1.- Con unos minutos finales más propios del desenlace de un partido de la Premier League que de la liga española se ha decidido un enfrentamiento que, si se analiza el juego, decepcionó en cuanto a las expectativas previas sobre lo que podían ofrecer Sevilla y Villarreal, pero donde la emoción, la incertidumbre y la locura final han disimulado un encuentro bastante deslucido donde los errores han predominado sobre los aciertos.
2.- Denis Suárez y Bacca, en un penalti transformado tras una jugada desafortunada e ingenua de Giovani dos Santos, han dado la vuelta a un partido que el submarino amarillo tenía en el minuto 88 cerca de ganar gracias a un tanto de Vietto. Sin embargo, como se suele afirmar, un partido siempre concluye cuando lo indica el colegiado. Los jugadores de Marcelino García Toral han acumulado todos los errores en el peor momento, sin casi tiempo a reaccionar, y lo han pagado caro.
3.- Pero vayamos al análisis del encuentro desde su inicio. Mientras Marcelino ha plasmado sobre el césped lo habitual desde su llegada a tierras de La Plana, su clásico 4-4-2, en esta ocasión con extremos y no interiores –Moi Gómez y Cheryshev en lugar de Cani y Espinosa–, Unai Emery ha apostado por su variante más ofensiva. Ha repetido idea y estrategia de partida de su colega asturiano, con Gameiro acompañando a Bacca y recostando a Denis Suárez en el lado izquierdo del campo.
4.- Pese a contar con jugadores de evidente vocación ofensiva, el juego se ha desarrollado en base al respeto mutuo. Por decirlo de otra manera, el protagonismo ha partido desde el robo, la transición, los lanzamientos en largo y minimizando errores más que en el control posicional, el dominio del balón y acciones de mérito. De ahí que durante los primeros 45 minutos las ocasiones hayan escaseado, al contrario que las interrupciones, continuadas, ya fueran por saques de banda, faltas o atención a jugadores golpeados.
5.- Pese a ello, Bruno y Gio lo han intentado por el bando amarillo en los primeros 20 minutos, pero sin éxito en sus lanzamientos, mientras que Deulofeu ha rozado el gol olímpico, aunque en su caso el balón se ha estrellado en el palo derecho de la meta defendida por Asenjo. El extremo gerundense ha ofrecido una versión un tanto intermitente y lejos de lo que se le presume por su calidad. Ha encarado poco, participado a cuentagotas y no ha sido una amenaza seria para la zaga amarilla.
6.- En la recta final de la primera mitad se ha empezado a decantar el choque del lado visitante, merced a una doble intervención de Beto a sendos lanzamientos de Trigueros, de falta directa, y Uche, tras el consiguiente rechazo del guardameta portugués. Unos instantes antes el gallego Denis Suárez había detectado dónde hacer daño al Villarreal. Había abandonado la banda para caer a la espalda de Bruno y Trigueros, pero más allá de generar alguna pared, sus intentos de crear peligro han quedado en nada.
7.- En la reanudación, ese paso adelante amarillo se ha acentuado, pero en base a transiciones hacia sus hombres descolgados, Uche y Gio, que han vivido durante todo el partido demasiado alejados del mediocampo y la defensa, con un bloque demasiado alargado. Este detalle tenía sus ventajas e inconvenientes: dos puntas fijando a los dos centrales e invitando a los laterales a subir y en caso de robo amarillo crear un dos contra dos. Pero esta situación no se ha generado las suficientes ocasiones que buscaba Marcelino por el gran posicionamiento de Krykowiak y M’bia en las ayudas, además de que el conjunto sevillista ha juntado mejor todas sus líneas.
8.- En un gran pase interior de Moi Gómez, Uche ha envíado fuera, aunque ajustado al palo un excelente lanzamiento seco y duro a la derecha de Beto. El Villarreal seguía avisando y el Sevilla, pese a sus intentos de encontrar a Bacca y Gameiro, solo ha creado peligro mediante las incorporaciones de sus laterales, Coke por la derecha y Trémoulinas por la izquierda. El francés, con una gran galopada culminada con un tremendo trallazo, ha permitido lucirse a Asenjo.
9.- Marcelino ha sido quien primero ha movido las piezas, sacrificando a un extremo como Moi Gómez para dar más control al mediocampo y equilibrar fuerzas con la presencia de Jonathan dos Santos, mientras que Vietto, con su movilidad, ha sustituido a un Uche generoso en el esfuerzo, pero errático en el remate. Emery ha respondido dando más velocidad a la banda derecha con Aleix Vidal en lugar de un apagado Deulofeu.
10.- Parecía que el 0-0 era imposible que se moviera, pero ha sido aparecer el tercer cambio amarillo, el aragonés Cani, que había suplido a un acelerado Cheryshev, y cambiar todo. Dio una gran asistencia en el primer balón que tocó y dejó a Vietto solo ante Beto para que con una sutil vaselina situara el 0-1.
11.- A partir de ese momento, el Sánchez Pizjuán y el Sevilla, todos a una, han tocado zafarrancho de combate y el Villarreal ha ido languideciendo y retrasando aún más metros sus líneas. El conjunto de Unai Emery ,más con corazón y deseo que juego elaborado, se ha lanzado a por el empate. El Villarreal perfecto y sobrio en todo el partido en cada una de sus líneas ha desconectado viendo cerca el final del partido y lo ha pagado caro.
12.- Tras un centro de Coke y varios rebotes, Denis Suárez ha tenido más claridad y fe en atacar el balón y en semifallo ha enviado la pelota al fondo de la portería de un atónito Asenjo que, hasta ese momento, no había tenido que realizar grandes intervenciones, como sí le había sucedido a Beto. Rememorando encuentros de la Premier League o la archifamosa final de la Champions League del año 2000, los hispalenses no se han rendido y han ido a por el triunfo.
13.- Con un Villarreal desenchufado del encuentro, en pleno shock y sin Gabriel, lesionado y en la banda, con los cambios agotados, el equipo de Marcelino se ha encontrado con la necesidad de achicar balones desde todos los lados. Giovani dos Santos, en el pico del área, se disponía a despejar un balón, pero su falta de atención y concentración le ha impedido ver que se acercaba Trémoulinas. El mexicano ha golpeado al francés y no al balón. Penalti absurdo, pero claro.
y 14.- Bacca no ha perdonado, ha situado el 2-1 en el marcador y colíder al Sevilla ante un Sánchez Pizjuán que, como el Villarreal, se ha quedado estupefacto viendo cómo un partido que tenían perdido ha dado un giro completo de 180 grados. Una manera cruel para el submarino amarillo de cerrar un partido donde, más allá del resultado, ha dejado una lección que nunca olvidarán los pupilos de Marcelino: un partido no acaba en el minuto 88, ni en el 90, sino cuando lo indica el árbitro.
* Pablo Beltran es periodista.
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