Partido de vital importancia el jugado en el Etihad Stadium. Una victoria del Arsenal dejaba al Manchester City a nueve puntos del liderato. Sin embargo, la victoria citizen igualaba aún más la parte delantera de la clasificación.
Pudo sorprender la alineación de Arsène Wenger: Cazorla y Arteta en el banquillo, Flamini equilibrando el juego al lado de Ramsey, Özil en la mediapunta, Wilshere en la banda izquierda y Walcott en la derecha. El plan estaba claro: robar el balón y buscar al genio alemán para que lanzara al joven y veloz extremo inglés.
El Manchester City salió dominador. El dúo Nasri-Silva ocupaba el centro para combinar, Clichy se quedaba cerrando como tercer central y Zabaleta era quien se incorporaba por el carril derecho. Si nos preguntamos de qué jugaba Negredo, es difícil de responder. El de Vallecas caía una y otra vez a las bandas, incansable. El primer gol llegó tras un córner magníficamente lanzado por Nasri y aún mejor tocado por Demichelis. Agüero remataba al fondo de la red.
La primera parte de Martín Demichelis fue notable; atento al cruce y siempre bien posicionado. Lo mismo se podía decir del doble pivote formado Yaya Touré y Fernandinho. El Arsenal no daba señales de vida, hasta que una pérdida del centrocampista costamarfileño propició el contraataque que buscaba el Arsenal. No había aparecido Özil en toda la primera mitad, pero como acostumbra a hacer, convirtió el primer balón que recibió en condiciones en una asistencia de gol. Walcott igualaba el partido.
Antes había tenido una clara ocasión Negredo. El Manchester City no acusó el gol del Arsenal y siguió buscando la portería contraria. Yaya Touré quiso resarcirse de su error. Levantó la cabeza y vio el desmarque de Zabaleta en la derecha. Con el exterior, colocó un pase preciso para que al argentino centrara y al primer palo rematara Álvaro Negredo (2-1).
La segunda parte cambió con la lesión del Kun Agüero (entró Navas por el argentino). El partido se abrió, el Arsenal empezó a arriesgar más y Fernandinho pudo robar un balón al borde del área para definir magistralmente al palo largo con una preciosa rosca. Cada vez parecen entenderse mejor Touré y Fernandinho. Empezaron el curso con problemas para sacar el balón, ya que el brasileño tenía dificultades para combinar desde atrás y esto hacía que Touré retrasara su presencia, pero con el paso de los partidos los dos jugadores se entienden cada vez mejor: cuando uno se descuelga, el otro guarda la posición, y son el pulmón del equipo.
Cuando parecía tenerlo más complicado el Arsenal, las ocasiones llegaron. Giroud falló por partida doble, pero al fin Walcott sí pudo colocar el balón en la escuadra izquierda de la portería de Pantilimon. Parecía, en ese momento, que la tendencia era favorable al Arsenal.
A partir de ahí, una locura. El partido estaba roto, con la línea defensiva del Arsenal en el centro del campo. En una combinación entre Nasri y Navas, el sevillano se sacó de la manga un centro raso para que Silva marcara el cuarto gol del Manchester City. La jugada recordó a las galopadas de Jesús Navas por la banda derecha del Sánchez Pizjuán, llegando hasta línea de fondo para poner el balón en el pie de su compañero.
El partido era de ida y vuelta, y la buena actuación de Kostas Pantilimon hizo que el Arsenal no se volviera a meter en el partido. Pese a las dudas en alguna salida, el portero rumano se mostró sobrio y confiado.
Daba la sensación de que podía llegar el gol para cualquiera de los dos bandos. Lo consiguió el Manchester City tras un pase de Nasri a Fernandinho, que batió mediante una vaselina a Szczesny. Parecía acabado el partido cuando llegaron dos goles más. Primero, el tercero del Arsenal, con el remate de cabeza de Mertesacker tras un centro de Sagna. Touré, de penalti, marcó el sexto gol del Manchester City en el minuto 95.
En el apartado individual, Negredo sigue demostrando que, junto a Diego Costa, España tiene dos nueves de nivel mundial. Además, la recuperación de Silva tras lesión ha ido mejor de lo esperado, y Pellegrini ha encontrado por fin una pareja de centrales fiable con Kompany y Demichelis. En el Arsenal, Ramsey y Wilshere resultaron intrascendentes, Giroud no acertó lo que tuvo (que no fue poco) y Wenger no reaccionó ante lo que se le vino encima. Al principio de esta crónica hablamos del plan de Wenger, que no resultó, pero tampoco sufrió variaciones.
El Arsenal nos hizo recordar esa vieja sensación de que, cuando llegan los partidos grandes, todo se diluye. Tras un gran inicio de temporada, su última semana se ha saldado en dos derrotas contra el City y el Nápoles y un empate contra el Everton.
Los de Pellegrini se quedan a dos puntos del Arsenal, y liderarían la clasificación si no fuera por sus malos resultados como visitante. Como local se muestra intratable: ha ganado todos sus partidos y la mayoría de ellos han acabado en goleada.
* Ismael Ledesma.
– Foto: EPA
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