1.- Antes de poder analizar nada, Pirlo cometió un error grosero e impropio en él regalando el balón en la salida de la Juve desde atrás. Alaba recogió el obsequio y su disparo tras tocar en Vidal se fue alejando de Buffon. El partido se le ponía muy de cara al Bayern.
2.- La tranquilidad de ir por delante en el marcador y la presión alta de la Juve hizo que el Bayern fuese inferior durante los primeros quince minutos. En ese periodo los italianos incomodaban a Van Buyten y Dante en la salida desde atrás del Bayern e iban creciendo en el partido. Pero le duró poco. En el fútbol hay veces que suceden cosas y no hay explicación clara o al menos inmediata. A partir del primer cuarto de hora la Juve dejó de apretar. Un minuto después se lesionó Kross tras una pugna con Lichtsteiner. El centrocampista estaba encima de Pirlo en la salida desde atrás de los bianconeri.
3.- El cambio obligado de Kross por Robben cambió la fisonomía del Bayern, aunque mantuvo el sistema. Müller pasó a jugar por dentro, detrás de un glorioso Mandzukic hoy, solidario e intenso en la recuperación y el trabajo para el equipo. Robben buscó su reducto habitual en la derecha para convertirse en la pesadilla de Peluso y Ribery mantuvo su posición en la izquierda. El neerlandés tuvo el 2-0, pero Buffon, soberbio de nuevo hoy, le sacó el disparo con sus pies.
4.- Si el Bayern gana los costados el equipo se convierte en una bestia que en determinadas fases, no siempre con la misma intensidad, es capaz de asolar al contrario. Lahm acompañaba a Robben porque el neerlandés la dobla pocas veces y encima veía que podía con Peluso. En la banda opuesta, Alaba puso en marcha la locomotora para doblar a un Ribery pletórico. Si a todo esto añadimos que Luiz Gustavo se bastaba para sujetar el equipo y Schweinsteiger asomaba en la frontal del área, tenemos como resultado que el Bayern era muy superior a la Juve.
5.- Esta temporada, el 3-5-2 es el sistema habitual de Conte (en la pasada lo alternaba con la defensa de 4). Cuando entró Robben y el Bayern pasó a tener sus dos alfiles, Lichtsteiner y Peluso tenían muchas dificultades para poder salir, Pirlo no tenía el balón y cuando lo tenía estaba siempre rodeado. Con Marchisio desaparecido y Vidal luchando lo que podía, Quagliarella y Matri quedaban aislados del partido completamente. Es cierto que este sistema le está funcionando a las mil maravillas a Conte, pero con las circunstancias del partido, el equipo no reaccionaba.
6.- En el segundo acto, todo siguió por los mismos derroteros. La Juve no conseguía gobernar el partido en ningún momento y además no presionaba cerca del área del Bayern. Los de Heynckes entraron en esa fase en la que hibernan esperando para rematar a su presa. El 2-0 llegó tras otro disparo de Alaba que rechazó Buffon; Mandzukic, que estaba en fuera de juego, recogió el balón y se lo cedió al agente silencioso Müller, que empujó el tanto. Müller hizo un gran partido, apareciendo arriba como siempre y tapando a Pirlo aún mejor de lo que lo hizo Kross desde que pasó a jugar por dentro.
7.- Conte ,con su equipo en la lona y la eliminatoria en serio peligro, reaccionó quitando a Matri y a Quagliarella, aislados en todo momento. Entraron Vucinic y Giovinco cambiando la tipología de los puntas, pero sin influencia en el partido. Con el cambio de Pogba por Peluso sí modificó la táctica. Pasó a cerrar con cuatro atrás y Chiellini de lateral izquierdo (algo habitual en varios partidos de la temporada pasada). La Juve tenía algo más de presencia en la zona ancha pero Pirlo seguía sin emitir señales de vida e incluso el Bayern tuvo el tercero en los pies de Müller, pero su remate se fue arriba.
8.- El tramo final del partido sirvió para ver una deslealtad de Ribery con una entrada terrible sobre el gemelo de Vidal que se quedó sin sanción. El Bayern fue muy superior a una Juve que no encontró jamás sus señas de identidad. Sólo hasta el minuto quince y en los últimos cinco del primer tiempo recordó al equipo que maneja el Calcio. Además, en la vuelta no podrá contar ni con Lichtsteiner ni con Vidal por acumulación de tarjetas.
y 9.- El Bayern sí fue reconocible, sobre todo en la primera parte, donde encontró las pistas de despegue por las bandas, especialmente desde la entrada de Robben, que amargó a Peluso, y con un Ribery en estado de gracias. La eliminatoria no está sentenciada y en el Juventus Stadium quizá veamos una Juventus muy distinta, de lo contrario, el Bayern del maestro Heynckes tiene pie y medio en semifinales.
* Alberto López Frau es periodista.
– Fotos: Imago
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