Perarnau Magazine
"La clave del éxito no es jugar como un gran equipo, sino jugar como si el equipo fuera una familia". Stephen Curry
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El derbi de las revoluciones
Betis y Sevilla dejaron un partido de ritmo altísimo desde el inicio. El partido terminó empate a tres como podía haber terminado en una goleada del Sevilla, porque fue un partido de extremos, de calor a más calor aún. Antes del primer minuto, Paulao ya le indicó a Negredo, en un balón dividido, el tipo de partido y a las revoluciones que había salido el Betis cumpliendo el tópico del equipo local que sale a por todas en un derbi.
Pero la realidad es que el Sevilla supo jugar de inicio, lo hizo todo para cerrar el partido pero, tras un grave error al filo del descanso, dio vida a un Betis que en aquel momento se desangraba. El Betis comenzó intentando imponer vértigo y máxima intensidad en todas sus acciones, pero sin ningún control: a Cañas y Beñat les pasaba la pelota en un tren de alta velocidad y no tenían ningún peso en el encuentro.
El Sevilla lo interpretó bien y, mediante una series de contras verticales, castigó sin piedad el ataque alocado del Betis, con Rakitic en el papel de dueño y señor. Una falta lateral a favor de los béticos, en la que Beñat se precipitó en el saque y el árbitro le mostró una amarilla por no esperar a que pitase, concluyó en el segundo intento en un despeje convertido en una contra mortal. Navas cambió el juego hacia Reyes que intentó invertir de nuevo sin éxito, pero la pelota volvió a sus pies, Rakitic libre de marca tiró un desmarque paralelo perfecto, Reyes le habilitó y cuando todo el estadio, la defensa y el portero Adrián pensaban que iba a centrar, definió el 0-1 por el palo corto.
El partido seguía sin pausa; el Betis no la puso, buscaba a Campbell y a Juan Carlos, casi siempre en largo, sus centros nunca llegaban a Pabón y Rubén Castro, con uno anulando al otro, y el equipo se partía tras las pérdidas.
El Sevilla olía la sangre. Las pérdidas de balón le pillaban siempre de espaldas al Betis y así es más difícil defender. Rakitic recibió a la espalda de Medel y Kondogbia, su pase hacia Negredo, que estaba en fuera de juego, concluyó en un rechace de Amaya que le cayó de nuevo a Rakitic. Chica, que venía de darse la vuelta, no llegó porque al Betis todo le pillaba de espaldas, y el croata puso el 0-2.
El Sevilla había interpretado todo mejor y el Betis era presa de su precipitación. Reyes decidió que era hora de mostrar su talento, ese que administra con cuentagotas, y sirvió en bandeja a Negredo el 0-3. Sólo un error hispalense podría abrir de nuevo el partido y el error llegó al filo del descanso. Medel estrelló un pase en la salida del equipo sobre la espalda de Pabón, el colombiano se giró rápido, condujo el balón y lo picó ante Beto. 1-3 y descanso.
Pepe Mel dio entrada a Jorge Molina y retiró a Juan Carlos, Rubén Castro se acostó sobre la banda derecha y el Betis pasó a atacar en un 4-3-3 con el que ocupó mejor el terreno de juego. Otro error del Sevilla puso al Betis definitivamente en la senda del partido. Penalti de Fazio que chocó con Jorge Molina sin balón de por medio. Rubén Castro puso el 2-3 y en la jugada siguiente Medel se fue a la calle en un rifi-rafe con Cañas en el que ambos pudieron haber sido expulsados o, simplemente, apercibidos.
Ahora sí, con el Sevilla con diez y el Betis mejor asentado, el control del balón y del encuentro fue totalmente de los de Pepe Mel. La pelota circulaba de un lado a otro, Beñat caía a la derecha para generar mucho fútbol desde ahí ante un Sevilla bien ordenado, que defendió con sentido, pero al que el paso de los minutos y tener un hombre menos le iba pasando factura.
Mel dio entrada a Nosa Igiebor por el atribulado Paulao y pasó a cerrar con tres defensas atrás. El Betis merodeaba el área sevillista constantemente y, al final, un buen centro de Pabón encontró a Nosa, que se elevó de un modo imperial poniendo el 3-3 en el último minuto. Un partido frenético tuvo un final frenético.
El empate final quizá sea comprensible, pero con la ventaja que tuvo el Sevilla de tres goles el encuentro sólo podría abrirse con errores propios: el Sevilla los cometió y el Betis resucitó para terminar todo en tablas.
* Alberto López Frau es periodista.
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– Foto: EFE
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