1.- Nadie tiene más puntos en Europa que el Atlético de Madrid. A expensas de mañana, es líder continental y quizá lo sea español cuando acabe la semana. Se agotan los calificativos para este equipo y entrenador milagrosos. Su última conquista fue en Viena, allí donde un ilustre rojiblanco, Luis Aragonés, cambió para siempre el fútbol español.
2.- Puede aceptarse, después de verla, que la victoria en Austria estaba cantada. El sencillo 0-3 a ojos del mundo no lo era tanto antes de empezar. Entre Porto y Zenit solo le habían marcado una vez al equipo de Bjelica. Era de esos partidos que fácilmente te pueden sacar los colores si coqueteas con la desidia. Para disipar dudas, el Atlético se zampó al rival en media hora.
3.- La goleada empieza en la bota derecha de Raúl García. Estamos ante un jugador peculiar. No enamora al Calderón porque le cuesta llevarse bien con el balón. Tiene pocas cosas, pero posee una tan importante que le hace muy valioso: el gol. Por encima de ese instinto se hace imprescindible por una profesionalidad ejemplar que ya es hora de que merezca el cariño de la hinchada.
4.- El 0-1 lo puso todo más fácil. Controlaban los de Simeone con inusitada facilidad, reconciliándose con la pelota tras el feo partido contra el Espanyol. Y en eso tiene mucho que ver Tiago. Simeone le define como un hombre y yo le añadiría que sabe jugar al fútbol. Mario le da al equipo un vigor físico descomunal, pero cuando el portugués aparece fluye el juego con más naturalidad.
5.- Muchas líneas sin hablar de Diego Costa. Él pensaría que era demasiado tiempo sin hablar de él en Europa y aprovechó su primera oportunidad. La broma de Pilsen le dejó sin estreno en la gran competición europea. Con 60 minutos ha sido suficiente para dejar dos goles, el primero en su habitual estilo desatado a la carrera.
6.- Tendrá mérito el brasileño, o el español, si sale vivo del debate que se ha generado en torno a él. Elija lo que elija corre peligro de linchamiento, y mientras tanto el famoso entorno le pone la cabeza como un bombo. Solo un jugador extremadamente maduro puede sobrevivir, y si además está arropado por un entrenador que conoce el negocio, quizá haya esperanza para él.
7.- Tuvo diez minutos la escuadra vienesa para la esperanza. Sus ilusiones se estrellaron contra el larguero de Courtois cuando espiraba el primer tiempo. Lástima que una ciudad de semejante belleza no encuentre intérpretes al son de la hermosa musicalidad que desprende. Solo es uno de esos equipos que Platini se empeña en colar porque sí dentro de la Champions.
8.- Pocas esperanzas que se tornaron en ningunas a la vuelta del entretiempo con el tercer gol. Lo fabricó Insúa, de quien no sabemos si es bueno o malo. Cualquier jugador puede ser hoy suplente de Filipe Luis. Su pase lo aprovechó Diego Costa, que está empeñado en asomarse entre los goleadores de cualquier competición.
9.- No era un partido para medirle demasiado, pero Miranda ya superó las pruebas más exigentes como para no valorarle cualquier cosa que hace. Y hoy se marcó un encuentro imperial. Sumó a su repertorio habitual dos anticipaciones fuera de posición con posterior conducción hasta el mediocampo. Solo verle en la alineación baja del nerviosismo a cualquier seguidor rojiblanco.
10.- Y a su lado, Alderweireld. Pude verle jugar en los Países Bajos, donde los defensas parecen aún peores en medio del caos táctico. De momento el belga ha sumado dos participaciones más que correctas. No es fácil saberse suplente y llegar a un equipo donde todos se conocen de memoria. Simeone ya le está metiendo en la dinámica, donde por cierto Guillavogui no está y empiezo a dudar de que se le espere.
11.- Sobró media hora de correcalles con un Austria Viena entregado y sin control mientras el Atlético desperdiciaba contraataques. Salieron el Cebolla y Adrián, con mejor rendimiento del segundo. Al menos ese tiempo se aprovecha para ver jugar a Arda Turan. Si él no juega, problemas para el Atleti.
y 12.- En un grupo equilibrado y competitivo, se plantan los de Simeone a un partido de la clasificación y a poco más de asegurarse la primera plaza del grupo. Mejor noticia no puede haber para una plantilla que se va a desgastar hasta el extremo y que puede tomarse vacaciones europeas un mes antes de lo previsto.
* Alberto Pérez es periodista.
– Foto: EFE
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