Perarnau Magazine

Tras el partido de España contra Italia, como es habitual, las redes sociales ardían. De críticas hacia Vicente Del Bosque, por supuesto. Quien por cierto ha sido el entrenador que ha llevado a la selección Española hasta su primer Mundial y su segunda Eurocopa (casi nada), entre otros muchos méritos a lo largo de su carrera. Cosas del fútbol. Pero en mi opinión, nadie supo sintetizar con mayor claridad lo que fue el partido que mi tocayo Martí Perarnau, lo cual tampoco es novedad. Más allá de la situación de La Roja, el artículo me llevó a comentar con él sobre la evolución de esta Italia; sobre la figura de Antonio Conte; y sobre cómo los acontecimientos, a veces casuales, pueden influir en la vida de las personas, los equipos o incluso países enteros. El conocido «efecto mariposa».

Recuerdo la llegada de Antonio Conte, ex capitán del club, a la Juventus en 2011. Y llegó con la vitola de haber ascendido a un Siena mediante un modelo de juego muy atractivo, que en Italia definieron como «4.2.4», que ya habia empleado en sus anteriores etapas en la Atalanta, el Bari o el Arezzo. Recuerdo incluso portadas muy al estilo italiano de la Gazzetta dello Sport: «Arribato il modulo 4-2-4». «Números de teléfono» que diría Menotti.

Ese Siena, cierto es, fue el equipo más goleador de la categoría, y jugó un fútbol atrevido en una Serie B poco dada a esos excesos. Era un equipo de ritmo alto y que llegaba con mucha gente de segunda línea, con lo que la hoja de ruta de Conte a su llegada a la Juventus estaba clara. Por cierto que en ese Siena, a préstamo de la misma Juve, empezaba a asomar Ciro Immobile, quien gozó de tan poco protagonismo que terminó siendo cedido al Grosseto en el mercado de invierno. Ahora es uno de los hombres que Conte ha convocado para la Euro’16. Cosas del fútbol.

La pretemporada y los movimientos de mercado bianconeros no dejaron lugar a la duda: bajo un sistema 1.4.4.2, la Juve era un equipo repleto de jugadores capaces de desbordar por fuera (Elijero Elia, Giaccherini, Krasic, Simone Pepe, Estigarribia…), centrocampistas box-to-box (Vidal y Marchisio principalmente) y una nómina interminable de delanteros (Matri, Luca Toni, Vucinic, Borriello, Quaglariella y Del Piero).

Los primeros partidos fueron un poco «locos», con mucha ida y vuelta, que obligaban a un desgaste muy grande de los extremos y los dos mediocentros (uno de ellos, Pirlo) en fase de transición defensiva: esto último fue una constante a lo largo de la etapa de Conte en la Juve, quizás herencia de su estilo de juego como jugador. El rendimiento fue menguando hasta la jornada 5, momento en el que decidió realizar un cambio de sistema, pasando al 1.4.3.3, con Pirlo como eje acompañado de Vidal y Marchisio. Ello le aportó mayor control del juego y la calidad en el ataque posicional aumentó. No fue hasta mediados de campeonato que Conte empezó a utilizar el sistema 1.3.5.2, que terminaría por ser decisivo en los años posteriores de la Juve pentacampeona, en la actual Azurra y objeto de análisis reciente en la prensa y redes sociales. Y es que aún hoy es posible escuchar a comentaristas profesionales diciendo que un equipo juega al «catenaccio» por el hecho de emplear tres centrales… Cosas del fútbol.

¿Qué sucedió para que un entrenador de los que en Italia llaman «integralista» decidiera mutar a un sistema tan diferente? La respuesta, probablemente, solo la tiene él mismo. Pero evidentemente, vislumbraría una posibilidad de mejora. ¿El crecimiento de Bonucci? ¿La escasa profundidad/calidad ofensiva que le daba Chiellini como lateral izquierdo? ¿El bajón de Grosso? ¿Explotar el recorrido de Lichtsteiner? ¿Facilitar contextos para Pirlo? ¿Aprovechar las condiciones de Vidal y Marchisio?… Chi lo sa…

Con todo ello, simplemente pretendo reflexionar sobre cómo la llegada de Conte, así como su trayectoria y posterior confección de plantilla, fueron encaminadas a un cierto modelo de juego que mutó mucho con los patrones que posteriormente fue desarrollando su equipo. Las circunstancias, unidas a su capacidad y las de sus jugadores, terminarían por convertirse en el factor diferencial de su equipo durante años. Y la Italia del juego de posición es hija de todo ello. Cosas del fútbol.

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