Fútbol / Crónicas 2013-2014 / Inglaterra
Trallazo de Aaron para dejar al Arsenal a una mano de puntos de su perseguidor y confirmar que va en serio. Con Ramsey, Cazorla y Rosicky visitando por turnos, a ratos, la zona de un Arteta pletórico, los gunners derrotaron a un Liverpool que pecó de poca efectividad. Los reds fueron vapuleados por una banda comandada por Özil, a quien la Premier League le ha sentado bastante bien.
El Liverpool salió con un 3-5-2 en el que los carrileros eran Cissokho y Flanagan. Pronto tuvieron que replegar y formar una línea de cinco en el fondo varias jugadas, pues el Arsenal demostró sus intenciones de someter por completo. Sturridge y Suárez no representaban problemas en la presión, no respiraron cerca de Arteta, y el vasco encontró constantemente a los de la siguiente línea. Eran tres, y luego cuatro. En el inicio de la jugada, alguno de los mediapuntas bajaba un poco para sacar el cuero limpio. O Ramsey, o Cazorla o Rosicky. Özil y Giroud siempre por delante. Cuando el balón llegaba arriba, el que en un principio bajaba subía para generar más ventajas. Cazorla y Ramsey lo hacían con más asiduidad. Así, asociándose el Arsenal, los tres centrocampistas de Rodgers –Lucas, Henderson y Gerrard– estaban siendo muy superados. Los jalaban hacia un lugar y se tocaba rápido hacia el otro. Los laterales del Arsenal –Gibbs y Sagna– hacían aún más ancho el terreno.
El primer gol lo marcó Cazorla, de enorme partido. La jugada completa fue un reflejo de la superioridad explicada antes. La jugó por el piso Szczezny, recibió y tocó de primera Sagna a Ramsey, que la pasó a Arteta. El vasco, ubicado a espaldas de Suárez y Sturridge, condujo libre y la metió en diagonal para Sagna, que había tomado vuelo. El francés centró, Giroud arrastró toda la defensa, remató de cabeza solo Cazorla, postazo, la persiguió él mismo y adentro. 1-0.
A partir de ahí, minuto 19, el Arsenal acentuó su superioridad. Toque y toque. Giroud abrió las piernas para que Rosicky finalizara una cadena en plan Barcelona 10-11, pero el checo se había quedado un escalón debajo. En seguida recuperó Thomas, remató Cazorla y tapó Mignolet. Todo sería de los cuatro equilibristas locales, siempre prestos a intercambiar sus posiciones y protegidos por Mikel Arteta, bien posicionado y listo para jugar de cara. Pura inteligencia.
El Liverpool, tras recuperarla, no podía transitar bien. El Arsenal la perdía en el último cuarto de cancha y el Liverpool estaba desorganizado y agotado. Además, Lucas fue un alma en pena en el Emirates. Si Mignolet o los defensas la despejaban hacia adelante, los locales dominaban la segunda jugada. Gerrard y compañía estaban perdidos.
Brendan Rodgers movió ficha y para la segunda parte dio entrada a Coutinho por Cissokho. Mediapunta por lateral. Recompuso el dibujo de 5-3-2 a 4-4-2. Gerrard y Lucas al centro del campo, Henderson a la derecha, Coutinho a la izquierda y Sakho de lateral izquierdo. Por momentos, Gerrard subía un escalón y Lucas quedaba fijo de pivote. Un 4-1-3-2.
Así logró crear el Liverpool mucho más peligro en los primeros minutos de la segunda mitad que en toda la primera. Coutinho, desde la izquierda, realizaba envíos que terminaban con el Arsenal asustado. No duró mucho. Luego el Arsenal volvió a lo suyo. Asociación, movimiento y peligro, aunque ahora el contragolpe ya era una opción que el Liverpool podía realizar por la calidad de los lanzadores y por el cansancio del Arsenal. Además, Flamini es necesario para la transición defensiva londinense en estas circunstancias. Ya el otro día, contra el Borussia Dortmund, se notó mucho. La ayuda esporádica a Arteta de uno de los tres de arriba no es suficiente para noches gigantes.
Al cuarto de hora del segundo tiempo, el Liverpool estaba totalmente girado hacia la derecha, mirando a Özil con el balón controlado. El alemán envió la pelota hacia adentro entre varios cuerpos visitantes, se incorporó desde la segunda línea Ramsey, que controló en la frontal y conectó un remate brutal, imposible de parar. Mignolet sólo pudo arañarla. 2-0. La redonda fue una bala de cañón. El bombardero fue galés. Ramsey hizo honor al nombre del club.
El 2-0 dio mucha comodidad al Arsenal. Rodgers buscó el empate con Moses por Flanagan y pasó a Henderson al lateral derecho, pero no rindió bien en ninguna posición rindió bien. A falta de 13 minutos, Wenger inició a atar el resultado. Sustituyó a Rosicky por Monreal. Gibbs se lesionó y por él entró Vermaelen. Al 84, Jenkinson por Cazorla. El Liverpool generó ocasiones aisladas que, de haber estado fino, habrían entrado.
Los gunners están a cinco puntos de Liverpool y Chelsea. En esta Premier League, el centrocampismo que ha venido armando Wenger desde la marcha de su dinamita arriba por fin está dando resultados. No falta nada para que se complete el primer tercio de la liga 13/14 y los rojos de Londres están arriba, solos. Ramsey, Cazorla, Rosicky, Wilshere, Arteta, Flamini… y Özil. Un Arsenal líder.
* Sebastián Duque es periodista.
– Foto: Arsenal FC
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