1.- Se equivocó de camino Émery. Salió el Sevilla retando físicamente al Atlético en forma de faltas continuadas y persecuciones a Falcao y Diego Costa. Esa especie de desafío al límite de la ley puede mediatizar a otros equipos, pero no a las hordas de Simeone. Jamás los rojiblancos recularán si se sienten intimidados, de hecho suele ocurrir al revés.
2.- Es muy raro ver alterado a Falcao. Ni siquiera esbozó un mínimo disgusto cuando Soldado le tatuó los tacos en Valencia. Esta vez explotó ante las faltas de Cala y lo hizo regalando un codo que le pudo costar un disgusto. El colombiano, como símbolo y estandarte del cholismo, dio un paso adelante y ofreció un partido a la altura de su condición de estrella mundial. Es mejor no enfadarle.
3.- La demostración inicial rojiblanca de poderío y robustez cambió el guión al Sevilla. Cuando enterraron el hacha y encontraron el balón apareció un partido algo más inclinado al casi peligro local. Hubiera llegado de no toparse contra el mejor equipo defensivo del campeonato. La solidaridad es cosa de todos y en el Atleti siempre hay un pie amigo de más.
4.- El jefe de esa pétrea muralla es Joao Miranda. Con permiso de Falcao, hablo del mejor jugador sobre el campo. Me remito a crónicas pasadas para que un buscado ejercicio de repetición ejerza en el lector la labor de desgaste que persigo. Quizá si insisto en que estamos ante uno de los mejores centrales de la temporada, la crítica y el público acaben valorando su anticipación, rapidez, intensidad, concentración y personalidad.
5.- Dio sensación el Sevilla de tener el talento demasiado lejano entre sí. Su distribución inicial simulaba momentos de anarquía más propia de los finales desesperados cuando los equipos se desorganizan. Demasiados delanteros a veces, otras tantas acumulación de zagueros, pero muy pocas veces centrocampistas que unieran las partes para hacer un todo.
6.- Cuando juegas contra el Sevilla, el nombre de Navas aparece siempre en rojo. Una cosa es saber cuál es el gran peligro y otra poder hacer algo para evitarlo. En este caso el Atlético consiguió el premio doble. Simeone diseñó la jaula para encerrar al de Los Palacios y la banda izquierda del Atlético bordó el prototipo. El Cebolla y Kobe auxiliaron a un Filipe inmenso. Citando a Mourinho, diría que Simeone ha conseguido que el lateral brasileño mute de gato a perro.
7.- El partido tenía todos los condimentos para toparse con escenas camorristas, y sucedió en la segunda parte. Cuando parecía endulzarse el nivel de las entradas apareció Diego Costa y eso es garantía de clímax en la acción. El brasileño recibe mucho y cada vez le buscan más para conseguir una reacción en beneficio propio. Tan cierto como que sus injustificables escenas de simulación le quitan cualquier coartada de juego varonil. El personaje corre peligro de comerse al jugador y eso solo lo puede salvar Simeone.
8.- Thibaut Courtois será en dos o tres años el mejor portero del mundo. Entonces, imagino, Casillas y Valdés habrán empezado su curva decreciente y no aprecio portero alguno en el firmamento con semejantes condiciones. No me extraña que Simeone le ponga por encima de cualquier otra gestión para el futuro. Con 20 años y defectos por pulir, asusta pensar que en el 2015 pueda ser el portero perfecto. Le falta ser todo eso también contra el Madrid.
9.- Desde que el belga sacó una mano derecha prodigiosa para evitar el primer gol sevillista, el partido se balanceaba sin rumbo fijo mientras aparecía la jugada que lo decantara, y precisamente salió de una mano. El balón le da a Mario Suárez en el brazo, tan cerca del hombro como para pensar que la indignación de Émery está a medio camino entre la justicia y la justificación de una derrota. Después hubo un centro, una volea y un remate. Error sí, pero difícil de ver.
10.- La jugada de ese gol se gestó en la aterciopelada bota derecha de Adrián. El asturiano apareció justo cuando sus defensores empezábamos a quedarnos sin argumentos. Fueron 25 minutos del jugador brillante que puede y debe ser. Se me antoja demasiado atrevido desechar la idea de que será decisivo en más días como el de hoy. En un clima propicio a la venta merece la pena que el Atlético espere por un futbolista con un talento difícil de encontrar en el mercado.
11.- Los minutos finales de asedio sevillista juntaron más ocasiones que en el partido completo. Rakitic y Negredo se sintieron tan cerca del gol que la frustración local creció según aparecía Courtois. Las esperanzas europeas se difuminan si no aparecen resultados de inmediato lejos del Pizjuán.
y 12.- Y al Atlético le queda su Champions. Simeone y su gente no se cansan de demostrar que en los días de tensión máxima están más que nunca y ahora le llegan dos momentos culminantes. El sábado se juega el segundo puesto contra el Real Madrid. ¿Algún equipo ha podido decir eso en los últimos cinco años? Y tres semanas después, como buen anfitrión, devolverá la visita con una Copa de por medio que el clamor popular asigna ya al equipo blanco. Mucho decir cuando enfrente está el Atlético del Cholo.
* Alberto Pérez es periodista.
– Foto: Atlético de Madrid
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