Crónicas 2015-2016 / España / Copa del Rey 2015-2016 / Fútbol
1.- Es difícil extraer sensaciones positivas de un equipo cuando te marchas al descanso perdiendo 3-0 y el rival ha lanzado un balón al larguero y un penalti al palo. Si, además, apenas has salido de propio campo y el rival te ha desdibujado en el césped, valorar el partido del Valencia hoy en el Camp Nou se antoja complicado. No fue una sombra. Directamente ni existió.
2.- Gary Neville formó a su equipo en repliegue medio y 4-5-1. Cuatro laterales (Gayá, Siqueira, Barragán y Cancelo), Danilo por dentro con Parejo y Andrés Gomes y Rodrigo como referencia en punta. Si Málaga o Atlético de Madrid venían de demostrar cómo se le puede hacer más daño a este Barcelona, o al menos competirle mejor, dificultando su salida de balón, cerrando los pasillos interiores y no dejando jugar a Busquets, el Valencia hizo todo lo contrario, pese a acumular jugadores de corte defensivo.
3.- La pérdida de André Gomes con su equipo saliendo fue el primer regalo para un Neymar que vio bien a Suárez en el desmarque por fuera y cruzó el balón a Ryan. Pero si el primer tanto llegó en transición ofensiva tras el robo adelantado de Neymar, el segundo gol, también Suárez, fue con el Valencia defendiendo en posicional. O mirando, impasible, cómo Busquets, solo, veía la amplitud de Aleix Vidal con el desmarque de ruptura desde atrás. Aleix asistió atrás y Suárez acertó. Minuto 12 y 2-0.
4.- Para el Valencia, salir jugando era una quimera. Tardaba en robar y cuando lo hacía, lo perdía en un máximo de tres segundos y dos pases. Los de Neville permitían a Busquets recibir y pensar en tres cuartos de campo y en zona central. Con una facilidad pasmosa, el de Badia podía combinar con Iniesta, que activaba a Neymar por dentro y, tacón incluido, encontraba a un Messi que entraba por el centro del área absolutamente solo.
5.- Poco cambió la entrada de Feghouli por Danilo. Larguero de Messi tras otro contraataque y penalti fallado por Neymar, este con un elevado coste para el Valencia, que perdía a Mustafi, expulsado por ser último jugador. El defensa alemán, hoy capitán, era el único que había mostrado algo de intensidad y amor propio en los minutos anteriores, corrigiendo los espacios que dejaban sus socios en defensa.
6.- La segunda parte siguió un guión parecido. El Barcelona gustándose y el Valencia deseando que el encuentro acabara, sin mostrar un ápice de orgullo. Desde el juego, pero también desde la intensidad, los de Luis Enrique barrían al equipo valencianista en las semifinales de Copa del Rey, tras llegar de un exigente duelo ante el Atlético de Madrid. El preparador asturiano aprovechó para hacer rotaciones –descansaron Iniesta, Piqué y Alba–. Los que no pararon fueron Luis Suárez y Messi, que driblaban a los defensores del Valencia como si de conos se tratara. Dos goles más en la segunda mitad para cada uno. Messi, en conducción y tras robo a Parejo; Suárez, aprovechando un centro de Adriano y un pase filtrado de Arda. Los goles cayeron con una facilidad inaudita y difícilmente recordable en el Camp Nou.
7.- El partido del Valencia, que llegaba agonizando y salió del Camp Nou noqueado, fue sonrojante. Equipo sin alma, imagen apática, desidia defensiva e incapacidad en ataque. Para los de Gary Neville, el encuentro acabó cuando aún no había empezado. Desnudado por dentro y descosido por fuera, el principal reto del Valencia es recuperarse en lo anímico del golpe. Neville sigue sin ganar en la liga y el sueño copero ha acabado.
8.- El contemplativo encuentro del Valencia no puede hacer sombra al sublime partido culé, ejemplificado a la perfección en Sergio Busquets, que construyó su cabaña en campo rival y nadie le sacó de ahí. Robando arriba, distribuyendo el juego e incluso haciendo alguna excursión –siempre manteniendo el ojo en que su casa anduviera aguardada– al área de Ryan. De los siete tantos culés, cuatro para Suárez y tres para Messi. 105 goles en total del Barcelona esta temporada, 80 del tridente, 35 de Luis Suárez y 500 de Messi en partidos oficiales a lo largo de su carrera. Nueve victorias consecutivas y 27 encuentros sin perder. El ritmo y el calendario son exigentes, pero la autoexigencia de Luis Enrique y sus jugadores lo es aún más.
y 9.- Se mantiene el sol posado sobre el Camp Nou y sigue la oscuridad instalada en Mestalla. F. C. Barcelona y Valencia C. F. son el día y la noche.
* Ismael Ledesma.
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