El duro momento del baloncesto femenino español

por RICARDO ALONSO-BARTOL el 5 junio, 2012 • 8:12

La pasada temporada finalizaba de un modo inmejorable para el Ros Casares. Pese a ceder la Copa de la Reina ante el Perfumerías Avenida de Lucas Mondelo, conseguía recuperar ante las salmantinas el cetro nacional imponiéndose en la Liga, además de hacerse con la Euroliga, torneo que perseguía desde que en 1999 tomara el relevo del Dorna Godella, ganador de esta competición en 1992 y 1993. Lo que no se esperaba era que esos dos títulos fueran los últimos que sumara el equipo valenciano a lo largo de su historia, ya que hace tan solo unos días, el pasado 29 de mayo, anunciaba su desaparición.

Ros Casares abandona la élite del baloncesto femenino español (mantendrá su apuesta por el deporte base), a la que llegó en la temporada 1999/2000 iniciando su andadura en la Liga con una cuarta posición. A partir de ese momento, las valencianas realizaron un ascenso meteórico, consiguiendo el año siguiente su primer título, la Liga. En los siguientes once años sumaron en el ámbito nacional otras siete Ligas, siete Copas de la Reina y 6 Supercopas de España (de 9 disputadas, ya que este torneo se inició en 2003). Tal fue el dominio, que acabó cinco temporadas con el triplete, dejando al resto de equipos del país sin poder disfrutar de ningún título.

EL SUEÑO DE LA EUROLIGA

Únicamente se le resistía un título al conjunto ché, la Euroliga, que ya consiguiera su predecesor, el Dorna Godella, en dos ocasiones. Desde que en la 2006-2007 llegara por primera vez a la final de la máxima competición europea, la inversión para luchar con los equipos más fuertes del continente fue muy alta, llegando a triplicar en presupuesto a sus más inmediatos perseguidores en España (Perfumerías Avenida y Rivas Ecópolis, en los últimos años). Esta apuesta llegó a su culmen la pasada temporada, después de ver como las salmantinas, su máximo rival, las dejaban un año en blanco y alzaban la Euroliga que tantos años llevaba persiguiendo el Ros Casares. Desde la dirección deportiva se planificó un equipo espectacular, con jugadoras de la talla de Lauren Jackson, Maya Moore, Sancho Lyttle, Ann Wauters, Silvia Domínguez, Laia Palau o Jana Vesela. El gasto era muy alto, pero acabó dando sus frutos el 1 de abril, cuando ganaron al fin ante el Rivas Ecópolis el título de la Euroliga en la primera final española de la historia de la competición.

Para la próxima temporada se esperaba que Ros Casares mantuviera la apuesta por el baloncesto femenino, ya que gran parte de su bloque amplió contratos. Incluso se permitieron el lujo de reforzarse con uno de los puntales de su máximo rival, Erika de Souza, mejorando cuantiosamente el salario que la brasileña percibía en Salamanca. Sin embargo, la situación ha terminado siendo insostenible, debido a la crisis financiera tanto en lo global como en lo particular, sobre todo tras haber conseguido el principal objetivo tras tantos años de lucha.

LA PUNTA DEL ICEBERG

La retirada de Ros Casares es sólo la punta del iceberg de la situación que vive el baloncesto femenino a nivel de clubes en nuestro país. Y todo ello pese a contar con una Selección medalla de bronce en el último Mundial y tres de los últimos cuatro finalistas de las dos últimas Euroligas (ganadas ambas por equipos españoles).

La situación económica del país está causando estragos en los diferentes equipos. El dinero que aportan los patrocinadores es, en casi todos los casos, cada vez menor. Y el dinero de las instituciones llega con retraso en muchas ocasiones. Esto ha provocado que en los últimos años se hayan vivido varias desapariciones (además del Ros Casares, el San José leonés, que llegó a ser finalista de la Copa de la Reina en 2008 precisamente contra las valencianas, tuvo que abandonar la Liga Femenina por falta de patrocinadores) y ventas de plaza (Canoe o Extrugasa). Y no son casos únicos, ya que el futuro del Mann Filter, semifinalista en dos de las últimas tres Ligas, está en el aire después de un año con continuos retrasos en el pago a sus jugadoras y cuerpo técnico. Otros como PDV (finalista de la Copa de la Reina en 2009) o Sóller (que a punto estuvo de jugar este año la Copa) tuvieron que liberar a gran parte de su plantilla una vez comenzada la temporada, debido a la imposibilidad de hacer frente a parte de los salarios.

DIFERENCIAS CADA VEZ MAYORES

Los que no reducen su presupuesto, o al menos no de manera exagerada, son Perfumerías Avenida y Rivas Ecópolis, cuya distancia con el resto de equipos es cada vez mayor. Sólo Uni Girona (y hasta el año pasado Mann Filter) se mantiene a una distancia no excesivamente grande de esta élite de la Liga. Esta diferencia es agravada además por la decisión de la FEB de acotar a tan sólo cuatro equipos tanto la Copa de la Reina como los play-offs, dejando a los equipos de la zona media de la tabla sin el premio de disputar un título y con el único objetivo de evitar el descenso una vez que se complica la cuarta posición. No en vano, mientras que entre 2004 y 2009 en las semifinales de Copa o Liga estuvieron equipos como Mann Filter, San José, PDV, Avenida, Ros, UB Barça u Hondarribia (siendo estas últimas las únicas que no alcanzaron una final), desde que en 2009 se instaurara la Copa con tan sólo cuatro participantes, únicamente se ha visto a cinco equipos jugar una semifinal de ambas competiciones (Ros, Avenida, Rivas, Mann Filter y Girona).

Esto ha provocado un gran descenso en el presupuesto de esos equipos “medianos” que acaba afectando al nivel medio de la competición. Mientras que Ros, Avenida y Rivas construían equipos cada vez más poderosos, acumulando en sus plantillas a algunas de las mejores jugadoras del mundo, equipos como Celta, Hondarribia o Gran Canaria, que hace no muchas temporadas disputaban la Copa de la Reina, han confeccionado equipos de bajo coste, con el único objetivo de evitar el descenso. Esto lo ha aprovechado el Ros Casares para finalizar la competición sin ninguna derrota, venciendo por 13 puntos en su partido más ajustado.

CONVENIO FEB-TVE

En el aspecto positivo cara a la supervivencia de la competición, o como poco de bastantes equipos que en ella participan, está el convenio de la Federación Española de Baloncesto con Televisión Española, que permite que, además de los partidos de la Selección nacional, puedan verse en Teledeporte partidos tanto de la Liga Femenina como de la Copa de la Reina. Esto ayudará a la difusión de este deporte, además de aumentar la visibilidad de los posibles patrocinadores. Sin embargo, aún es muy grande el camino que hay que recorrer para acercarnos a la igualdad de sexos en el mundo del deporte en general y del baloncesto en particular.

* Ricardo Alonso-Bartol es periodista. En Twitter: @ralonsobartol

– Fotos: Ros Casares – Cipriano Fornas – FIBA Europe/Ciamillo Castoria