"Cada acto de aprendizaje consciente requiere la voluntad de sufrir una lesión en la propia autoestima". Thomas Szasz
Crónicas 2015-2016 / España / Liga BBVA 2015-2016 / Fútbol
1.- Llegaba el Barcelona a Anoeta exigido por las victorias de sus dos predecesores, Atlético y Real Madrid. Y no era el mejor sitio para hacerlo: los culés no ganan en San Sebastián desde 2007. Y además de ello, algunas rotaciones. Sergi Roberto ocupaba el lateral izquierdo, Rafinha y Arda Turan eran los interiores y Munir se situaba en la habitual posición del sancionado Luis Suárez.
2.- De inicio, presión muy alta de la Real Sociedad, situada en 4-5-1 con Vela por delante. Para el plan que pretendía llevar a cabo Eusebio, ponerse por delante en el marcador era fundamental. Y si el pasado año el gol local llegó en el minuto dos, este lo hizo en el cuatro. Centro desde la banda derecha y remate preciso y precioso de Oyarzabal –uno de los mayores triunfos de Eusebio–, del que Piqué perdió la marca. El Barcelona había remontado siete de los últimos ocho encuentros que comenzó perdiendo. Pero Anoeta es un viacrucis para los catalanes.
3.- Con el paso de los minutos, y sobre todo a raíz del gol, los vascos pasaron al repliegue bajo sin desajustes, aprovechándose de lo desorganizado, lento y previsible que era el ataque del Barcelona. Solo a partir de un desborde de Neymar o Messi y el posterior alley oop hacia la otra banda, los visitantes creaban cierto peligro. Así fue en el minuto 32, con una jugada que acabó en disparo de Arda Turan y una gran intervención de Rulli. Fue lo único que sumó en el juego colectivo el futbolista turco. Nuevamente apático, sin integrarse en la dinámica del equipo, Turan vio otra tarjeta amarilla –se pierde el próximo partido–, fruto de la desesperación.
4.- Ver a Dani Alves o Sergio Busquets errar pases fáciles era el claro ejemplo del bajo estado anímico y futbolístico con que el Barcelona llegaba al descanso. La Real Sociedad presionó durante los primeros minutos, se adelantó en el marcador y a partir de ahí, defensa posicional por acumulación –en alguna jugada llegó a defender hasta en 6-3-1–, cierre de espacios por dentro y poco sufrimiento. Sin protagonismo de Rafinha y Arda, Messi y Neymar bajaban a ordenar el juego, pero por delante solo tenían a Munir (muy cubierto) y las llegadas de Alves en la derecha. La falta de desmarques en profundidad lo agradecía la Real Sociedad.
5.- Para el Barcelona, el partido demandaba a Andrés Iniesta, que entró en el descanso por Rafinha. Y el equipo mejoró. Sin ser un acoso, el manchego posibilitó dos ocasiones para su equipo: un propio disparo desde la frontal que exigió una gran intervención de Rulli, y una asistencia para Messi que el argentino no fue capaz de controlar. Con Andrés, el Barça es otra cosa. También sumó Jordi Alba, trasladando a Sergi Roberto a su posición natural. Con este cambio, la banda izquierda volvía a ser una amenaza. Con la entrada de Rakitic –partido número cien con los blaugrana–, y sin contar a Luis Suárez, el Barcelona recuperaba a su once de gala. Demasiado tarde.
6.- Ni con Piqué como delantero centro los últimos diez minutos. La Real Sociedad fue atrevida desde el inicio, y con la ventaja en el marcador supo cerrar los pasillos interiores, defender por acumulación y colocación –especial mención al partido de Zurutuza– y aprovecharse del desorden con que atacaba el Barcelona, con movimientos individuales que en nada ayudaban a mantener un ataque organizado. El Atlético se queda a tres puntos y el Real Madrid a cuatro.
7.- Como decíamos frente a esos dos conjuntos, el mayor problema del Barcelona no es físico, sino de juego y anímico. Ha perdido la confianza y la partitura con la que avanza en conjunto, mueve el balón y selecciona dónde y cuándo verticalizar. La posición tan centrada y retrasada de Messi no está ayudando, pero queda por saber si es causa o consecuencia del mal juego culé. El Barcelona necesita a un gran Messi y recibiendo con todo el equipo rival por delante se antoja imposible que pueda ser definitivo.
y 8.- Lo que suceda el próximo miércoles, en un sentido u otro, será muy importante para encarar el tramo final de la temporada. Sobrevivir o no en el Calderón, esa será la cuestión. Hoy, en San Sebastián, volvió a ser el día de la marmota.
* Ismael Ledesma.
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