El dominio del 'príncipe' Parejo lo certifica Javi Fuego

El dominio del ‘príncipe’ Parejo lo certifica Javi Fuego

por PABLO BELTRAN el 23 marzo, 2014 • 21:38

1.- Javi Fuego, un protagonista del todo inesperado, al ser quien ha materializado los goles de la victoria del Valencia ante el Villarreal, se llevará gran parte de la luz de los focos. Sin restar ningún mérito al mediocentro asturiano, ha sabido estar en el lugar adecuado, en un hábitat poco habitual para él, la cercanía de la portería rival, y ha estado muy lúcido y brillante en la definición. De este modo, ha coronado el completo encuentro del equipo che, liderado por Dani Parejo.

2.- El futbolista de Coslada, cuando se ha tenido que decidir quién decantaba el encuentro hacia sus intereses, ha ofrecido su mejor versión. La misma por la que, durante gran parte de la temporada pasada, para Ernesto Valverde era el eje del Valencia. Tras la marcha de Djukic, Pizzi ha sabido detectar qué le podía aportar al equipo el exjugador del Getafe y, como hizo el técnico cacereño, el argentino le ha otorgado el mando.

3.- Parejo ha sabido recoger el guante y acumula partidos donde su fútbol va creciendo, al igual que el juego del equipo, y por tanto llegan los resultados y las opciones de soñar con la clasificación para disputar la próxima temporada, de nuevo, la Europa League. Hoy, ante un Villarreal que ha ofrecido sus mejores minutos con el marcador en contra, el jugador formado en la cantera del Real Madrid ha dado un paso más en este crecimiento.

4.- Hay que comentar un par de consideraciones previas. Por un lado, los problemas físicos de gran parte de los defensas de los que dispone Marcelino: Musacchio y Dorado no están al cien por cien; Mario se ha perdido sus primeros minutos de la liga, ya que una lesión en el gemelo le ha dejado en casa; Pablo Íñiguez sigue sin entrenarse por una pubalgia; y Gabriel estaba ausente por sanción.

5.- Por otra parte, el equipo amarillo, sea por el cúmulo de ausencias en defensa, la plaga de lesiones, la baja forma de alguno de sus pilares que sí están bien físicamente o porque ya no es un equipo que pueda sorprender a sus adversarios, dista de ofrecer el juego que desea Marcelino y tanto ha agradado al público. Atribuir el mal momento del equipo únicamente a la condición física es, cuando menos, algo osado, más aún sin conocer al detalle la información que seguro maneja el cuerpo técnico del Villarreal. De ahí que resulte del todo punto arriesgado atribuir a este factor la clave del bajón de juego y resultados en el último mes y medio.

6.- Un encuentro de alta tensión, de rivalidad regional, con puntos en juego que pueden determinar el futuro de cualquier equipo para la siguiente temporada, presenta un guión previo, que se puede cumplir o no, con un desarrollo imprevisible. Ni la clasificación, ni la historia ni el pasado más o menos reciente cuentan. Todo se centra en el presente, el actual estado de ambos contendientes.

7.- Pizzi ha trabajado el partido sabiendo dónde quería hacer daño al Villarreal. Y lo ha logrado. Ha castigado a los laterales e interiores amarillos obligándolos a defender y no atacar, es decir, hacer lo contrario de lo que sus condiciones técnicas y tácticas les otorgan su mayor diferenciación. Así, Jaume Costa y Óliver Torres, en la derecha, y Jokic y Cani, en la izquierda, se han visto desbordados por Fede-Bernat y Pereira-Barragán, respectivamente.

8.- Además, el técnico argentino ha rellenado más la parcela del mediocampo situando a Keita como un interior por dentro, escalonado por delante de Parejo y Javi Fuego. Entorpecer la salida por el medio campo, en la parcela donde se sitúaba Bruno, como ya hizo ante el Athletic Club, con lo que la única fuente de suministro de juego amarilla era Tomás Pina. Una decisión que ha resultado determinante, pues aunque el malí ha sido intrascendente ofensivamente, ha frenado la fluidez ofensiva del Submarino Amarillo.

9.- El Villarreal, con un grado menor de confianza, sea por los problemas físicos de sus zagueros o por la carencia de remate, al llegar menos al área rival, se ha visto arrollado por un rival que no quería regalar ni un centímetro. Fede y Barragán han ganado los duelos individuales y, pese a las ayudas de los interiores de Óliver y Cani, los che han respondido con sus laterales, en apoyo de sus extremos.

10.- Asenjo, el mejor jugador amarillo en el último mes, ha salvado el 1-0, que ya se cantaba, tras un excelente pase interior de Parejo a Barragán. Sin embargo, otro jugador de características defensivas, Javi Fuego, y poco casado con el gol, ha aprovechado dos rechazos en sendas jugadas a balón parado para situar un claro y cómodo 2-0 a favor de los locales. Del Villarreal, en la primera parte, alguna buena intención de Óliver y Cani, nulo protagonismo de los puntas (Gio y Uche) y un disparo muy alejado de Pina.

11.- En la reanudación, tras tener Pizzi que realizar dos cambios por cuestiones físicas, Guaita por Alves mediado el primer tiempo y Vezo por Víctor Ruiz nada más empezar la segunda mitad, el Villarreal se ha estirado. Más por concesiones del Valencia, que deseaba ampliar su renta al contraataque, que por convicción o juego que transportara a los amarillos a intentar la remontada.

12.- Marcelino ha realizado modificaciones mediada la segunda mitad. Ha pasado a jugar con extremos (Aquino y Moi) en lugar de interiores (Cani y Óliver). Además, ha retirado a un voluntarioso pero ineficaz Uche y ha metido a un bregador Perbet que, pese a todo, como el nigeriano, se ha quedado sin disponer de ninguna ocasión clara de gol.

13.- El tanto del honor ha llegado como fruto de una cesión inocente y arriesgada de Joao Pereira a su portero. Giovani dos Santos no ha desperdiciado el regalo y ha anotado su décimo gol (máxima cifra en una temporada para el mexicano). Quedaban minutos, pero escasa fe y pocas ocasiones para soñar con la remontada. Además, Dorado ha recaído de sus problemas físicos y ha pasado a jugar en el puesto de Bruno, situándose el de Artana como central en la recta final del choque.

y 14.- Mientras el Valencia parece que adquiere una inercia positiva que le lleva hacia arriba, el Villarreal languidece y ve cómo, tras lograr la permanencia, el sueño de jugar en Europa se torna más complicado. No solo por la cantidad de invitados a tan pocas plazas, sino por su juego, alejado del que enamoró a principios de temporada. Ahora, más allá de los resultados, que tampoco acompañan, el problema es reencontrarse, aprender a navegar contracorriente y no con el viento a favor. Esa es la tarea que le toca capitanear a Marcelino hasta final de temporada.