El Bayern se clava tres puñales en el corazón

por MARTI PERARNAU el 15 abril, 2015 • 21:12

1.- Tres errores formidables han abatido al Bayern en su visita a Do Dragao. Xabi Alonso en el primer minuto, Dante en el 9′ y Boateng en el 63′ han protagonizado lo más cercano a un suicidio para un defensivo, clavándose puñales en el corazón. Y a cada nuevo error, el equipo muniqués se ha ido hundiendo más en la zozobra anímica, olvidando cuanto venía practicando durante la temporada y permitiendo la crecida de un Oporto exultante, liderado por un Óliver Torres espléndido y un Jackson Martínez punzante como nadie.

2.- El pressing local resultaba tan incómodo para el Bayern que ya en el primer minuto Alonso se ha visto obligado a retroceder para ayudar a sacar el balón. Lento en el giro y torpe en el control, el donostiarra ha perdido el cuero ante Jackson y aunque Neuer ha salvado el remate, el colegiado ha indicado penalty, con lo que el Oporto se adelantaba velozmente. Lo que siguió fue una pesadilla para Guardiola porque sus hombres se transformaron en gelatina. Cada balón que tocaban los defensas era señal de peligro, de tan temerosos como lo controlaban y no digamos cuando Dante imitó a Xabi, se giró con lentitud transatlántica y permitió que Quaresma calcara la acción inicial.

3.- El 2-0 en menos de diez minutos parecía sentenciar partido y casi eliminatoria, tan enorme era el tembleque del Bayern, al que la pelota quemaba en los pies como pocas veces antes, pese a que en la alineación figuraban cinco campeones del mundo. Las bajas del equipo son terribles y lo han quebrado por su columna vertebral, pero la flaqueza emocional de los jugadores bávaros ha resultado tan colosal como la agresividad portuguesa, con los jugadores de Lopetegui llegando a todos los balones divididos siempre con unas milésimas de ventaja.

4.- Apenas Thiago y Rafinha parecían respirar distinto y han sido ellos quienes muy lentamente han ido aposentándose sobre el verde del Do Dragao. Al mismo tiempo, el Oporto ha retrasado el bloque para recuperar aliento tras su intensa salida. Entre ambos factores, el Bayern ha ido serenándose, que no dominando el juego. El balón ha empezado a circular por los pies de Thiago, el único capaz de regatear a un rival, y a la media hora el Bayern ha aprovechado la segunda acción tras un saque de esquina para marcar meidante centro raso de Boateng desde la banda que ha transformado el propio Thiago llegando desde atrás.

5.- El marcador era menos bueno para el Oporto, que aún ha dispuesto de un par de remates en el primer tiempo, saldado con la sensación que el Bayern empezaba a quitarse el tembleque, pero seguía muy lejos del juego mostrado hace apenas un mes, antes de caer tronchado por una epidemia de lesiones. El espejismo se ha reafirmado tras el descanso, con el equipo de Lopetegui, espléndido en la dirección del juego, presionando con la misma agresividad del principio, mientras Guardiola buscaba un imposible: que sus defensas se tranquilizaran. Imposible: estaban literalmente atolondrados.

6.- Para comprobarlo ha llegado Boateng a la hora de partido. Faltaba él. Tras una temporada formidable, el central alemán ha fallado con estrépito en un largo balón enviado a Jackson y el tercer tanto portugués ya ha desballestado al campeón alemán. Con Xabi sobrepasado en el centro, Lahm fuera de forma, los defensas desmadejados y Götze retirado por molestias en la rodilla, todo el Bayern se resumía en Thiago, demasiado poco frente a un colectivo espléndido en el que Óliver Torres ha brillado por su sobria inteligencia, marcando el tempo de cada momento, señalando el camino que más interesaba a su equipo en cada instante.

7.- Tanta espesura la ha acabado pagando Alonso, sustituido por el todavía lesionado Badstuber para que Boateng ejerciera de mediocentro, sin oficio pero con energía. Los ataques finales del Bayern en busca de un segundo tanto que maquillara la pésima noche han chocado contra una muy seria defensa del Oporto, que ha sido más equipo en todas las fases del juego.

y 8.- El Bayern sale muy malherido de la ciudad portuguesa. Con sus principales jugadores en la enfermería y sin posibilidad de recuperación inmediata, la vuelta deberán jugarla los mismos once, sin recambios ni soluciones tácticas o estratégicas, a pelo. El Oporto es, indiscutiblemente, favorito contundente para alcanzar las semifinales, más por su espléndida exhibición que por el propio resultado, tremendamente positivo. El Bayern es un gigante herido de muerte tras clavarse él mismo tres puñales en el corazón.