor los ritmos. Con la entrada posterior de Oscar en sustitución de Lampard, Ramires pasó al medio para bregar en el último tramo.
Los últimos minutos dieron para mucho. Schär transformó un penalti inexistente de Azpilicueta a Stocker en el empate a uno. Con lo que no contaba el Basilea era con el fallo de uno de sus puntales, el excelente portero Yann Sommer, que se tragó literalmente una falta de David Luiz. El resultado final permitirá al Chelsea jugar la vuelta en Stamford Bridge replegado y a la contra, estilo que dificulta más aún el sueño del Basilea.
En la segunda semifinal el Fenerbahçe se impuso por un gol a cero al Benfica en un partido en el que tuvo más ocasiones que los visitantes e incluso estrelló un penalti en el palo por medio de Baroni. Los turcos son un conjunto con un juego poco ornamental, buscan casi siempre en largo a Pierre Webó, intentan aprovechar la segunda jugada y suelen dificultar mucho a un rival de carácter asociativo como es el Benfica.
Los de Jorge Jesús reservaron a Gaitán de inicio, aunque entró en la segunda parte, y en ningún momento tuvieron la chispa necesaria para dañar a los turcos. El gol de Korkmaz mantiene la esperanza del Fenerbahçe de cara al partido de vuelta en Da Luz, donde lo lógico sería ver un Benfica diferente y volcado sobre la meta de Volkan Demirel.
* Alberto López Frau es periodista.
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– Foto: Reuters
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