La búsqueda de un modelo económico sostenible parece un objetivo meritorio, irrebatible e imprescindible para la directiva del Barça. Un buen porvenir solo será posible desde dicha premisa de solidez financiera, pues el futuro ya no permitirá las aberraciones que el mundo del fútbol en general se ha permitido perpetrar en estas últimas décadas. Ningún club sobrevivirá desde la insolvencia, así que toda política encaminada hacia la solidez de las cuentas debe ser aplaudida. Pero esta irreversible voluntad debe convivir en el Barça con el objetivo de la máxima competitividad deportiva. No me podrán tachar de no ser un ferviente entusiasta de la cantera blaugrana. Pienso que el club dispone (mérito de muchos entrenadores y gestores anteriores y también actuales) de una auténtica montaña de promesas con capacidad para nutrir el Camp Nou durante los próximos diez años. Pero como dejó grabado en letras de oro Pep Guardiola, con la cantera no basta. La mezcla de sangre –de la que he escrito profusamente en este espacio- resulta virtuosa para el Barça: Mascherano, Abidal, Keita y tantos otros aportan factores diferenciales, sean de mentalidad, de experiencia o de cualidades específicas. Esa combinación entre gente de la casa y algunos futbolistas diferentes es tan positiva que no debería olvidarse jamás. Y me refiero a jugadores a los que podríamos catalogar de “clase media”, no grandes estrellas mundiales (Ronaldinho, Rosario, Rivaldo, etc).
Como tantas otras cosas en la vida, equilibrar los factores acostumbra a ser positivo y, en este caso, parece interesante preservar las buenas costumbres económicas con el apoyo a la cantera y con el refuerzo en aquellas posiciones que flaquean. Se ha logrado ya con la incorporación de Jordi Alba y mi impresión es que Tito Vilanova está acertado cuando solicita un central de categoría, si es posible con capacidad para rotar con Busquets en el mediocentro. La prueba de esa necesidad no reside en el tópico argumento de que ese fichaje irá al banquillo. Lo mismo se dijo en su día de Mascherano y ya ven. O de Adriano y jugó todo el tramo clave del pasado curso. De Alexis y fue imprescindible. Y lo mismo ocurrirá esta temporada, donde son posibles 62 encuentros a cara de perro que generarán lesiones, sanciones, caídas de forma y períodos de gran tensión competitiva. Recuerden cómo estaba el equipo en el tramo decisivo reciente y qué bien habrían ido varias mentes frescas. ¿Y no puede ocupar esa posición alguno de los canteranos? Sí, sin duda, aunque ya no se puede contar para ello con Muniesa, desgraciadamente; y hay que ser precavido con Fontàs. Y tampoco puede despreciarse cierto riesgo con la permanencia siempre en primer plano de Puyol. ¿Posee ya Bartra el cuajo imprescindible para ser ese central Champions; para enfrentar a Sevilla, Valencia, Athletic o Real Madrid? ¿O sería quemarlo antes de tiempo? Personalmente, apoyaría a Tito en la búsqueda de ese central externo.
– Foto: Miguel Ruiz (FC Barcelona)
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