El Athletic regala la Champions

Internacional / Champions League 2014-2015 / Fútbol / Crónicas 2014-2015

El Athletic regala la Champions

por GONTZAL HORMAETXEA el 6 noviembre, 2014 • 0:11

1.- El error de Gorka Iraizoz que supuso el segundo gol del Oporto, obra del omnipresente Brahimi, resume perfectamente el recorrido del Athletic en la presente edición de la Champions League. Tras 16 años sin disputar la máxima competición continental, el equipo que tanto ilusionó la temporada pasada no ha tenido ni un solo momento de alegría durante el torneo. Empequeñecido en todos los aspectos, la vida europea de los rojiblancos ha estado marcada por la falta de competitividad, reflejada en incontables concesiones a sus rivales.

2.- No es la Champions un torneo para hacer regalos, y el Athletic ha sido demasiado generoso, lo que ha dado como resultado una eliminación exprés en un grupo ilusionante al principio. Esta vez el Oporto encontró comodidades antes de salir de los vestuarios, fruto de una alineación local difícilmente explicable. Quizás por los diluvios que han asolado Bilbao en los últimos días, Valverde apostó por un once donde la creación brillaba por su ausencia, con Iturraspe, Iraola o Muniain en el banquillo, lo que, unido a la baja de Aduriz, dio demasiada ventaja.

3.- Se presentaba el conjunto bilbaíno a la cita con la necesidad de romper con lo visto hasta ahora y realizar de una vez por todas un partido redondo. Más importante que lograr la clasificación para octavos era demostrar a la afición que el sueño inicial de ser competitivos en Champions era real y que lo visto hasta ahora no era más que fruto de la inexperiencia.

4.- Sin embargo, nada de eso ocurrió porque el Oporto también tenía su guion y durante todo el partido lo ejecutó a la perfección. A diferencia de su homólogo, Lopetegui no guardó tanto para el choque ni planteó cambiar el estilo de manera abrupta, lo que dio como resultado un equipo que, sin grandes alardes, se impuso con muchísima facilidad desde el minuto uno.

5.- No hubo absolutamente nada en el plan portugués que se saliera de lo esperado. Con Casemiro poniendo músculo y control, Brahimi y Tello, muy bien apoyados por sus laterales, desbordando constantemente y Jackson Martínez luchando cada balón, quizás la baja de Quintero fue lo único sorprendente, pero apenas se notó gracias a un acertadísimo Óliver Torres.

6.- Con esos argumentos, el Oporto desmontó al Athletic ya en la primera parte, donde lo mejor fue el empate a cero al descanso. Los locales carecieron de argumentos para contener a su rival, perfectamente desplegado sobre el terreno de juego y muy profundo, que marcó el ritmo en todo momento y generó un goteó constante de claras ocasiones, a la espera de que el muro cediera. Jackson Martínez, delantero de tronío, tuvo tres clarísimas, penalti incluido, pero no acertó en una de las noches más aciagas que se le recuerdan. Tampoco Danilo o Brahimi pudieron batir a Iraizoz a balón parado.

7.- Sin confianza con y sin balón, Valverde trató de volver al plan original dando entrada a Iraola y Muniain, y el Athletic salió con aire mejorado, en busca de una victoria necesaria para seguir manteniendo las opciones. Sin embargo, los leones han regalado muchos minutos en Champions y ni la intensidad inicial evitó que el Oporto encontrara el premio que había merecido.

8.- Jackson Martínez apañó su partido al finalizar a portería vacía una jugada espectacular de Brahimi, cuyo rendimiento desde que fichó por los dragoes está siendo de matrícula de honor. Unos minutos después, el jugador argelino puso la sentencia definitiva tras un fallo garrafal de Iraizoz. Entre los dos goles, un remate al palo de Guillermo para un Athletic que no mereció mejor suerte tras regalar nuevamente un partido.

y 9.- Pese a que aún faltan dos jornadas, el Athletic se despide de la Champions, y lo hace con la sensación de que la debacle es más fruto de los errores propios que del acierto de los rivales. La temporada más ilusionante en décadas queda huérfana de una competición donde las expectativas eran altas. San Mamés vuelve a empezar de cero.