El disfraz de la madurez

por FRAN MORENO el 8 octubre, 2014 • 22:20

Quien haya visto el encuentro puede pensar que ha sido un choque soso, poco vistoso y muy gris en algunos tramos. Un Barça que buscaba más no exponerse que ir a vivir a campo contrario. Los cambios del segundo tiempo de Xavi Llorens sacando del terreno de juego a Willy y Sonia buscaban control y pausa ante las checas. El plan le ha salido redondo a un conjunto blaugrana que maduró el partido, buscó no pasar peligro en las acciones de ataque del rival y supo irse hacia arriba cuando el Slavia bajó físicamente en los últimos 20 minutos. Hasta el gol vino en una de las jugadas donde el Barça es menos propenso a marcar. Un saque de esquina sacado de forma extraordinaria por Alexia con el guante que tiene en su pie izquierdo encontró a una Ruth que de forma imperial se adelantó a su marcadora y cabeceó al fondo de la red. 80 minutos de juego: primero la maduración y después el gol para que el plan saliera a la perfección.

La ausencia en el once inicial de Alexia ya dejó clara la idea de Xavi Llorens. Apostó por un doble pivote con Virginia y Gemma Gili para no pasar apuros en la transición ataque-defensa y aguantar el juego directo y vertical de las checas, que no hicieron excesivo daño, salvo algún desmarque al espacio de su delantera Kozarova, bien defendida en la última fase por la defensa blaugrana.

El conjunto azulgrana estuvo falto de ideas y juego combinativo en la fase ofensiva. Y fue por varias razones. Primero, la distancia entre líneas era muy grande, por lo que el equipo nunca podía viajar junto. Segundo, Vicky se encontraba sola en el centro del campo con un marcaje individual de Bortovicova, que se pegó a ella como una lapa sin dejar a la creativa egarense girarse con facilidad y buscar la velocidad de sus extremas. Y tercero, la prudencia a la hora de atacar era tan clara que arriba el Barça contaba con muchos menos efectivos de lo normal.

Las centrales azulgranas, en algunas ocasiones, se saltaban directamente el centro del campo y buscaban el balón largo a Sonia, que en ese juego directo siempre compite en inferioridad porque no posee ni la altura ni la fortaleza física para dominar el juego aéreo. A eso hay que sumar que solo Vicky asistía asistía a la segunda jugada, ya que detrás ni Virginia ni Gemma Gili se descolgaban para dotar de mayor presencia el ataque blaugrana. Con estas causas, los resultados eran claros: más pérdidas de balón, menos eficacia en los pases entre líneas y demasiados errores en los pases interiores que se transformaban en contragolpes muy tímidos de las jugadoras del Slavia.

Las escasas ocasiones en las que de Virginia se acercó a Vicky provocaron que el Barça combinara mejor y más rápido por los pasillos interiores. En contadas ocasiones, el Barça encontró a Vicky y logró girar el medio del campo del Slavia hacia su portería. La jugada con más peligro fue una combinación preciosa entre Sonia y Virginia que acabó en la frontal con un providencial corte de la central Pincová. Al descanso, el Barça llevaba bien encauzado su plan de maduración porque, aunque no generaba ocasiones, tampoco sufría sin balón y paraba con bastante solvencia los ataques del conjunto checo, que solo disparó una vez a la portería de Laura Ràfols.

No cambió nada Xavi Llorens, consciente de que la ejecución iba por buen camino y la fase de maduración llegaría a su final cuando el Slavia bajase en el plano físico. Con los cambios (Willy y Sonia por Alexia y Mariona) buscó más control en el mediocampo para dejar que el talento de Vicky y Alexia decidiera en alguna acción aislada. El Barça jugó 22 minutos sin delanteras en el campo. Marta Corredera, poco presente en este plan de prudencia, actuaba muy abierta por fuera para que en el último tramo el Barça buscase los pasillos interiores, que estuvieron más libres por el bajón del Slavia.

La sensación de poco peligro en ataque contrastaba con un Barça que creció con el paso de los minutos porque lo tenía todo bajo control. En el minuto 70 llegó la hora de dar un paso más adelante. El ímpetu de Virginia, que demuestra una madurez superior al resto a pesar de sus 20 años, decidió que si daba un paso adelante y llegaba desde segunda línea podía sorprender a la defensa checa. Y repitió la misma jugada dos veces. En la primera se llevó por delante a su defensa; en la segunda remató al palo un gran centro de Marta Corredera.

Era otro Barça que tenía claro que en el Mini Estadi se lo jugaría todo, pero intentaba salir con ventaja en la eliminatoria. En un córner encontró el premio a su plan poco vistoso, pero también muy eficaz. Dos exjugadoras levantinistas fabricaron el gol. Alexia puso un propio caramelo con un golpeo perfecto que remató una Ruth imperial de cabeza. La central valenciana puso el broche de oro al plan de Xavi Llorens.

Al Barça le bastó con dos disparos a portería: el primero acabó gol y el segundo se fue al palo. Los dos fueron remates de cabeza, en jugadas con centros al área poco habituales en el conjunto blaugrana. Este Barça también sabe competir con este disfraz de tranquilidad, prudencia y madurez. Un Barça menos atrevido en ataque se lleva un botín muy valioso para redondearlo el próximo miércoles en la vuelta de la eliminatoria. Las azulgrana tienen diferentes planes y saben elegir el más correcto en cada partido y ejecutarlo a la perfección.